PVO Bárbara.
No cabe duda que cambiarse a una ciudad costera como Miami fue una buena elección, además a mi pequeña le encanta y le puedo dar todo lo que a ella le gusta, pero siempre y cuando este a mi alcance claro. Pero hoy, no se pudo, y ella lo entiende.
_No puede ser que no hayamos alcanzado la mesa que Alice tanto quería,¡Ay pero que cólera! hubiésemos hecho la reservación con días y ahí sí. Mira a esas personas, tienen el privilegio de comer ahí. Que suerte la de ellas.
_No te quejes Caro, aquí está bien, no sabíamos que elegirían mi colección, esto fue algo inesperado y lo sabes.
_Va.-Reniega y hace ojitos a mi niña que come su mini hamburguesa sin preocupaciones.-Y a ti princesita Alice, mis felicitaciones, ya tu mami me dijo que obtuviste tu estrellita de primer puesto, eres la más inteligente y linda niña que he conocido. Cómo me gustaría que mis hijos con Max sean como tú.
_¿Ah?
_Es un decir, ¿Que?¿Acaso es un pecado imaginar?
Esta mujer está loca, pero aún así la adoro.
_Gracias tía.-Responde mi niña inocente sin imaginar las intenciones de Caro.
_Yo también estoy orgullosa de tí mi vida. Oh cierto, tus manos, vamos a lavarnos Alice o puedes coger alguna enfermedad.-Caro rueda los ojos, porque sabe que la cuido al milímetro, sí pues, soy una mamá muy sobre protectora.
Alice se levanta sin decir mucho, mi niña es muy inteligente para su edad y sabe obedecer. Salimos al lavado y cuando estoy por abrir la puerta, una presencia conocida se pone al frente y yo palidezco al reconocerla. No, no puede ser. ¡¿Que hace ella aquí?!
_Bárbara Hamilton, cuánto tiempo de no verte.
Calma Barbie, respira, piensa, que esto no te afecte, no tiene porqué. Yo me fui, es ella la que no debería estar en esta ciudad, quizás solo sea de paso, sí eso debe ser.
Me pongo delante de mi niña para que no se asuste ante la presencia de esta mujer que la mira con odio y desdén.
Alana Redmond.
La ahora esposa de Guilio, se acerca pero yo no dejo que su mirada me aturda, aunque de hecho debe estar furiosa porque no hice lo que me pidió hacer ese último día en Nueva York.
_Así que me engañaste y tuviste a la bastarda, pero que descarada eres.
_Cuidado como te diriges a ella Alana.-Le advierto molesta.-De mí puedes decir todo lo que quieras, pero a ella no.
Sostengo la mirada, ella igual. Si no estuviera mi hija que sigue lavándose las manos de manera despreocupada, ya le hubiese dado un buen bofetón por insultar a la luz de mi vida.
_Bien, me quedaría aquí, pero tengo cosas más importantes que tratar que con la basura que mi esposo desechó.
_Despreocúpate, lo mismo pienso.-Creo que ella no se ha dado cuenta que también fue desechada por dos años.-Más bien ignora este encuentro que poco o nada me importa.
_Mira zorra.-Me toma del brazo. Calma Barbie, Alice está detrás.-Ni se te ocurra decirle nada a Guilio de ella, ¿Me oíste? O pagarás las consecuencias.
Me safo con fuerza pero sin dejar de sonreír. Yo a ella no le tengo miedo, ya no.
_Como dije, despreocúpese Alana, pretende que no existo, que nunca nos hemos visto, tú continua con tu vida y yo con la mía.
_¿Mami?
Mi niña terminó de lavarse las manos, así que me acerco a ella y la cargo en mis brazos, escondo su rostro para después salir sin decir ni una palabra más.
Al llegar a la mesa, Caro ve mi cara de preocupación.
_Debemos irnos de aquí Caro, hay personas indeseables en el restaurante.
_¿Ya nos vamos mami? Pero no he terminado mi hamburguesa.
_Vamos a llevarla a casa y ahí te la comes cariño, ¿Sí?.-Ella asiente y yo le doy un beso.-Esa es mi niña. Caro, vámonos.-Le indico cuando la mujer de vestido rojo y presencia poderosa me mira a lo lejos.
_¿Pero que pasó Barbie?
_Camina, te cuento en el auto.-Hasta aquí siento los puñales por mi espalda de esa desquiciada mujer.
Entramos al auto y acomodo a mi niña atrás con su cinturón de seguridad y su juguete favorito, mientras yo conduzco.
_¿Y?¿Ahora sí me vas a decir que pasó?
_Alana, eso pasó.
_¿Que? ¿La ex de Guilio?¿Pero que hace ella aquí?¿No debería estar en Nueva York?
_Eso mismo pensé, quizás solo este de pasada y me esté preocupando de más.
_¿Y si vino con él?
_Me vale, solo quiero paz y tranquilidad en mi vida Caro y con esa gente no la voy a tener.
_Espera, ¿Vio a Alice?
_Ajá, pero descuida, le dije que me ignore, que no debe preocuparse de ella, mucho menos de mí.
_Oh vaya, pero si que debió sorprenderla ver a mi sobrinita.
_Pues sí, ella pensó que la aborté.
_Esa malnacida del demonio, no sé cómo es que Giulio estuvo de acuerdo con tal salvajada.¿Tan malo era?
_No, lo dudo. Más bien creo que él nunca supo nada de mi niña, y fue Alana la que actuó sola por desesperación, quizás pensando que su flamante esposo la podría dejar y volver a mí.-Aunque lo dudo pero no me importa en lo absoluto.
_Oh vaya, esperemos que nunca más los vuelvas a ver Barbie.
_Eso espero.
Respondo mientras a mí vuelven esos días cuando Alana se apareció frente a mi puerta y me dijo que abortara a mi bebé, tirándome un fajo de dinero como si mi hija fuera algo desechable. Aún no se cómo se enteró. Pero obvio no le hice caso, jamás mataría al amor de vida, pero se lo hice creer para que me dejara en paz de una buena vez por todas y de ahí, me cambié de ciudad a iniciar una nueva vida lejos de los Sterling Redmond.
Todo por mi niña y su tranquilidad, y la mía claro. Nueva York es una ciudad con recuerdos muy caóticos.
Dejo a Alice con mi tía que la cuida y vuelvo al trabajo con Caro, pero al llegar, nos damos cuenta que hay dos autos estacionados al frontis de la empresa y un par de guardias en la entrada, cosa que no es normal. Caro y yo nos miramos, ninguna entiende que esta pasando.
Cuando entramos, pregunto a uno de mis compañeros la razón de tal alboroto.
_El Jefe acaba de llegar con un hombre guapísimo y dicen que le va a ceder la dirección de la empresa.
_¡Que! Dime que estas bromeando.-Veo a Rebeca , mi superior acercarse hacia nosotros.
_Rebeca, ¿Es cierto lo que dicen?
_¿Y que dicen?.-Pregunta mirando a mis amigas.
_Que va a cambiar la dirección de la empresa. Que hay un nuevo dueño.
_Así es,quizás sea repentino pero eso no debiera molestarle a nadie , son cambios que gerencia lo ve. Nosotros somos solo trabajadoras que debemos acatar las órdenes que se nos de, eso bien lo saben.
_Sí pero, ¿Que hay con el presupuesto para la colección que voy a presentar en el desfile de Nueva York?¿Se va a mantener?.-Pregunto preocupada porque si no le agrada mi colección al nuevo Ceo podría disminuir mi presupuesto o aun peor, quitarme la elección de la junta.
_Supongo, pero eso ya lo hablarás con el nuevo jefe.-Osea debo esperar a conocerlo:-Tranquila, él estuvo en la junta de la elección de tu colección y fue uno de los que boto por tí, incluso me atrevería a decir que le fascinó.
_¿De veras?.-Ella asiente y después de algunas palabras tranquilizadoras, se retira a la fabrica a ver las telas que acaban de llegar.
_Tranquila Barbie, nadie va a cambiar tu colección ,ademas ya escuchaste a Rebeca, él votó por tí. Por cierto Bety, ¿Es joven y guapo este nuevo director?
¡Ay Caro!
_Sí lo vieras Caro, esta para envolver y llevar, pero lástima, por ahí me dijeron que esta felizmente casado y hasta tiene una hija con su hermosa esposa.
La cara de decepción en la cara de Caro es graciosa. Ella enamorada de mi frío hermano pero buscando novio con desespero, pienso en algo que la anime, y como ya estoy tranquila que el presupuesto para crear mi colección está asegurado, le lanzo la propuesta.
_Caro, estoy disponible el sábado, así que puedes invitar a tus amigos a una cita doble.
_¿Hablas en serio Barbie?.-Asiento con una sonrisa.-¡Bien!¡ Ya estoy animada de nuevo! Voy a llamar a Marco y le diré que sí vas a ir.
_¿Acaso estaba esperando a que fuera?
_Bueno amiga, vió tu foto en tu perfil y le impactó. Eres una Barbie humana, si no fuera por tus cabellos negros, lo serías.¿Porque no te los pintas?
-Deja de decir tonterías loca, mas bien vayamos a trabajar. Ah y no me culpes si mi hermano se molesta por la salida.
_Por mí, que se vaya al diablo. Apartir del sábado, voy a dejar mi amor por él e iniciar una nueva vida.¡Sí eso haré!
Lo mismo dijo hace algunas semanas, por eso sé que no lo hará. Toda una loquita.
Voy con Caro hacia la zona de trabajo pero Bety me llama, tiene el teléfono en la mano.
_Barbie te solicitan en gerencia, dicen que el nuevo jefe quiere conocerte en persona, creo que quiere felicitarte por el trabajo de tu colección.-Susurra y me guiña el ojo.
_Ay vamos Barbie, ve. No lo hagas esperar.-Trato de ponerme lo mas presentable en cuanto a mi vestimenta, pero ella saca el labial y sus polvos.
_Oye voy a ver lo de mi colección con gerencia, no voy a ir a club a exhibirme.
_Igual, tú eres la ahora imagen de esta empresa y debes verte como dicta tu nombre cariño. Listo, ahora ve y mueve ese cuerpo, no te digo que lo seduzcas pero si que suelte un poco mas de presupuesto, vamos, ve, ve.
Esta loca y sus ideas, con que me de lo pactado en lo que se quedó en el concurso , no tengo problemas.
Llego y toco la puerta, el Sr Angus y actual Ceo de Lovemoda, es quien me recibe.
_Que bueno que llegó Srta Hamilton, hay un asunto que me gustaría hablarle, pero primero felicitarla por ganar el concurso, no esperaba menos de alguien tan talentosa como usted.
_Gracias Sr Angus.
_Y segundo, quiero presentarle a alguien, es el actual accionista mayoritario de nuestra empresa, regresó hace poco de Italia, tiene toda la experiencia en cuanto a tendencias se refiere y es quien se va a encargar de dirigir la empresa en mi lugar.
Dirijo mi vista hacia un hombre que esta sentado, mirando hacia la ventana, como si no le importara mi presencia.
_Giulio, quiero presentarte a Barbara Hamilton en persona.
¿Giulio?
No, no puede ser. Debe ser solo el nombre, solo una coincidencia. Cálmate Bárbara.
El hombre se da la vuelta en su silla giratoria para dejarse ver y mi sangre se vacía en ese instante.
_Bárbara, te presento a Giulio Sterling, el nuevo Ceo de Lovemoda y tu jefe inmediato.
¡Mierda!¡Mierda! Lo es, sí es él, Guilio Sterling, mi ex.