Benicio.
—Mira donde te vengo a encontrar infeliz de porquería. —me giro viendo a Marcia, una mujer deslumbrante de lo hermosa que es y el cuerpazo que carga, pero tiene la misma cantidad de locura en sus sistema.
—¿Puedo decir lo mismo desquiciada?. —me da un golpe en las costillas y se sienta a mi lado—. Aaajjj mierda que pegas fuerte.
—Si, sé que sabes como golpeo por la paliza que te di.
—Si algún día necesito una matona te llamo desgraciada, —se ríe a carcajadas pero a mi no me hace gracia.
—Hola mami.
—Hola hija, —se inclina dándole un beso.
—¿De qué se ríen tanto?.
—Recordábamos una paliza que le di a tu tio.
—¿A quién?.
—A este idiota.
—Ya cállate Marcia.
—Cuéntenme, denle no sean malos.
—Pasó que hace unos años tu tio se las mandó en grande. —la miro furioso porque no quiero que diga nada del porque me golpeó—. La cosa es que fui hasta donde trabaja y le di la paliza de su vida.
—Si, y lo peor es que todos pensaban que eras mi mujer y que te había sido infiel.
—¡Ay mami!, ¿de verdad?.
—Si, si que te di una paliza Benicio, semejante webon y no hiciste nada.
—Te llegaba a devolver un golpe estaría preso, pero pensándolo bien te daría uno ahora por bocona, ¿quieres saber cómo golpeo?.
—Aaaa dale, que te haces ahí el copado. —recuerdo clarito que fue a los días del encuentro con Katy, a parte de que me dió con todas sus fuerzas me dijo de todo.
—Cambiemos de tema por favor que es vergonzoso.
—Esta bien, aunque algún día me gustaría que me digan porque fue esa pelea. —Marcia se rie con malicia asintiendo y yo me la como.
—Amor, traele un café n***o a tu mamá, como su corazón de n***o.
—No seas malo tio. —Kiara me da una palmada en el brazo.
—Digo la verdad, yo no miento.
—¿Si quieres la sigo Benicio? Tu decides.
—Cierro la boca. —Kiara va a hacer el café y como de la tarta sin decir nada.
—Asi que esa paliza no te bastó para que sepas que no te queríamos cerca de Katy.
—Eso no lo decidiste tu ni nadie, solo ella.
—Yo sé lo que eres y la quiero liberar de la mierda que eres.
—¿Yo una mierda?. —me pongo de lado mirándola fijo—. ¿Me hablas en serio Marcia?.
—Mami ya dejen de pelar por favor, tio basta.
—Si amor, paro, —le muestro el plato vacío y ella se rie.
—¿De cuál?.
—Algo con frutas, esta estaba buena pero quiero algo con fruta.
—Mmmm. —mira la vitrina pensando—. ¿Te va un chiscake?.
—Buenísimo, y mas café quiero.
—¿Cómo fue el colegio hija?.
—Aaaa mira me estaba olvidando y no sé porque lo recordé, tengo que ir a comprar el regalo de la tia.
—¿Cuándo vamos?.
—¿Podrás mañana?.
—Si, mañana a la mañana vamos así podemos recorrer bien porque tampoco sé que darle.
—No nos da el tiempo ahora, ¿tío, te mandé la invitación?.
—Si amor, me la mandaste ya.
—Uff, es que se me pasó con el tio Nacho y me dio una mechoneada que me duele la cabeza ya. —con Marcia nos reímos porque Nacho es el que menos paciencia siempre le tuvo, y el que mas cortito la trae en la escuela mas que nada.
—¿Necesitas plata para alguna cosa amor?.
—No tio, el tio Ignacio y el tio Enrique dijeron que pagaban la comida.
—Bien, si necesitas algo me avisas.
—Quiero que vayamos a cenar porque vieron que la tia es re tranquila en esas cosas, así que pensé algo tranquilo, solo nosotros, aunque la abuela me dijo que no iba.
—Sabes que no le gusta salir hija.
—Pero quería que haga el esfuerzo al menos.
—Buenas buenas, ya llegamos. —con disimulo Ki me hace señas de silencio, no puedo hacer nada mas que mirarla y Yas viene con ella, le doy la mano asintiendo—. Hola Beni.
—¿Cómo estas?.
—Bien gracias, ya hicimos todos los tramites.
—¿Dónde andaban?. —saca una botella de jugo mirando a Marcia.
—Teníamos que ir al banco a firmar unas cosas que no nos habían hecho firmar y lo llamaron a Yas.
—Que bueno que pudieron hacer todo.
—Menos mal que si porque la verdad que ir al banco es un fastidio, y encima que tu tia o habla mucho o no habla nada se pone peor.
—¿Perdón? Vez que eres un bocón Yasserley. —él se rie asintiendo—. Yo no sé como Ayelén te soporta la verdad, yo te habría mandado a freír churros ya.
—Aaaa si me amas admítelo.
—Aaaiiijjj, no se puede con ustedes.
—A todo esto, mañana no puedo venir tia, tengo que hacer unas cosas del colegio.
—Si, tranquila, me quedo.
—Y no tendrías que decir nada ya que cada mañana llegas tarde. —Katy la mira alzando las cejas a su hermana—. ¿Acaso es mentira?.
—Me voy a terminar unas cosas mejor.
—Yo tambien me voy, ¿hija me puedo llevar unas cositas?.
—Si papi, dime que quieres.
—Pon dos porciones de esas tartas, y esa.
—Te pongo estas que son las favoritas de Aye. —la situación es incómoda donde con Marcia ni se miran, la cosa cada vez es mas tensa entre ellos dos, ahora están calmados porque Kiara esta aca sino se matan—. Te voy avisando tio que a la noche yo cocino, no me jodas con la cocina.
—No sé princesa, si veo algo raro me voy a meter. —me rio porque me muestra los dientes cuando se enoja.
—Bueno me voy, no llegues tarde amigo.
—No no, ahí voy a estar y a horario. —se va después de darle un beso en la cabeza a Ki y de despedirse de Katy que esta en la cocina—. Bueno princesa, también me voy, si necesitas alguna cosa para lo que vayas a hacer mándame mensaje temprano así lo compro.
—Si, cuando me vaya a casa reviso y te mando mensaje enseguida.
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Salgo de mi habitación respondiéndole a Kiara que me pregunta las cantidades de manteca que debe ponerle a los pollos, es una pesada, le dije que me iba antes así le daba una mano y no quiso la porfiada.
—Benicio, —me giro viendo a Yose.
—¿Qué pasa?.
—¿Vienes a dormir?.
—Mmm si, ¿por?.
—Aah, quería que venga un amigo.
—Pues vayan a un hotel.
—Mmjjj. —de camino a la casa de Yas paso a comprar helado así comemos de postre, elijo los sabores que a Kiara le gustan porque desde que ella nació todo gira alrededor de ella, y los sabores que le gustan a Aye también.
—Hola. —atiendo el celular de inmediato al ver que es Ki.
—¿Tio ya vienes?.
—Si, de hecho estoy entrando, ¿Qué pasó?.
—Es que no se como mierdaaaaaa.
—La boca Kiara. —me da risa oir a Yas de fondo.
—Bueno, ahí veo las luces del auto. —entro sonriendo con las bolsas, lo primero que veo es en la mesada cuatro pollos crudos, un montón de cosas y Aye tomando mates mientras Yas prepara unas tostadas—. Al fin tio.
—Bueno princesa, te dije que te ayudaba y no quisiste. —le doy un beso a Aye en la cabeza y ella niega dando vuelta los ojos.
—Es que segui las malditas instrucciones...
—La boca Kiara.
—Que me enviaste y no sé qué hacer ahora. —sigue hablando como si nada.
—Bueno, ¿Qué no entiendes mami?. —me lavo las manos y ahí me pongo a su lado viendo que si, hizo el adobo como le dije.
—¿Dónde pones el adobo?.
—Pues en el pollo Kiara. —la miro alzando las cejas—. ¿A dónde mas podría ser?.
—No te burles pesado.
—No me burlo amor, pero no entiendo que es lo que no entiendes.
—¿Ya andamos con mañas?. —Nacho entra con una bolsa con bebidas, saluda a Aye y ahí saluda a Ki abrazándola.
—No tengo mañas, sino que no sabia como ponerlo bien.
—El tema es que le dije y empezó que no, que no era así como Beni lo hacia.
—Es que el tio no lo hace como dices papá. —Yas niega sin decir nada mas, desde que Aye quedó embarazada y ahora que tuvo esta muy celosa y lo demuestra de esta manera, y aunque tenga diecinueve años la entiendo.
—Bueno princesa, veamos, te enseño bien así lo haces sola la próxima.
—¿Dónde están los vasos?. —Nacho abre la alacena donde siempre están los vasos—. ¿Qué honda con esta cocina? ¿Dónde están las cosas?.
—Ahi, cambié varias cosas porque se me dificultaba encontrar las cosas.
—Oh por Dios mujer nos vas a volver locos. —Aye se rie y yo le niego—. ¿A todo esto, al final donde hacemos el cumple de Katy?.
—Ya reservé en el restorán italiano, a la tia le gusta mucho esa comida. —Kiara mira mis manos y va haciendo lo mismos que hago—. Así que ahí vamos a comer.
—Pero la tía tiene iglesia. —miro a Nacho de reojo preguntándome como es que sabe que Katy tiene iglesia ese día.
—Si, ya lo tenemos pensado con mi mamá, le voy a decir que necesito que me acompañe a hacer unas compras de ultima hora y ya, y como que mi mamá queda con la abuela.
—Bueno, ¿y qué dices que le compre? Porque no quiero algo que no le dé uso.
—Mmm, ¿Qué puede ser?. —me mantengo en silencio ya que la conversación no me gusta nada—. Podría ser una cartera, la tia es fanática de las carteras, y si son de formas mejor todavía.
—¿Se acuerdan que tenia unas de un limón y una manzana?.
—Siiii, yo se las regalé, todavía las tiene, menos la del limón porque cuando le robaron se la llevaron.
—¿Cuándo le robaron?. —todos la miramos y se pone roja comenzando a sonreír.
—Me dijo que no les diga, pero le robaron hace una semana atrás, pasaron unos en moto y le tironearon la cartera, no le hicieron nada.
—Esa loca que no dice nada.
—¿Mañana trabajas tio?.
—A la mañana no. —me lavo las manos y ahí meto las asaderas al horno que ya lo tiene encendido, menos mal que leyó mis instrucciones—. ¿Necesitas que te lleve a algún lado?.
—La tia queda sola mañana. —Nacho me mira alzando las cejas y yo me prendo fuego cuando sonríe de lado—. Podrías ir a acompañarla.
—Tienen seguridad Kiara. —todos se rien de lo que digo—. ¿De qué se rien?.
—Mañana iba a ir este o no sola, te lo había dicho.
—Uuuhhh pero quiero ir por el regalo, no abras la boca o te mato tio. —le tira el repasador con fuerza—. Le llegas a decir no te hablo mas.
—No digo nada no me amenazases che, ¿De dónde sacas esos arranques mujer?.
—Y todavía se lo preguntan descarados.
*****
Kateryn
Salgo a colgar la ropa que lavé porque mi mamá anoche se hizo encima ensuciando hasta el colchón, así que lo saqué a que se ventile y metí a lavar las sabanas, menos mal que tenemos un colchón de repuesto para estos casos porque ella debe seguir durmiendo. Entro a acomodar un poco la casa porque hoy viene Sabri pero no quiere decir que voy a dejarle el desastre, la pobre viene a darme una mano enorme pero tampoco es abusar, así que dejo lo más limpio posible y ya debo irme a trabajar.
—KATTYYYY.
—Voy. —dejo el bolso en la silla y entro a su habitación—. ¿Qué pasó?.
—Me quiero levantar.
—Si. —la llevo al baño y preparo su ropa—. Al mediodía no vengo mami, Kiara tenia que hacer unas cosas y me quedo a cargo del local, y voy a tardar un poco por unos encargos.
—¿A qué hora vienes?.
—Calculo que como a las cinco de la tarde, Marcia dijo que venia a verte.
—¿Por qué tan tarde?. —entro al baño así la visto ahí sin dar tantas vueltas.
—Por los encargos que tengo de tortas, tengo que decorar tres tortas para mañana en la mañana.
—Ven temprano así no llegas tarde a la fiesta que te tienen preparada.
—¿Qué fiesta?. —la miro alzando las cejas.
—Hoy es tu cumpleaños Katy.
—¿Y?. —la miro frunciendo las cejas sin creer lo que voy entendiendo—. ¿Kiara me esta preparando algo?.
—Asi me dijo, que iban a llevarte a cenar. —mis ojos se llenan de lágrimas porque lo hizo a propósito y eso que ni feliz cumpleaños me dijo—. No vas a llegar tarde despreciando que encima que te hacen una fiesta tu ahí toda cansada.
—Voy a llegar. —la llevo a la cocina, le preparo el té aunque puede hacerlo ya que la casa esta toda adaptada para su comodidad—. Bueno, ya me voy, Sabri me dijo que venia.
—Si, vete de una vez. —manejo con un nudo en mi garanta y me niego a llorar, pero se me va un poco cuando al llegar veo a Nachito sentado en una silla de afuera, estaciono en mi lugar reservado sonriendo porque viene a abrir la puerta y un poco mas me baja.
—Aaaagggg.
—¡Feliz cumpleaños preciosa!. —lo envuelvo por el cuello riendo cuando me llega a alzar—. Todos mis buenos deseos para ti Katy.
—Gracias, me vas a hacer llorar tonto. —me baja y ahí me da un beso en la frente.
—Lastima que tengas que trabajar y que no me des pelota, ¿sino sabes como te tengo clavada en mi cama? Uufff mami que se me hace agua la boca.
—Mi hombre ideal eres Ignacio, y si te doy pelota, tu eres un cobarde que le tienes miedo a Enrique y a Yas.
—Dan miedo mujer, no me digas cobarde.
—Entremos así tomamos algo, y ahora todas se ponen tontas. —entramos abrazados y si, todas comienzan a reír de la nada—. Siéntate donde quieras, ya vengo, ¿Qué quieres de comer?.
—Trae lo que desees preciosa.
—Bien. —voy a la cocina negando porque todas las trabajadoras y clientas lo miran y después me desean un feliz cumpleaños.
—¿Puedo atenderlo Katy?.
—Ay señor, siempre hacen lo mismo.
—Uuufff si, las esperanzas es lo ultimo que se pierde.
—Bueno, ve preparando el mejor café que hay, y prepara bastante porque toma un montón de café.
—Yyyy, con lo que carga seguro que si.
—Que cochinas que son.
—Aaaa vamos, si lo haz pensado.
—Noooo, es como mi hermano, no pienso esas cosas asquerosas.
—Ya queremos que venga tu hermano a ver si sigue igual de bueno.
—Ya, se pasan cochinotas. —en la cocina saco una mini tortita que preparé así comemos porque sabia que iba a venir, cuando vuelvo a la mesa lo veo a Benicio sentado mientras hablan—. Buenas.
—¡Feliz cumpleaños!. —me da un abrazo que me hace dar deseos de llorar—. Te quiero mucho.
—Yo también. —me alejo incómoda—. Sentémonos, ya traen café y algunas cosas saladas así no nos empalagamos.
—Mmmm que rica que se ve por favor. —lo miro sonriendo—. ¿Qué?.
—¿La torta o todas las chicas que se ponen tontas contigo?.
—Soy irresistible mami, pero esta vez hablo de la torta. —me rio a carcajadas mirando a Beni que me sonríe.
—Permiso. —hago lugar así acomodan los café y corto la torta sin cantar, no me gusta que me canten el feliz cumpleaños porque no hay nada de feliz en mi vida—. Que lo disfruten.
—Gracias. —la miro a Lara alzando las cejas y le doy un empujoncito disimulado.
—¿Qué?. —abro gigante los ojos y sonrie—. Si, perdón, si necesitan algo llamen. —sirvo en los platos una buena porción a cada uno.
—Bueno chicos, aprovéchenla con todas sus ganas.
—Ooojjj mi amor, si que la voy a disfrutar.
—¿No me vas a esperar?.
—AAAAGGGG. —salto en el lugar y corro hacia mi hermano, lo abrazo riendo y llorando.
—¡Feliz cumple gordita!.
—No puedo creerlo, viniste.
—Casi me muero pero vine. —riendo me alejo un poco, paso las manos por sus hombros sintiendo que tiene la remera mojada.
—Recién aterrizas.
—Si, y sé que se nota.
Me paso la mañana con los tres, bueno, Benicio debió irse porque trabaja, ya mucho que venga tres días seguidos, así que cuando se fue pude relajarme, hablar no porque tengo más intimidad con Nachito que con mi hermano, si, a Enrique lo amo y es un muy buen hermano, pero no puedo decirle como me siento con su amigo de la infancia, y porque me parece raro contarle mis intimidades, pero con Nachito es diferente, somos por así decirlo muy amigos, es amigo de mi hermano y mío, sin embargo nunca me dijo nada de los chicos, absolutamente nada que los comprometa, tonteras que han hecho si, pero después nada, y sé que a ellos nunca les dijo nada de lo que le he contado, y bueno, cuando necesita hablar voy a verlo y escucho sus problemas y cochinadas que me cuenta.
***
—TIIIAAAAA. —Kiara entra saltando y riendo—. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!.
—Gracias. —me abraza con fuerza, yo la aprieto diciéndome que sin ella no hubiera podido llegar a adulta, porque muchas veces quise escapar de todo esto—. Gracias Ki.
—Mira, te traje un regalito y quiero que te lo pongas así salimos, vamos ábrelo. —abro la bolsa sonriendo, es un vestido naranja oscuro—. Vamos pruébate, quiero ver si te queda.
—Si. —me lo pongo mirándome al espejo, ¡es hermoso!.
—Te queda genial, que buen ojo que tengo por favor.
—La verdad que si, porque siempre le pegas a los talles y colores.
—Soy una genia, admitelo.
—Ya dije que si pesada.
—No me busques que te mechoneo. —nos miramos serias hasta que soltamos la risa—. ¿Te acuerdas cuando peleábamos?.
—Como olvidarme las palizas que me dabas mala.
—Fui re abusiva, porque sabia que nunca me ibas a devolver un golpe.
—Y si te lo devolvía me dabas aun mas fuerte. —se rie asintiendo.
—Bueno vamos, que tengo muchas cosas planeadas.
—Ay perdón Ki, pero la abuela ya me dijo que me preparaste algo sorpresa y no sé fingir, perdón.
—¿Qué?. —se pone furiosa—. ¿Te lo dijo?.
—Si, en la mañana, —agarro sus manos sonriendo—. No iba a poder fingir perdón.
—Bueno, igual vamos a ir.
—Si. —salimos de la mano, abajo están Marcia y Enrique con mi mamá.
—Woou que bellas que van.
—No tio, la abuela le dijo todo a Katy.
—Ay mamá que pesada que eres, era una sorpresa. —Marcia se para agarrando su bolso—. Te las mandas.
—Sorpresa seria un fiesta Marcia, la llevan a comer no mas.
—No importaba, no tenias que decir nada. —salgo de la casa con Kiara porque detesto cuando discuten.
Me voy con Marcia y Kiara va con Enrique porque Enrique quería hablar a solas con Kiara, así que le damos su momento que después van a volver a tener, y aunque me pone contenta lo que hicieron para hacerme feliz no puedo estarlo del todo, hay siempre algo que no me deja llegar a la alegría, siempre voy subiendo la montaña y alguien me corta la soga, creo que ya debería saber que no nací para ser feliz, no querían que venga a la vida y debe haber sido un embarazo espantoso, hasta a veces digo que mis sentimientos son los que tuvo mi mamá cuando me esperaba, de desespero, odio hacia mi misma, infelicidad y deseos de morir, debe haber sentido eso.
—¡QUE LOS ABRA, QUE LOS ABRA!.
—Bueno bueno, los abro. —me paro con mucha vergüenza a abrir los regalos que me trajeron—. Este es de Enrique. —abro sacando una cajita, la abro viendo un broche para la ropa y quedo de piedra viéndolo.
—¿Qué es?. —Kiara agarra mi brazo—. Muéstrame.
—Ya hija, es cosa de tu tia.
—Quiero ver.
—Un broche. —lo enseño sonriendo—. Gracias Enrique, muy lindo.
—¿Un broche Enrique?. —Marcia le da un golpe y él se ríe—. Cumple veinticinco, no es una vieja para que le des eso.
—Mentira no es eso, quería ver su cara. —me da una bolsa enorme y abro gigante los ojos—. Este si te va a gustar. —feliz recibo dos bolsos, uno de Enrique y uno de Nachito, un vestido mas de parte de Aye que aunque esta incómoda por Marcia vino, unas botitas de parte de Marcia, un set de perfumes importados por parte de Yas, y una biblia nueva junto con unas libretas hermosas por parte de Beni.
—Woouu, gracias Beni, me viene al pelo, mi biblia no da más.
—Me alegra que te guste.
—Gracias a todos, me hacen muy feliz. —me dan ganas de llorar porque dejan sus cosas por mi causa,
—No llores tia. —Kiara me abraza llorando—. Me haces llorar tonta.
—Bueno nena, soy tu tia háblame bien.
—Mi tia de casi mi misma edad. —todos nos reímos por eso, terminamos de comer el postre con una buena charla entre todos.
—Bueno, vamos Kiara que ya es tarde hija.
—Si. —salimos del restorán todos juntos.
—Gracias Ki, a pesar de que jodieron la sorpresa la pasé genial.
—La próxima si va a ser sorpresa, me tengo fe. —se van y los miro a los que quedan, Benicio me mira con intensidad.
—Bueno, vamos mujeres que quiero una cama urgente. —me acerco a Nachito sonriendo.
—Gracias por venir.
—Un gusto preciosa. —mientras saluda a Enrique me acerco a Beni.
—Beni. —le doy un abrazo temblando—. ¿Me podré ir contigo?.
—Sigg, —tose un poco porque al decirlo tan rápido se trapico—. Obvio que si, ni siquiera deberías preguntar.
—Bien, —me alejo con nerviosa porque mis hermanos me esperan para irnos—. Me voy con Benicio.
—¿A dónde te vas?.
—Y a ponerla idiota. —Marcia le da un golpe a Enrique que la mira frunciendo las cejas—. Vamos que la mamá debe estar re pesada.
—Si, vamos. —mientras van a sus autos no me saca la vista de encima.
—¿Vamos Beni?.
—Si, vamos.
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Cap dedicado para Carol, :-*.