Trece años. ¿De verdad había pasado tanto tiempo desde que se marchó de New Hampshire ? ¿Por qué sus sentimientos por él seguían siendo los mismos después de tantos años? Debería haberse olvidado de él. Pero allí estaba, trece años después, sintiendo un pellizco en el estómago ante la idea de volver a verlo. Le resultaba difícil creer que Damian volvía a New Hampshire para quedarse. Hasta entonces había ido de un sitio para otro, sin parar nunca. Quizá era cosa de su mujer, pensó, aunque no parecía el tipo de chica que quiere que sus suegros se involucren en su vida marital. Entonces se le ocurrió que quizá Damian y su mujer estaban esperando un hijo. La idea hizo que se le encogiera el corazón y tuvo que abrir la boca para llevar aire a sus pulmones. En ese caso, quizá sería lógico que