Capitulo 5

2174 Words
Katy. Desde la cocina miro a Benicio con un solo ojo así no se da cuenta que estoy al pendiente de él, de como habla, de como se mueve, de como se rie, de como se defiende de Ki cuando lo golpea, y si sabe que estoy pendiente de él me lo va a decir y va a ser una vergüenza terrible, suficiente tengo con que anoche estuvo en mi casa. Decido ponerme a terminar rápido mis trabajos o sino me atraso mucho y no quiero quedarme todo el día, decoro una torta que encargaron por un cumpleaños, dejé los bizcochos con los rellenos desde ayer así que solo debo decorarlos, siempre tomamos pedidos así porque les gustan mucho las tortas, en un comienzo no lo hacíamos mucho porque no queríamos sobrecargarnos ya que no teníamos cocineros con experiencia, contratamos a toda gente que no sabia nada y los fui instruyendo, dos se fueron porque les pareció que le exigía mucho que los bizcochos queden cocinados, pero quedaron los que quisieron aprender y ahora somos un buen equipo, de la parte de repostería y pastelería somos cuatro, después hay dos cocineros por turno, tres ayudantes de cocina por turno, tres limpiadores que se dividen entre los platos, mantener la cocina y los baños limpios, más todos los meseros. —¿Katy, cómo va está?. —miro a Soledad sonriendo. —Mmm, hazle una crema de frutos rojos y después agrégale frutas arriba. —muevo la mano como explicándole—. Abundante si, que cada porción tenga unas buenas frutas... El otro día se la llevaron como aire y pedían mas. —Dale... ¿Qué te parece si estas tres de frutos rojos y esta de frutillas? Me gustó la de frutillas. —Dale, si si, buenísimo así hay como otra variedad. —me rio negando y miro a Juan que es él que se encarga de todo detrás de la barra donde nadie lo vea segun él. —Ya encargué todo. —se pone una mano en el pecho inclinándose hacia adelante donde me molestan con el repartidor y hoy tomó los pedidos él—. Lastima, perdóname por ocupar tu lugar. —No me jodas nene. —todos se rien por lo que dice. —Hablando en serio... Sergio dijo que despues venia. —niego volviendo a lo mío y haciendo lugar así las camareras se mueven con libertad, tenemos una cocina enorme con el lugar exclusivo para la pastelería pero somos muchos trabajando, ya que encima vendemos un par de comidas—. Lo traes loco mujer. —Nunca le generé esperanzas así que no sé de qué hablas. —¿Y si le das una oportunidad?. —Es terrible mujeriego che. —Apoyo a Katy. —dice una camarera saliendo con una bandeja llena de tostadas. —Yo tambien apoyo a Katy. —señalo a una de las cocineras alzando los hombros. —Aaaa vamos, se pusieron de acuerdo. —¿No lo viste acaso? No soy tonta, se saca el anillo cuando entra. —Jodeme. —por como me mira me dice que de verdad no se dio cuenta—. Jamas lo vi... —Mírenlo... Ese se cree que yo soy tonta todo porque ando con polleras. —¿Tia ya tienes alguna tarta?. —Si, en la heladera están listas varias. —mira a los chicos mientras saca dos tartas. —¿Qué andan cuchicheando ustedes? Después me cuentan. —De que queremos aumento. —Ya se los di el otro mes, ¿qué mas quieren por Dios?. —Mas aumento, ¿acaso no escuchas?. —Quieren hasta nuestras almas tia. —se va negando y ellos se rien. —Bueno voy empezando a preparar todo. —Si, yo a limpiar los baños. —A mi me toca afuera. —Voy a ver las heladeras a ver que falta. —cuando salgo de la cocina y lo veo recuerdo que él estaba acá, dejo unas tartas en la mesada así las acomodo. —¿Tia te quedas un segundo acá mientras voy al baño?. —Si, ve tranquila, me quedo aca un poco así me siento. —guardo las tartas en las vitrinas y me pongo a limpiar el mostrador, la regla principal es la higiene, todos en la cocina usan gorro y guantes, y todas las camareras gorras para retener lo más posible la caía de pelos. —¿Conseguiste todo para tu mamá?. —Si, llegué tarde porque lo fui a dejar a casa. —Que bueno. —asiento sin decir nada, voy dejando las tartas porcionadas así los chicos llegan y sacan—. Katy... —¿Mmm?. —¿Estas con alguien?. —lo miro alzando las cejas y me paro delante de él—. ¿Sales con alguien o estas de novia?. —¿Qué quieres Benicio? Somos adultos, hablá claro porque esa visita de anoche no me sabio nada bien. —No me olvido de esa noche donde nos dijimos que nos amábamos. —¿Y?. —asiente chupando sus labios—. No entiendo que tiene que ver lo que dijimos esa vez con el ahora. —Intentemoslo Katy. —se carga en la barra acercándose mas a mi, casi que nos tocamos las narices—. No podemos arruinarnos la vida de esta forma, debemos darnos una oportunidad. —Estas casado Benicio, ¿de qué oportunidad hablas? Te acabo de cruzar en la calle con tu mujer. —Es un acuerdo con Yoselin y lo sabes Katy, seguro que Nacho te lo ha contado, solo estamos casado pero no vivimos como un matrimonio. —¿Te piensas que soy estúpida? ¿Que no sé que tienes sexo con ella o con cualquier otra?. —No lo tengo. —se para casi tirando la silla y nos miramos directo a los ojos—. Con nadie más estuve después de ti porque te estoy esperando... Porque solo contigo quiero estar. —Cinco años pasaron Beni, ¿en cinco años no estuviste con nadie?. —no dice nada y yo me rio porque es un descarado—. No te estoy juzgando porque es tu vida, pero eres un mentiroso y no te creo nada... Absolutamente nada porque nunca vas de frente y con la verdad Benicio... Siempre das vueltas las cosas en todo, y siempre a tu favor. —No... No es así, a ti nunca te di vueltas Katy y no sé de qué carajos hablas cuando dices que te mentí. —Pero si me mentiste, no lo finjas con que no lo sabes. —queda en silencio sin decir nada—. Vez... ¿Ese amor me tienes? Si tanto me amas dejame tranquila porque con un hombre como tu no quiero volver a estar. —me voy a la otra punta de la vitrina a limpiar y él viene atrás mío pero del lado que estoy no como un comensal mas. —¿Has estado con alguien?. —me arrincona tanto que debo mirar hacia atrás a ver si tiro alguna cosa—. Dímelo Katy por favor. —Si Benicio. —baja la cabeza como rendido—. Estuve con alguien hace ya mucho. —¿Y tu amor donde quedó?. —¿Me iba a mantener en celivato mientras tu estabas casado y viviendo en las Bahamas?. Si claro. —No estuve con nadie. —lo miro alzando las cejas porque lo dice apretando los dientes y dando un golpe en la vitrina—. De verdad lo digo, siempre te esperé y lo voy a hacer porque sé que nos debemos una oportunidad y aclarar bien las cosas. —Es que tu cambias todas las cosas Benicio. —No lo hago. —Acabas de decir que me esperaste. —Si, te di tus tiempos pero lo único que haces es esquivarme para no afrontar la verdad. —¿Íbamos a afrontarlo en medio de los cumpleaños?. —Sabias donde vivía. —¿Acaso pretendias que viaje a donde estabas y te diga que lo intentemos? ¿Estas loco? Sabes que no voy a ningún lado por mi mamá ¿qué esperabas que hiciera? hubieras venido tu. —Ya terminé y... —respira con fuerza que parece que le sale humo—. ¿Pasó algo tio?. —No. —¿Y porqué están así?. —Me tengo que ir. —cuando se aleja veo que varias personas nos miran, no estábamos a los gritos pero fue una situación rara. —Pero no terminaste la torta. —Mañana vengo de nuevo, ahora debo irme perdóname. —se va después de darle un beso en la frente a Kiara que me mira alzando las cejas. —Capas que su esposa lo llamó. —Capas. —apoya las manos en la mesada sin dejar de verme—. ¿Fue raro no crees?. —Es raro. —digo riendo y ella me mira no más—. ¿Qué?. —Hablaba que fue raro como estaban, no que él lo es, estaban discutiendo feo por lo que vi. —No, tranquila, son cosas de nada la verdad. —Si, de nada, estaba casi encima tuyo y hablándose en la cara muy enojados. —termino de acomodar las vitrinas con manos temblorosas—. ¿Qué pasó tia?. —Nada, voy a seguir con lo que me quedó, si llega el pedido de torta avísame, ya lo tengo listo. —Esta bien. Al mediodía como con el turno que me tocó, los miro reír y bromear sin que me llegue ninguno de los chistes, es más, ni siquiera sé de qué hablan porque los veo reír en sus mundos y sus cosas que en otro momento, en otro donde Benicio no hubiera venido a aparece en mi vida una vez mas me hubiera reído con ellos, pero ahora no puedo dejar de pensar en todo lo que me dijo de que quiere que lo intentemos una vez más, y no sé que quiere intentar si solo estuvimos una sola vez, después de eso no pasó nada mas, y aun lo recuerdo bien. Pasado. —KATYYYYY. —salto del susto cuando escucho el grito, es Marcia que viene corriendo hacia mi con cara de pánico—. ¿Dónde mierda estabas?. —me da unos golpes pero no puedo parar de llorar. —No me pegues Marcia. —¿Dónde mierda estabas? ¿Por qué lloras?. —se aleja un poco mirándome entera—. ¿Qué te hicieron? Dímelo. —No me hicieron nada. —¿Dónde estabas?. —Marcia déjame ir a casa. —Papá te esta esperando, ¿sabes lo que va a pasar ahora?. —asiento haciendo puchero—. Saliste en medio de la noche nena, ¿Dónde mierda estabas?. —Tu lo sabes no me hagas decirlo. —suspira alto mientras niega. —Se va a casar Katy, y siempre te dije que no era un buen hombre. —bajo la cabeza llorando con fuerza y me abraza—. No llores por ese idiota Katy, solo espero que se hallan cuidado sino se arma la podrida. —¿A DÓNDE ESTABAS?. —me agarran del brazo alejándome de Marcia y mi papá me da una cachetada que me hace nublar la vista. —Papá para. —me lleva corriendo a la casa y yo lloro sabiendo que me va a dar una paliza—. No le pegues para un poco. —TU TE CALLAS, NO TE METAS. —Papá por favor espera. —Marcia intenta hacer que me suelte pero el me aprieta con mas fuerza—. No la golpees, espera a que hable. Presente. Parada frente de mi casa recuerdo ese día super claro, recuerdo la paliza que me dio que no me pude mover como por una semana, y no solo a mi, a Marcia también porque ella se metía en medio así paraba porque por mucho tiempo dije que si mi hermana no estaba me mataba, porque me insultaba mientras sentía el cinturón golpearme por todos lados, y hasta unas cachetadas me dio mientras me decía en la cara que era un puta; me llevo las manos al pecho cerrando los ojos porque aun lo oigo, aun oigo como me gritaba que fui su peor error, que hubiera deseado que nunca hubiera nacido y que ahora pagaba las consecuencias conmigo, y mi mamá que no decía nada mientras nos miraba desde el marco de mi habitación. —¿Katy?, —abro los ojos viendo a Sabri que me mira con duda—. ¿Estas bien?. —Si. —me seco las lágrimas sonriendo—. Un día pesado en el trabajo y bueno, y a me liberé. —Bien, si quieres hablar sabes que vas a mi casa. —Si, gracias por todo. —le doy un abrazo con fuerza y ahí la suelto—. Bueno, voy a entrar o comienza a gritar. . . Cap dedicado a Marce, muchas gracias por todo el apoyo...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD