Arden moja sus labios. —¡Carajos, esto tiene qué ser una maldita broma!— Se queja. Thomas, su padre y Hakeem parecen estar entretenidos con el fuego y la sangre. Mientras qué Karim sigue colgando de la pared, en pésimo estado, observando todo a su alrededor. —Vamos, muñeca.— Aprieta sus labios. —Por favor.— Titubea cerrando sus ojos. Quiere estar a solas con ella, no que estén todos allí, y qué la situación sea diferente, quería que Hakeem se la hubiera llevado del lugar, cómo le había pedido. —No me hagas esto, Blaire, se qué merezco tu destrato, pero no puedo dejarte si no estás bien.— Susurra bajito. —"Necesita comer, Arden."— Los gemelos demandan. —"¡No me jodan!"— Suelta frustrado. Deaton suspira en su mente. —"Se qué estás expuesto a ellos y es lo primero que querés evitar, p