Francesca Recién acababa de despertar cuando tocaron la puerta de la habitación, luego de decirle que podía pasar, la empleada entro con la bandeja del desayuno que habían preparado, note la pastilla que Marko había dicho que debía tomar con el zumo de naranja. Cerré los ojos y suspiré, estaba decidida, aunque no fuera fácil iba a dejar atrás los traumas que mi madre me había dejado. Quería mejorar y sabía que la nutricionista solo era el principio, algo dentro mío me decía que tenía que considerar en algún momento ver a un psicólogo. Había demasiado en mi cabeza. Cuando terminé de desayunar, me levanté para ir al baño, Marko no dijo a qué hora debíamos irnos por lo que pensaba empezar a prepárame y tomar una ducha rápida. Me sobresalte cuando la puerta se abrió. —Francesca— Marko es