Capítulo 7

1340 Words
Nate Irónicamente, el ritual de luz y oscuridad se llevaba a cabo en el mismo lugar donde, en nuestra dimensión, realizamos el ritual de la Llamada Arcana. La piedra milenaria, erigida como un majestuoso obelisco en el centro de un antiguo círculo de piedras, se alzaba imponente bajo el cielo nocturno, bañada por la luz de la luna. Su superficie lisa y fría, marcada por los signos del tiempo, nos esperaba para medir nuestro potencial de luz y oscuridad, aunque aún no sabía exactamente cómo lo haría. A nuestro alrededor, el ambiente estaba cargado de una tensión y ansiedad. Los profesores y los padres de Lena, Jack y Diana, estaban sentados delante de nosotros, compartiendo el mismo aire de nerviosismo que nos envolvía. Sus rostros, iluminados de manera intermitente por las antorchas que rodeaban el espacio ceremonial, no revelaban nada; si sabían algo más sobre este ritual, lo ocultaban detrás de máscaras de preocupación y expectación cuidadosamente mantenidas. El murmullo constante de los otros estudiantes llenaba el aire, creando un zumbido de fondo que solo acumulaba estrés a nuestra ansiedad. La mayoría de ellos vestía túnicas blancas con intrincados detalles dorados que reflejaban la luz de las antorchas, dándoles un aspecto casi etéreo. Mientras observaba, no pude evitar sentirme un extraño en un mundo tan diferente y formalmente místico. De repente, sentí un calor en mi nuca, como si alguien me observara intensamente. Giré la cabeza y me encontré con la mirada fija de Lena. A su lado, el doble de Julián también nos observaba, pero era la intensidad en los ojos de Lena lo que capturó toda mi atención. Aunque su rostro estaba impasible, sus ojos ardían con una emoción que no lograba descifrar. Justo entonces, la rectora se puso de pie con una gracia autoritaria, captando la atención de todos los presentes. Su voz, firme y resonante, cortó a través del murmullo como un cuchillo afilado. —Bienvenidos a todos. Esta noche es para celebrar, como cada vez que realizamos la ceremonia, —anunció, extendiendo los brazos como si abrazara a todos.— Nuestros invitados están ansiosos por encontrar un lugar en nuestro mundo. Así que no los hagamos esperar. —Comenzaremos con los adultos,—anunció Valthor a su lado, y justo en ese momento, un sonido melódico comenzó a resonar por todo el lugar. La atmósfera cambió drásticamente; lo que había sido un murmullo de conversaciones se transformó en un coro coordinado y misterioso. Todos nos giramos, mirando a nuestro alrededor con expresiones de preocupación, hasta que nos dimos cuenta de que eran los estudiantes recitando algo en unísono. Los nervios se dispararon dentro de mí, una sensación fría recorriendo mi espalda, recordándome inquietantemente los demonios con su ritual en nuestra propia dimensión. Mis músculos se tensaron involuntariamente, preparándome para lo desconocido. Mientras buscaba algo familiar en la multitud, mi mirada encontró a Lena. Ella estaba cantando como los demás, su voz elevándose en el aire cargado de magia, pero sus ojos estaban clavados en mí. En ellos brillaba una luz extraña, casi hipnótica, que me hizo cuestionar qué pensamientos cruzaban por su mente. —Da un paso adelante, Jack Lockheart. La voz de la rectora rompió mi concentración. Jack se levantó de su asiento, y antes de avanzar, besó a Diana suavemente, un gesto de despedida o tal vez de buena suerte. Luego, con pasos lentos pero seguros, se dirigió hacia el altar donde la rectora esperaba. A medida que avanzaba, el coro de voces parecía volverse más intenso, llenando el espacio con una energía palpable que hacía que el aire se sintiera más pesado. —Por todos los malditos dioses, —murmuró Julián a mi lado, —esto es demasiado aterrador... La rectora le entregó una copa que contenía un líquido extraño, en el que se mezclaban sombras y destellos de luz brillante, como si pequeños relámpagos estuvieran atrapados dentro de ella. —Bebe de la fuente, y muéstranos tu verdadera magia, —dijo la rectora, su voz elevándose sobre el coro que ahora repetía la misma frase en un mantra hipnótico. Sin mostrar vacilación, Jack tomó la copa y bebió el contenido en un solo trago. Después de devolver la copa a la rectora, se colocó frente a la piedra milenaria, que ahora emitía un resplandor que iba en aumento, como si estuviera respondiendo a la presencia del líquido mágico que Jack acababa de ingerir. Todos observábamos en silencio, reteniendo el aliento, mientras esperábamos ver la manifestación de su verdadera magia en esta dimensión. La piedra centelleó con una intensidad cegadora, despidiendo un brillo blanco que iluminaba el área a su alrededor como si el sol mismo hubiera decidido posarse sobre ella. Entonces, un halo de luz comenzó a deslizarse sobre la superficie de la piedra, moviéndose con la gracia y agilidad de una serpiente, buscando su objetivo. La luz encontró los pies de Jack y empezó a trepar por él, ascendiendo lentamente, envolviéndolo como enredaderas de luz que se aferraban a sus piernas y torso hasta finalmente alcanzar su pecho. Allí, como si una espada invisible lo atravesara, la luz se clavó en su corazón. Jack vaciló, un paso inseguro lo llevó hacia atrás mientras luchaba por mantener el equilibrio. La rectora, observando la escena, no pudo contener una risa de genuina satisfacción antes de gritar con claridad triunfal: —Luz. Esa única palabra resonó con un peso de finalidad. Jack, recuperando su compostura, regresó lentamente a su lugar entre nosotros, aún visiblemente afectado por la experiencia, pero aparentemente ileso. —Lysandra Moon, —llamó la rectora a continuación, su tono de voz volviendo a una neutralidad profesional. La profesora Moon, con una calma que parecía forzada, replicó el proceso del ritual. Se posicionó frente a la piedra radiante, donde la luz brillante y una sombra densa comenzaron a jugar una danza visual impresionante. Con una respiración contenida y una expresión de concentración absoluta, ella esperó mientras la luz y la sombra luchaban por predominar. Finalmente, la luz brillante se impuso, envolviéndola por completo. Era luz también. La confirmación pareció traer un suspiro colectivo de alivio entre los observadores, pero una tensión subyacente permanecía. El profesor Thornwood y la profesora DuLac fueron los siguientes en realizar el ritual. Ambos se acercaron al altar con una calma que sugirió familiaridad y respeto por el procedimiento. Después de consumir el contenido de la copa mística, se posicionaron frente a la piedra. En ambos casos, la luz que emanaba del obelisco los envolvió suavemente, confirmando su afinidad con la magia de la luz. La multitud observaba, satisfecha pero tensa, anticipando los turnos que seguían. Luego llegó el momento del profesor Nightshade, quien avanzó con un paso firme y confiado hacia el altar. Su actitud mostraba una seguridad que pocos poseían en situaciones tan inciertas y complejas. Bebió de la copa y se colocó frente a la piedra, su silueta erguida y decidida. Por unos largos segundos, reinó un silencio absoluto, como si el tiempo mismo contuviera la respiración. Luego, abruptamente, el caos se desató. A diferencia de la sutil emanación de luz en los casos anteriores, la oscuridad que se reveló no tuvo nada de delicada. Era abrumadora y absoluta, envolviendo al profesor Nightshade en un manto n***o que parecía devorar toda luz y esperanza a su alrededor. En un parpadeo, la figura del profesor simplemente desapareció, dejando un vacío en su lugar que provocó murmullos de desconcierto entre todos, especialmente entre nosotros. —¿¡Qué pasó!? —exclamó Jack, levantándose bruscamente, su voz reflejando la alarma y la confusión que muchos sentíamos. —Él está bien, —aseguró la rectora, aunque su expresión mostraba un leve rictus de desagrado. —Su magia es de oscuridad, por eso la Academia nos protege. —¿Cómo los protege? —inquirió Marco, su tono lleno de escepticismo y preocupación, claramente excluyéndonos de su afirmación de protección. —Los lleva directamente a la grieta, donde sus... pares esperan, —explicó ella, su respuesta cortante y sin adornos sugiriendo que el tema no era propicio para más preguntas.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD