Capítulo 11

1225 Words
Al arrastrarme pude llegar al pequeño arbusto, mis brazos gravemente lastimados ya no daban más y mi cuerpo podía sufrir el severo daño de aquel infernal castigo, pero aun podía escucharlos, aun podía percibir más y más cerca de mi aquellos pasos tan pesados, partían las ramas en el suelo con sus botas y movían a cualquier lado las hojas viejas y húmedas; simplemente me recosté sin esperanza a seguir escondiéndome, sin ganas de seguir arrastrándome como un perro asustado. Aquellas voces ya estaban aquí, podía sentir como buscaban detrás de cada árbol, detrás de cada piedra, detrás de cada pedazo de tierra que pudiera esconder un animal feroz, mi respiración ya estaba débil y mi aliento muy vago, fui cerrando cada vez más mis ojos sin fuerzas para seguir vigilando, mis brazos, mis piernas, mi cuerpo entero ya estaba inmóvil pero con mucho dolor. Justo cuando comprendí que tal vez sería descubierta y asesinada como a una bruja más, vi una luz, y no, no era mi imaginación, literal había una luz que apareció con mucha fuerza a lo lejos de mí pero muy cerca de aquellos intrusos; levanté mi mano para cubrirme ya que aquella luz molestaba mi visión. Debajo de aquella luz apareció una mujer, una muy hermosa mujer vestida con túnicas de lino fino que eran movidos fácilmente de un lado para el otro con el viento del destello, sus manos recogidas y su largo cabello n***o finamente adornado con semejantes piedras que nunca en mi vida había visto la hacían lucir como a una Diosa. Cuando aquella luz se fue opacando le dio más visibilidad aquella joven mujer, calcule que era casi de mi misma edad o menos; aquellos hombres al verla no corrieron, solo se quedaron para admirarla con ojos de fascinación y asombro, trague saliva asustada sin entender que estaba ocurriendo, pero dentro de mi corría la intriga a que justo aquella misma mujer, la había visto en algún momento de mi vida. Ella no hizo nada por los siguientes 10 segundos, solo se quedó en pie delante de aquellos hombres que mantenían en sus manos antorchas espadas y dagas para encontrar a la misteriosa bestia que los atormentaba con su fuerte clamor cada luna llena; nada ocurrió por los siguientes 10 segundos. Pero luego aquella mujer dejo salir de sus labios una palabra. —Dolor. —Enseguida aquellos hombres soltaron lo que traían en sus manos y cayeron al suelo gritando y retorciéndose como si alguien los estuviera lastimando, las manos de aquella mujer comenzaron a moverse en armonía con el fuego que salían de las antorchas tomando por completo su control. El fuego ya no se manejaba por su propia voluntad, sino por la voluntad de ella; de repente dejo de moverse de forma ordinaria para moverse como un remolino y cada vez con más fuerte, al hacer al suelo húmedo por lógica se iba apagando, pero esta mujer con sus manos hacia que cada segundo que pasara fuera más y más fuerte. Cuando el fuego tomo suficiente fuerza y poder la mujer dirigió sus manos asía aquellos hombres tirados en suelo gritando para que parara, en vez de escuchar sus suplicas paso aquel fuego y los cubrió entero, el fuego nunca dejo de girar como un remolinó, pero la mujer hizo que aquellos hombres se consumieran; podía oír sus gritos más y más fuertes hasta que dejaron de escucharse. Simplemente hubo un silencio escalofriante en el lugar, cuando la mujer se aseguró de que estuvieran muertos dejo que el fuego se fuera opacando poco a poco, luego en tan poco tiempo ya no había fuego, y tampoco había cuerpos… simplemente desaparecieron. ¿Dónde estaban? Supongo que esa era el menor de mis problemas, si esa mujer supiera donde estaba escondida lo más probable es que me haría lo mismo, me esforcé por no mover ni un musculo, siquiera de respirar ya que aun así podía hacer un mínimo ruido. Pero fue en vano, de repente esa misma mujer giro a mi dirección, y como si fuera alguien extraordinariamente aterradora sentí como me miraba directamente a los ojos, como si supiera donde estaban; me retracte pero ella siguió mirándome de forma muy hostil, realmente sentí esa noche como la última. Y como si fuera peor, aquel incesante dolor comenzó a aparecer nuevamente en mi cuerpo, trate de no expresarlo pero fue inútil, de repente la mujer logro escucharme aunque no hubiese gritado y empezó a caminar a mi dirección. Trate de arrastrame y seguir escondiéndome pero para cuando gire a verla ya estaba enfrente de mí, sentada sobre una de sus rodillas y uno de sus brazos levantaba las ramas que me mantenían escondida, mi corazón se aceleró y entre en pánico, pero aquella mujer no se movió del lugar ni trato de calmarme, solo siguió mirándome como si fuera algo extraordinario para ella. Sus ojos… habían algo especial en ellos… había cierta luz en ella, si, una luz que pocas veces percibía en alguien cerca, pero también había una vaga oscuridad, una simple profundidad en ellos, como si se tratara de un agujero n***o, si… aunque había cierta luz pude sentir que esa luz era falsa, pude sentirlo, solo era una mentira… ella mostraba luz y esperanzas con solo mirarme pero al observarla tan cerca también mire por accidente ese extraño vacío n***o… donde solo si caes en su trampa te encontraras un camino vacío y desolado. Pero al mismo tiempo sentí paz, extrañamente sentí paz en sus ojos, era como si de alguna manera ambas estábamos conectadas, conectadas a miles de años de luz, conectadas en otra vida… En ella me vi reflejada como si fuera una visión, mi cabello esta blanco como si fuera ceniza y mi vestidura fina color azul celeste me hacía tener ese aire de grandeza y de frente esta ella, con la misma vestidura blanca justo como estaba ahora. Hacia cortos movimientos con su cabeza sin quitar su vista de mí, por un momento deje de luchar y tratar de escapar, tener aquella visión me hizo sentir como si fuera algo más que solo un producto de ambas mentes, me hizo pensar que era un recuerdo, un recuerdo que en esta vida jamás pude tener, pero lo sentí mío, solo mío, no sabía lo que estaba sintiendo simplemente me sentí vacía y ahogada, verla en esa visión hizo que una parte, solo la parte más alejada de mi despertara sin compasión, de repente una lágrima callo, y era algo extraordinario contando con el hecho de que nunca he llorado. Parpadeaba sin sentido pero con mi pecho ahogado, tenía un nudo en la garganta que no me dejaba desahogarme pero poco a poco sentí que ella también sentía lo mismo. —Mi señora… —La mujer dejo escapa un pequeño jadeo entre su triste llanto que al igual que yo sentía algo más que una simple casualidad entre ambas. —Tu… Quien… —Antes de que pudiera terminar la frase sentí un desvanecimiento en mi cuerpo, esto siempre ocurría cuando el ciclo terminaba, mi cuerpo volvía en sí pero afectado por ende terminaba desmayado. Esa fue la primera ocasión después de muchos en que pude sentirme a gusto, identificada y hasta atraída por alguien extraordinariamente diferente a mí, solo que en ese momento jamás hubiera imaginado de quien se trataba.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD