El mismo día Estambul Palacio Topkapi Emir Volví a mirar los ojos de Brajin buscando un indicio de verdad, pero a esas alturas nada de lo que reflejaba su rostro era real, no era ingenuo y sabía que debía ocultar sus emociones para vencerme, para obtener el ansiado trono. Sí, juega de su lado, incluso sus palabras podían ser una manipulación, disfrazando sus sentimientos bajo ese manto de conciliador y era capaz de cegar a los inocentes, pero conozco su esencia, así tuve que asustarlo con forzarlo a beberse el veneno, pero siendo sincero era solo agua. Lo engañé esperando tener éxito, hasta que la voz áspera de Ramsés resonó en el ambiente. –¡Emir! ¡Suelta a Brajin! No te das cuenta que casi no puede respirar. Lo mataras si continúas apretando su cuello. Encima solo te repite mentira