Benicio.
Con todo el cuerpo temblando y sintiendo que hiervo la guío hacia mi habitación, no sé que va a pasar, no sé si vamos a poder hablar bien, no sé si quiere que intentemos algo, no sé si solo quiere sacarse las dudas, pero lo que quiera lo acepto, menos que no me quiere mas cerca de ella, eso si que no lo acepto ni voy a aceptar.
—Pasa.
—Gracias. —mira toda la habitación en silencio, no es el mismo lugar donde tuvimos nuestra primera vez—. Que linda y fresca. —me friego las manos en el pantalón sin saber que hacer—. Me gustaría que hablemos si puede ser.
—Si claro, te traje aca así tenemos privacidad no para que hagamos algo.
—¿Tu esposa esta en la casa?.
—No tengo idea, y no le digas así, como que me choca un poco que le digas mi esposa.
—Pues es tu esposa Beni.
—Si, lo es, pero no me sabe bien. —me siento en la cama indicándole que se siente también, lo hace como toda una dama tal como es—. Bueno, la verdad que no sé ni que decir Katy.
—Podemos comenzar con que pretendes que tengamos.
—Si, empecemos por ahí. —no nos miramos para nada—. Me gustaría que tengamos una relación como cualquier persona normal que se ama. —me inclino hacia adelante cargando los codos en mis rodillas—. Sé que soy más grande y que no era correcto cuando pasó, pero me tienes loco desde que tenias quince o dieciséis más o menos, y desde ese momento no pude hacer nada con nadie, siempre sentí que te engañaba. —me friego la cara negando—. Es loco y si crees que soy loco tienes razón.
—No pienso eso.
—¿Qué piensas de mi?. —se mantiene en silencio hasta que la miro, mira sus manos que las aprieta con fuerza—. Ya, no digas nada no te preocupes.
—Es que no pienso nada malo, solo que... —me mira con lágrimas corriendo por sus hermosos ojos—. Ese día fue de terror Beni.
—Katy. —me pongo de lado viéndola fijo—. ¿Qué fue lo que hizo que esa noche pases de decirme que me amabas a que me odiabas?. —me mira fijo—. Dímelo Katy, no sé que pasó para que pasaran las cosas que pasaron.
—¿Qué hiciste cuando te levantaste y no estaba?.
—Fui a tu casa. —veo el asombro en sus rasgos—. A penas me levanté y vi la nota me fui a buscarte, tuve una pelea grande con tu papá porque obviamente supo que fui por ti a penas me vió, tu mamá nunca salió de la casa y tu tampoco, intenté hablar bien con él pero me decía que no me quería volver a ver en la vida menos en su casa, hablé con Enrique que necesitaba verte pero me dijo que tu papá no dejaba que salieras a ningún lado y que no vaya mas a la casa por un tiempo porque tu papá estaba muy mal.
—Esa noche me levanté a tomar agua y en la mesa de la cocina había una invitación de una boda. —me voy para atrás sin creer que halla estado en la mesa—. Cuando leí era tuya y no sabia qué hacer, comencé a recordar que los chicos decían que ya se te terminaba la soltería, o que ya estabas sentenciado y relacioné todo.
—Si me hubieras despertado podía haberlo aclarado.
—Lo único que pensaba era en irme lejos. —agarro su mano dándole un beso, aprieto los ojos con fuerza porque me tiembla todo—. Beni.
—No te vayas, no me dejes Katy.
—Es que no...
—No quiero que tengamos relaciones. —da un gran respiro de alivio—. No te quiero para eso solamente Katy, es algo que pasa pero te quiero a ti, todo lo que eres y todo lo que me puedes dar.
—No tengo mucho que dar Beni.
—Eso vamos a verlo, pero dame una oportunidad de intentarlo al menos.
—Si, intentémoslo, aunque a escondidas por un tiempo.
—Bien, lo que tu decidas voy a aceptarlo. —me paro pasándome el dorso de la mano por los ojos secando las lágrimas—. Pero te pido que esta noche te quedes, dormimos con la ropa y no te toco, pero quédate.
—Si, me quedo, seguro Enrique fue con mi mamá.
—Bien. —abro la cama con muchos nervios.
—¿Puedo pasar al baño?.
—Si, ve tranquila.
Me saco las zapatillas y me quedo sentado en la cama esperando que venga, cuando viene el corazón se me acelera, no puedo no imaginarme muchas situaciones que ya me las imaginé, pero verla de verdad en mi habitación es mas real de lo que pasa por mi cabeza, y aunque no esta en los planes hacer nada de lo que me gustaría, tenerla acá es mas de lo que podría desear, y me imagino una charla en la noche antes de dormir, me imagino en una comida contándonos nuestro día, ver una película en silencio con la comodidad de la confianza.
En la cama me acomodo de mi lado viendo como se acomoda mas que tímida y no me cree que yo también estoy igual.
—¿De verdad sales con alguien?.
—No Beni, no me veo con nadie y nunca lo hice.
—¿Nadie te ha invitado a salir? Kiara me dijo que tenias unos pretendientes.
—Bueno, es casado y cree que no me doy cuenta, y no, me han invitado a salir pero no acepto, sé con qué intenciones me invitan y no soy así, prefiero cuidar de mi mamá.
—Pero aceptaste venir conmigo.
—Es diferente. —con cuidado me acerco a ella—. ¿Puedo abrazarte Beni?.
—Obvio que si, no debes ni preguntarlo. —me abraza con fuerza, nunca un abrazo me hizo sentir tan bien como los que ella me da, cierro los ojos sintiéndome en paz, cuando los abro ya hay sol entrando por la ventana, miro hacia abajo viendo la cabeza de Katy.
—Benicio. —me giro forzando la vista viendo a Yoselin en la puerta—. Quiero que vengas así hablamos.
—Ahí voy. —con cuidado me levanto así no la despierto, me pongo la zapatillas y voy a ver que quiere.
—Estoy acá en la cocina. —me friego la cara viendo como se prepara un café.
—¿Qué pasa?.
—Ayer te dije de traer a un amigo y me dijiste que no y llego estas con una mujer, ¿en qué quedamos al final? ¿Qué tu si y yo no?.
—Viste que estábamos vestidos, no planee traerla. —voy a la pileta lavándome la cara porque siento que aun duermo—. No va a volver a pasar.
—Espero que no porque si vuelve a quedarse a dormir otra mujer yo comienzo a hacer lo mismo, porque tambien es mi casa y no puede venir nadie porque no quieres. —pongo la cafetera llena así cuando se levante tomamos algo.
—Benicio. —me giro viéndola abrazándose sola—. ¿Me puedes llevar a mi casa?.
—¡Oh Por Dios, eres la hermanita de Enrique!.
—¿Nos conocemos?.
—Si, ósea, yo si sé quieren eres. —le estira la mano y Katy se la da con duda, la vimos hace unos días pero creo que Katy ve tantas caras en su trabajo que se le olvidan las personas nuevas—. Soy Yoselin, la esposa de tu enamorado.
—Deja de decir pavadas Yose.
—La verdad que si, no te aflijas, con Benicio no tenemos nada, cada uno con su vida y su mundo, así que no creas que eres la amante porque no lo eres, ni siquiera cuando nos casamos nos dimos un beso. —asiente sin decir nada—. Bueno, voy a dormir un poco.
—Nosotros desayunamos y nos vamos.
—Si, nos vemos. —se va a su cuarto con la taza de café y Katy me mira seria.
—¿Qué quieres tomar?.
—Prefiero irme. —quedo con las tazas en las manos—. O vayamos a desayunar a algún lado así no la molestamos.
—Si, buena idea, voy por mi billetera y vengo. —corro a la habitación por mis cosas y ahí salgo, sonrío al verla parada donde la dejé mirado hacia donde vine—. Listo preciosa, vamos. —salgo del garaje yendo al centro de la ciudad—. ¿Vamos a tu café?.
—No, vamos a otro lugar o no nos van a dejar tranquilos.
—Bien. —veo que agarra el celu, teclea, espera y vuelve a teclear—. ¿Pasa algo?.
—No, Enrique me dijo que debió salir y que dejó a mi mamá desayunando, y Kiara me pregunta si voy a ir a trabajar.
—¿Si o si debes ir a trabajar?.
—Si, debo terminar unos trabajos. —asiento mientras estaciono en un hotel así comemos algo—. Siempre dije que iba a venir aca pero no eh podido.
—Vine una vez con mis papás y es bueno, no wwoouuu como tu local pero safa.
—¿Y tu local?.
—Tambien quiero comer tranquilo. —agarramos la primer mesa que vemos al lado de la ventana.
—Dime como se maneja tu local, porque no creo que vaya alguna vez.
—Ahora que comenzamos a salir tienes que ir a verlo, —revisamos la carta que ya esta en la mesa—. Y es un local de comida, se podría decir que rápida, y en la noche boliche.
—Pero dan café, porque eh pasado y veo a la gente desayunando o merendando.
—Si, es tipo bodegón, tenemos varias secciones de comida que es desayuno y meriendas, y después comida del día que es lo mas laborioso que se prepara en tema de cocción y se saca no sé, cincuenta porciones, después lo normal.
—¿Tu lo trabajas?.
—No, el tiempo de restorán lo manejan mis hermanas, y a la noche lo manejo con mi hermano.
—Trabajan todos juntos.
—Si, Eli es administradora y Noe es chef, y Esteban no estudió nada así que me da una mano.
—¿Esteban es el menor?.
—Si, tiene a penas veinte y cree que mi papá lo va a mantener toda la vida, porque yo le p**o un sueldo, pero el estilo de vida que lleva no le alcanza.
—Me imagino, capas que cuando reaccione no va a saber qué hacer.
—Pues se va a joder solo. —sonrío feliz cuando traen la comida.
—Que lo disfruten.
—Gracias, —me sonríe alzando las cejas, recuerdo esos gestos porque siempre los hacia—. Aunque no me lavé los dientes me voy a comer todo.
—Yo igual. —tomo café sintiendo que me despierto—. ¿A la noche nos vemos?.
—Mmmm, no puedo dejar mas noches sola a mi mamá.
—¿Me podré quedar en tu casa? Tu mamá toma pastillas para dormir, no creo que se entere que me quedo. —veo que lo piensa un poco—. Vamos Katy, ahora que comenzamos una relación no quiero que nos alejemos.
—Esta bien, puedes ir.
—Bien. —alzo los brazos como festejando y ella se rie a carcajadas—. Llevo de comer, ¿quieres que haga alguna cosa? Me gustaría cocinarte por tu cumpleaños.
—Milanesas de carne caseras con pure de papas y una ensalada de tomates.
—Bien, las mejores milanesas voy a hacerte entonces.
.
.
Cap dedicado a Mabel :-*