Capitulo 6

1920 Words
Narrado Jordi No me suelo figar en las cosas que le gusta a mi hermana. No  porque no me gustara o porque pudiéramos compartir gustos, sino porque si mi hermana y yo compartimos un solo gusto me vuelve loco, me haría llevarla a todas las presentaciones de ello, en barcelona hay bastantes, pero hay muchas más en madrid, por mucho que en ave sea poco, me iba volver demasiado loco y no estoy preparado para ello. Tras que mi hermana dejara que sus idolas entraran en casa, nos fuimos a la nuestra, mi hermana se fue corriendo a su habitación a enmarcar la revista, mi hermana estaba realmente feliz y ella no era de esas personas que iba a acosar a sus idolas, iba dejarlas pero verlas la haría mucha ilusión y saludarlas, con una respuesta de ellas, le haría feliz. Me imaginaba a unas americanas bastante engreídas y pijas pero en todo momento hicieron el esfuerzo de hablar en español con mi hermana aunque les costaba, parecían humildes, no se, me habían gustado, estuvieron en todo momento muy correctas y amables, le podían haber mandado a pasear a mi hermana, Al final y al cabo llegaban de un viaje de varias horas, un viaje largo, no me extrañaría que le dijeran que no iban ha hacer nada, pero lo hicieron, me gusto eso. Llame a mi amigo, Aleix, era mi amigo de toda la vida, con quien hice muchas locuras y quien me ayudo a volver locos a mis padres en más de una ocasiones. —¿Que tal desaparecido?—me pregunto nada más descolgar la llamada. Reí. Llevaba dos semanas en modo desconexión de todos lados, mis padres me estaban comiendo mucho la cabeza y necesitaba pensar, analizar y asumir que las cosas, no eran como planee con dieciocho años. —Necesito una cerveza—le confesé. Mis padres me habían saturado, necesitaba que mis amigos me apoyaran y me contaran chorradas. —Estoy en el conservatorio esperando a Albert, vente—me dijo. Albert era nuestro otro amigo quien se estaba sacando la carrera superior en piano, para ser sincero el mundo de la música me era demasiado complicado de entender, al menos el mundo de los conservatorios. —Dame diez minutos—le dije antes de colgar. Subí a la habitación de mi hermana lo más rápido que pude. —Deberías ir a clase de violín—le dije. Mi hermana me miro molesta. —Me has dicho que dirías que estoy enferma—se quejo. La mire. —He visto las entradas del recital, mama y papa van a librar para ese sábado, como no lo hagas perfecto, te mataran y a mi contigo—le dije. Mi hermana me miro. —¿Me estas chantajeando?—me pregunto sería. La mire. —No—dije con miedo. Mi hermana me miro seria. —Solo te aviso—le dije. Mi hermana me miró con su cara de asesina. La desigualdad de generó existe, porque los hombres sabemos que si dejamos que las mujeres tengan el mismo poder que tenemos hombres, destruirían o mejorarían el mundo, pero lo que hicieran, lo harían mejor que nosotros porque la capacidad de las chicas de hacer las cosas de forma increíble, con una mirada ya movían el mundo entero. —Solo te doy mi opinión—añadí al ver que solo se dedicaba a mirarme con cara de asesina. Mi hermana se relajo, se sentó en la cama y me miro. —Creo que hay algo más detrás de esto—me dijo. La mire. —Ve y averígualo—le dije, Mi hermana me miró, voy a dejar claro, mi hermana es mucho más curiosa que cabezota. Pero en muchas ocasiones por muy curiosa que fuera, solo por j***r no  haría lo que esperabas, enserió mi hermana era muy puñetera, mi amiga Angela decía que era porque eres geminis. —Vale, vamos—me dijo No se como lo hice, quien conozca a mi hermana sabe que es la persona más testaruda del mundo, cuando se le mete algo en la cabeza, sacarle de esa idea es imposible, no porque  te de unos argumentos que te dejan sin palabras, la cosa es que no es capaz de cambiar de opinión, no quiere y  creo que lo vaya a intentar, le gusta pensar de esa forma y se mantiene seria y fuerte en eso, ella se dice determinada, yo le dijo cabezota pero llega a ser lo mismo. —Que sepas que se que lo haces por ver a tus amigos—me aviso mi hermana. La mire.. —No te enfades—le dije y ella me miro—Le he dicho a todos tus profesores que estas afonica, no hables—le dije. Mi hermana me miro. —Aceptamos—me dijo haciéndome reír. La mire y bese su mejilla, mi hermana salió del coche cuando estuve enfrente del conservatorio. Rápidamente envié un mensaje a todos los profesores de mi hermana para que estaba mala aunque fuera mentira, todos me respondieron amablemente que estaba bien y que no la forzarían ha hablar y menos mal porque mi hermana era capaz de clavarme algo en el ojo por haberle  mentido, cunado éramos más pequeños una vez que le prometí llevarla por helado al volver le internado militar, se me olvido, mi hermana me rapo mientras dormía, me echo sedantes en la comida y me rapo, solo tenía seis años, esa niña no domina el mundo porque no quiere. Aparque el coche en un aparcamiento cercano, me fui al bar de enfrente del conservatorio y me acerque a la mesa en la que estaban mis amigos, Angela, Aleix y Jara. Al estar a su lado bese la mejilla de las chicas y me sente alado de Aleix, quien sin decir nada me dio una botella de cerveza. —Eres un genio—le dije antes de darle un largo trajo. —¿Te has vuelto a pelear con tus padres?—me pregunto Angela. Deje la botella en la mesa y las mire. —Mi padre no para de recordarme que no tengo dinero—les dije. —Tranquilo, a esta cerveza invito yo—me dijo Aleix. —Gracias—le dije y me puse cómodo en la silla—Necesito un trabajo y pirarme—me queje. Jara río. —A los jóvenes no nos dan trabajo de lo nuestro—comentó. La mire, tenía demasiada razón. —No tenemos experiencia, debemos resentiros a ser becados sin cobrar para tener experiencia y vivir de nuestros padres mucho más—comento Angela. —No se de que os quejáis, yo tengo trabajo—comento Aleix. Le mire. —En la empresa de tu padre—le dije. Aleix se encogió de hombros. Mi amigo era vecino de muchos de los futbolistas del barcelona, su padre era un empresario y tras que Aleix terminara marketing, le dio trabajo en la empresa, a mi amigo le apasiona dibujar y ahora le pagan por dibujar campañas de publicidad, es el único con suerte. Físicamente era demasiado parecido a su personalidad, un payaso andante, pero en el buen sentido, siempre llevaba su pelo echo mierdas, sus zapatillas y calcetines de bananas subidos hasta arriba, hoy llevaba pantalón corto pero nada le hará bajarse sus calcetines e intentalo, tiene un cuarenta y cinco, te pega con eso y te destroza. Jara era como yo pero en letras, se acababa de licenciar en filología hispánica pero eso en cataluña no gusta por lo que le estaba costando encontrar trabajo, estaba mirando fuera pero le gustaba su casa, la ciudad y no quería estar lejos de la playa. Se que no todos los catalanes son igual y encontrara trabajo pero muchos lugares a los que ha ido le preguntan que porque no habla catalan, Jara habla cinco idiomas sin contar el catalán, estudio lo que más le gustaba. Era una chica castaña con los ojos color miel, era demasiado alegre y divertida, si tenías que hacer un plan loco llamale a ella que siempre te iba a ayudar.  Recuerdo una vez que retaron los de las casas mayores a Aleix a ir de teletubi o teletabi, esos bichos de la tele, ella hizo que todos nos disfrazáramos de uno de ellos cada uno y el sobrante del sol Angela era la que estaba más loca de todos, había estudiado un doble grado de turismo y hostelería, no contenta con eso se metió en una cosa llamada animación sociocultural y hace cursos para seguir formándose, ella ama viajar y la cosa esta bien pero no se si sus padres le van a seguir pagando todo y aguantando en casa o la van a echar, antes de que pueda cumplir su plan de abrir un hotel. O quizás se vaya un día y no la volvamos a ver, de ella me espero cualquier cosa, siempre esta haciendo algo, nunca para, es como si amara todo y nada a la vez, no puede dedicarle el tiempo suficiente a las cosas yendo como va, con locura. Somos jóvenes pero no idiotas, merecemos oportunidades que nadie nos da. —Me han recomendado abrirme un ** para mis fotos—comente. Jara me miró. —Es buena idea—me comentó. Le mire. —Yo hago de modelo—dijo Angela, La mire, creo que le hacía a ella más ilusión que yo. —Lo pienso—le dije. En ese momento Albert se acerco a nosotros. Lo que he dicho antes de que estudia piano en el conservatorio no os tiene que engañar, Albert es un maldito hippie de pies a cabeza, tiene el pelo rizado, que eso no tiene nada que ver pero va con el lock, esta totalmente tatuado, es tranquilo y estudia música porque es lo que más les molesta a sus padres, ellos eran unos abogados que querían que su hijo también debía serlo pero a Albert no le gustaba esas cosas, el quería vivir la vida y viajar en una caravana viendo mundo, hasta que se le acabara el dinero que había conseguido ahorrar en unos años, ya se vera si lo consigue. —¿Estabas buscando un trabajo?—me pregunto Albert. Le mire. —Si—le dije sin entender nada. —En el bar que trabajo estab buscando un camarero para verano—comentó. Le mire. —¿Me puedes meter?—le pregunté. Mi amigo me miro. Se sentó y envió unos mensajes, agarro la cerveza de Angela para beber un poco de ella. —Gilipollas—le grito Angela. Le quito la cerveza de la mano, para mirarle mal. —Mañana empiezas—dijo Albert. Le mire sorprendido. —¿Como tan rapido?—le pregunte sorprendido. —Soy el gerente, hago lo que quiera—me dijo, Negué riendo. Es españa la cosa va por enchufe, si conocías a alguien en algún lugar, lo tenías todo hecho la gente os puede decir que no si quiere que es mentira pero os digo yo que las cosas funcionan así. —Pues brindemos por eso—comento Jara. Todos llevamos las botellas al centro menos Albert que llevo su puño porque no tenía una botella y bebimos para celebrar mi nuevo trabajo, no se si va durar, no se como va salir y no se si va durar, pero esperaba que las cosas salieran bien porque mi futuro con mis padres y mi estabilidad emocional dependían de ello.
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