—Despacio… vení para acá… —Por qué? qué pasa? —se puso muy tensa, los tipos parecían muy asustados. —Acercate lentamente… no, no… por ahí no… por ahí no. Da la vuelta… Miró hacia abajo y vio un tronco caído. Solo tenía que pasar sus pies del otro lado, era el camino más rápido para acercase a ellos. No entendía por qué… Levantó el pie y el tronco se sacudió. Vio una larga cola y una inmensa boca llena de dientes. El corazón se le subió a la garganta. Soltó un agudo grito y empezó a correr en dirección contraria, despavorida. Sin ver por dónde iba o dónde pisaba. Lo único que había en su mente era la palabra yacaré. Siguió gritando sin poder creer en lo cerca que estuvo de pisar a un primo hermano de un cocodrilo. Creía que este animal la estaba persiguiendo y que ella debía correr ha