La misma madrugada Estambul Palacio Topkapi Burcu Me invade una sensación de desconcierto cuando soy sorprendida por la voz acusadora de Brajin, haciendo que mi mundo parezca detenerse por un instante. Mi corazón se acelera y un sudor frío recorre mi cuerpo, mientras mis piernas tiemblan involuntariamente. En el pasado, hubiera enfrentado con valentía su mirada y replicado sus reclamos con determinación. Sin embargo, las circunstancias actuales son radicalmente diferentes, impidiéndome revelar mi rostro y responder a sus palabras, ya que eso solo despertaría sus sospechas, desencadenando un interrogatorio y exponiéndome a un peligro innecesario. Debo recordar que mi hermano no es de fiar; es propenso a la intimidación y nunca guardaría mi secreto. Entonces estoy en una encrucijada,