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2184 Words
— Renuncia — Le exige mi hermana, enfadada, a Aarón. — Qué pena, amor, ya firmé — Él ríe burlón. Es increíble que haya aceptado ir en el carro con ellos y quede en medio de esta pelea. El chofer comparte mi misma expresión. — ¿Me quieres acosar en el trabajo? — No eres el centro del universo, amor. — Eres un idiota. De repente, él se centra en mí, ignorando sus gritos, lo cual la hace enfadar mucho más. No quiero quedar en medio, pero ya quedé. — ¿Sigues mejor? — Sí, gracias. Siento vergüenza al recordar que él me vio llorar, pero en ese momento me sentía muy mal. Había discutido con papá y él incluso me pegó. Todo inició cuando le comenté que expondrán uno de mis cuadros. En ese momento, él me dijo que ese día será el desfile debut de Sharon, entonces le insistí y le dije que podría asistir a los dos eventos. Mi evento no dura más de media hora, pero él se negó, obviamente. Luego, Sharon comenzó a burlarse de mí, por lo cual me enojé y la insulté. No vi el golpe, solo sentí cuando mi mejilla ardió. — Ya me dijo la abuela que le inventaste un cuento para que le dé trabajo a Aarón. — Yo le pedí el favor — Él me defiende. — ¿Qué tiene de malo? — Que no les importa lo que yo pienso. — Ya se le pasará el berrinche, no le prestes atención, Sofí — Él rueda los ojos. Tal vez ella tiene razón, pero yo solo le hice un favor a un amigo. *** El fin de semana llegó rápidamente. En este momento, estoy observando la exposición de Carmen Del Valle. Ella es una de las mejores artistas y tengo el privilegio de que sea mi profesora. Me ha enseñado hace años porque es una de las grandes amigas de mi madre. Me ha dicho que soy una de las mejores y por ello expuso mi cuadro en su exposición personal, obviamente dándome el crédito. — Te lo dije, Alba, Sofí tiene mucho futuro — Le comenta. Ella me abraza y besa mi mejilla. — Sí, mi hija, es muy talentosa. — No tiene a quién salir. Noté que mamá le lanzó una mirada extraña y Carmen simplemente rió. — A tu mamá de joven le encantaba pintar. — No sabía eso. — Son asuntos del pasado, amor. Soy más espectadora que pintora. — Les encantó tu cuadro, Lucero. — ¿De verdad? — Claro, varias personas quisieron comprarlo, pero les dije que no está a la venta. — Lucero es el primer cuadro de mi princesa; obviamente, quedará en la sala de casa. — Por supuesto, mamá, nunca vendería a mi bebé. Lucero es el primer cuadro que hice. Ese día estaba enojada y centré mis emociones en pintar, como lo había hecho otras veces. Pintar no es solo un hobby; me sirve para descargarme y desconectarme de mi realidad. Lo único que tengo en el mundo es mi madre y la pintura. Luego de mi exhibición y el desfile de modas, no ocurrió nada interesante. Mamá y Rocío me acompañaron en mi día y luego nos dirigimos a comer hamburguesas a mi restaurante favorito. También asistimos al desfile, el cual inició tarde debido a unos problemas técnicos, pero fue un éxito. — No entiendo nada — Resopla Thiago. Ambos estamos sometidos a la misma tortura, que son las matemáticas. Yo usualmente soy un desastre, pero este tema lo domino gracias a Rocío, quien me lo explicó varias veces. — Es pura lógica, sigue intentando. — ¿Es este el resultado? — Me pregunta mientras me enseña su libreta. — Sí. — Si apruebo la materia, te invito al cine — Él me sonríe y deja un beso en mi mejilla. — Yo elijo la película y puede ir Rocío también, ¿verdad? Noté que él cambió su sonrisa por una mirada extraña. — Por supuesto, Sofía, pero nada cursi. — Terror. — Sí. Fuimos interrumpidos cuando mi madre se acercó a nosotros con una jarra de jugo y galletitas, como si estuviéramos en primaria. — ¿Cómo va el estudio? — Bien, mami, sobreviviendo. — Su hija es una genia además de Linda. — ¿Te quedas a cenar, verdad, Thiago? Eres de los pocos amigos que trae Sofía — le lancé una mirada, pero ella me ignoró y siguió hablando. — Por supuesto, señora Alba. Ella simplemente se marchó a la cocina y nosotros seguimos resolviendo las operaciones que nos dejó la maestra para practicar. — Perdón, mamá es intensa y no está acostumbrada a que traiga chicos. — Sí, ya me di cuenta, la mía es peor. Reí —Ah, sí, no está acostumbrada a que lleves chicos. — Me entendiste, Sofía — él lleva su mano a su cabello y lo acomoda—. Creo que la próxima vez deberías traer falda. — Muy gracioso, eres pura comedia — le comento mientras alejo su mano de mí. *** — Nos dejaste plantados a Thiago y a mí. — Es que tuve que acompañar a mi hermanito a natación, pero cuéntame cómo te fue. — Normal, me invitó a salir si resulta bien el examen, pero dudo que vaya. — Vamos, Sofía, debemos ir. Reí fuerte —Él me invitó a mí. — Pero a mí me gusta desde jardín de infantes, dime cuando salen y yo aparezco de sorpresa — ella me hace sus ojitos de cachorrito y me suplica con las manos. — Bien, es una salida de amigos. Sabes que me gusta Aarón. — Sigues con eso — ella bufa. — Hemos estado muy cerca, sé que es mi cuñado, pero me gusta mucho. Luego de charlar con Rocío, me dirigí al aula en la cual debo realizar el examen de matemáticas. Fue la peor hora de mi vida, pero logré concentrarme y recordé los tips de Rocío: no te apresures porque si confundes un signo o número, arruinas todo, y debes estar tranquila y recordar la fórmula exacta. Cuando terminé el examen, se lo entregué a la profesora y luego me dirigí al jardín para esperar a que salgan todos los alumnos y nos den los resultados. Luego de una hora, noté que la profesora se acercó y nos dijo las notas por orden alfabético. En cuanto escuché "aprobada", simplemente sonreí. Me quedé allí para esperar la nota de mi amigo. Noté sus nervios cuando ella le pidió hablar a solas. Luego de unos diez minutos, él salió del aula con cara de pocos amigos. — ¿Qué ocurrió? Él se acerca a mí y me da un abrazo seguido de un beso en la mejilla — Me hizo unas preguntas para sumar puntos extras, pero aprobé. — Felicidades. Ahora me debes una salida — bromeé. — Lo siento, este fin de semana no puedo. Salgo con mi novia. En verdad, me sorprendió que él tenga novia porque nunca lo he visto con nadie, pero no es algo que me interese. En segundos, una de las mujeres que más me desagrada en el colegio se acercó a nosotros. Su nombre es Maura y es mejor amiga de mi hermana. Otra aspirante a modelo, hueca y antipática; sus ojos son color gris y su cabello oscuro y largo. Debo admitir que tiene buen cuerpo. — ¿Qué haces con esta cosa, amor? — ella me asesinó con la mirada y luego juntó sus labios a los suyos, dándole un gran beso. — ¡No te pases, Maura! — ¡No defiendas a esta! — Solo hablamos, no seas celosa. — ¿De ti? — ella ríe burlona — Mírate en un espejo, espectro. Noto que varias personas se acercan y escuchan los insultos que me lanza esa tipa, lo cual me hace sentir peor. Pero lo que más me enoja es que Thiago no me defiende, ni Aarón, quien está en la multitud. — Somos amigos. Ella ríe burlona — Mi novio no tiene amigas y mucho menos ofrecidas como tú. Pero ni resbalándotele lograrás que él te mire. Solo das lástima y asco. — La única que da asco eres tú. Eres simplemente una mujer ridícula y patética — habla Rocío, quien se acerca a mí. — ¡Cállate, insípida! Odio cuando me intimidan y no sé cómo reaccionar. Simplemente me marché hacia el baño porque me da vergüenza la situación. Me acerqué al espejo, lavé mi rostro y me siento más horrible que lo usualmente. Nunca nadie me había humillado de esta forma y lo que más me enoja es que no lo merezco. Me miré al espejo y traté de consolarme yo misma porque nadie más lo hará. Le pedí a Rocío que me dejara sola porque no quiero que ni siquiera ella me vea así. — Sofía — siento unas manos en mi hombro. Cuando me volteo, noto que se trata de Aarón. Me sorprende verlo en el baño de mujeres. — ¡Qué quieres! — Te advertí que no te acerques a Thiago ni a ningún otro hombre. Ahora estás pagando las consecuencias. Todos en el colegio piensan que eres una cualquiera, una que roba novios. — Ya no me digas nada. Yo no hice nada. Él ríe fuerte — No hiciste nada. He visto tus sonrisitas con Thiago y Lucas en la fiesta. Es increíble seas tan fácil. — Él se marcha. Las palabras de Aarón simplemente terminaron de destrozarme. Yo no hice nada malo; simplemente fui amable con Thiago y esa tipa no tenía por qué tratarme así. [...] — No salías hoy con Thiago, ¿verdad? — me pregunta mi madre al verme tirada en la cama. He llorado tanto que siento que mis ojos están secos. Nunca me he sentido tan humillada y rechazada porque Maura expandió el rumor de que soy una "roba novios" en todo el colegio. Seguramente nadie querrá hablarme, pero eso no es nuevo. — No, yo no salgo con chicos, acostúmbrate, mamá. — ¿Por qué estás así? — Porque estoy cansada de todos. Si no soy guapa como Sharon, no es un delito. Si fuera como ella, no estaría en esta situación porque a ella los hombres la respetan e idolatran, en cambio, yo soy la burla de todos. — Son diferentes, pero tú eres hermosa y dulce. Tienes un gran corazón y unos ojos hermosos, enamoran. — Yo soy la mejor amiga, la graciosa y agradable, pero no la que invitan a salir. — Ya llegará un chico que te valore. — No me interesa, mamá. Yo solo quiero mudarme a una isla desierta sin contacto con el sexo opuesto. Mi madre ríe. Es la verdad. Puedo vivir sin un hombre y no tener novio porque no es el fin del mundo. No estoy mal porque me había ilusionado con Thiago, estoy mal porque no es la primera vez que ocurre esto. En mi vida, todos son así. Solo me utilizan como Aarón y me maltratan como Lucas o esa chica. Si no soy bonita, es mi problema. No tienen derecho a humillarme, y estoy más enojada conmigo misma por permitirlo. Por primera vez en la vida, Sharon me trajo la cena a la cama. — Ya me contó mamá, o más bien se rumorea en todo el colegio. — Eso no me hace sentir mejor. — Tranquila, Sofía. Ya le exigí a Maura que aclare que no eres ninguna zorra, o cierto video suyo iría a las redes. — Gracias. — No lo hice por ti, sino por mi reputación. No te acerques más a Thiago o Maura es capaz de asesinarte. Si quieres un novio, yo puedo ayudarte. A Lucas le gustas. — ¿Qué? — Lo que escuchaste. Le encantas, y estoy seguro de que feliz te quitaría la virginidad. Es lo que necesitas. — Él es un cerdo. Me quiso tocar. — Así son los hombres, Sofía. Debiste aprovechar la oportunidad porque dudo que alguien más se fije en ti. Mi hermana está loca si cree que me fijaré en un pervertido. Prefiero mil veces estar sola que con él. — Puedo hablar con él para que salga contigo. — Estoy bien así, sola. — Thiago es un imbécil y ni siquiera tiene dinero. Es mejor que no se dio nada entre ustedes. Pero claro, no hay muchos candidatos. Yo salgo con el chico más rico del colegio. Es extraño que no haya presumido que los Rey son una de las familias más influyentes y adineradas de la ciudad. — No me gusta Thiago. Solo pensé que seríamos amigos, pero se arruinó todo. — Sé perfecto quién te gusta, Aarón. — Nunca me metería entre ustedes. Es verdad. Una cosa es que me guste Aarón y otra es que le quite el novio a mi hermana. Yo no soy así, aunque ella no ha sido la mejor conmigo. — Aunque lo intentes, Aarón nunca me dejaría por ti. Mírate a ti y mírame a mí. — No salías con Aarón, ya deberías irte. — Tienes razón.
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