Francesca
Estaba realmente nerviosa, no solo por la forma en que mi esposo se había acercado a mi esta mañana, sino porque, esta era la primera vez que salía de la casa, desde que había llegado y en cierta forma era sofocante.
Como si de alguna manera me sintiera más insegura en el mundo exterior y era paradójicamente raro ya que, esa casa me daba escalofríos.
Dejamos la mansión y después de un recorrido no muy largo llegamos a un complejo que era incluso, más grande que la mansión de Marko, tenía un enorme jardín que debía abarcar kilómetros y estaba rodeado de muros altos, llenos de cámaras de vigilancia en cada esquina.
Estaba nerviosa y no había manera de disimularlo, iba a ser nuestra primera salida como esposos en su territorio.
—Francesca, relájate — Marko, rodea con su mano l
