—¿Quées lo que pretendes?— Traga saliva apretando sus labios por la cercanía. No quería otra vez terminar en sus brazos, porque esta vez, no sabia cómo iba a reaccionar ante todas aquellas emociones que le generaban los toques de Arden. El morocho sonríe al sentir sus emociones y aquel nerviosismo que la recorre. —No haré nada malo, Blaire, pero necesito que te sueltes y relajes.— Pide relamiendo sus labios de manera sensual. Ella clava su vista en sus labios húmedos y asiente perdida por la fragancia que Arden suelta con solo respirar. —Es... Difícil.— Jadea cuándo siente, aún, las caricias en su cintura nuevamente. —¡No lo es, muñeca, sólo cerra los ojos y desealo!— Susurra en su oído. Blaire siente una correntada recorrer su piel generándole un escalofríos. —¿Que de todo tengo qu