Enrique.
—Que cara. —sigo acomodando la leña sin decir nada del comentario de Joshua—. ¿Qué pasa?.
—Estoy cansado.
—Tu mamá me contó que estas haciendo unos arreglos donde una chica.
—TIIIOOOOOO. —me giro viendo a Benicio venir corriendo con una lata de cerveza en sus manitos, pero escapa de sus hermanos—. Tia Katy a manda a ti.
—Gracias amorcito. —me da un beso y se va con sus hermanos mayores que siguen jugando a la pelota.
—Cuéntame que quiero saber.
—Es la chica que ayuda en casa con mi mamá, me vio haciendo unos arreglos y me preguntó si hacia trabajos y le dije que si, cree que no tengo trabajo y soy un mantenido. —se ríe a carcajadas que la llega a asustar a Dakaria que esta en sus brazos y lo mira haciendo puchero—. Perdón, no me doy cuenta amor.
—Tu papi esta loco mami.
—Ve con el tio. —la suelta así viene hacia mi como puede donde recién esta comenzando a caminar, me inclino estirando los brazos—. Déjala que llegue sola.
—Se puede golpear idiota. —se pone a acomodar las parrillas en el fuego—. ¿Lo haces tu?.
—Si, cuando sea mi cumpleaños lo haces tu.
—Si es que Benicio no me gana.
—¿Que yo qué?.
—LLEGÓ EL TIOOOO. —sonrío por como los cinco hijos de Joshua se le van encima.
—¿A mi nadie me saluda?. —sostengo a Daka con fuerza que se sacude al ver a Ignacio—. Hola amorcito, hola mami.
Comienzan a llegar uno detrás de otro, son todos amigos porque familia no tengo, mi papá era un emigrante alemán que escapo de las consecuencias de la guerra por haber sido el hijo de un soldado de renombre que no tengo idea de quién es, por eso era como era, un ser frio y muy autoritario, sin decir que nos tuvo de grandes, y mi mamá es del sur, muy al sur del país y se vinieron para aca cuando estaban en los dos años de casados porque no había trabajo donde estaban, sin decir que a mi papá no lo querían mucho porque no podía comunicarse del todo bien y aun a nosotros sus hijos nos costaba entenderle, entonces mi papá decidió venirse y probar suerte, ya nunca más se fueron, cuando lograron asentarse comenzaron a tener hijos, tuvieron cuatro, Marcia con la que me llevo seis años, y entre ella y yo había otra hermana que murió a los ocho, justo unos días antes a que mi mamá tenga a Katy, creo que de ahí viene el rechazo que mi papá sentía por Katy y mi mamá igual, solo que nunca lo dijo y hace el intento de no demostrar.
—¿Y esa muñequita?. —miro donde Nacho mira, es Sabri que viene llegando con una bolsa en sus manos mirando a todo mundo muy incómoda, voy hacia ella serio.
—¡Feliz cumpleaños!. —me tiende la bolsa que la agarro mirándola a los ojos, se muerde los labios mientras se acerca, hace punta de pies dándome un beso en la boca—. Espero después nos podamos ver.
—Si. —abro la bolsa viendo que es un perfume.
—No es mucho pero no quería venir con las manos vacías. —lo saco con una sonrisa abriéndolo porque tuvo el detalle de traer algo.
—Mmmm, que rico. —me pongo un poco haciendo que se ría—. Aunque estoy pasado a humo.
—¿Te gusta?.
—Si. —me inclino poniendo una mano en su nuca y la beso, no solo uno suave, no, me como su boca con muchas ganas—. Gracias.
—Sabri. —miramos a Katy que sonríe—. Ven adentro.
—Si, —le tiendo la bolsa a mi hermana.
—¿Me lo dejas en mi cama?.
—Si. —vuelvo a donde están todos que comienzan a molestarme.
—Mira tu... Alto bombón te estas comiendo. —los miro a todos diciéndome que son las personas que mas confío, Hardy, Julián, Joshua, Yasserley, Ignacio y Benicio.
—Si, bueno, bombón comprometida y que pronto se casa.
—¿Me estas jodiendo?. —no los miro, miro a los chicos jugar sonriendo donde los mas chicos son así porque Jonás y Tobías no les tienen piedad a sus hermanos.
—¿Enrique qué haces ahí metido?. —me friego la cara negando.
—No tengo idea.
—Ese es tu punto débil amigo, —miro a Yas cuando habla—. Cuando se te cruza una mujer entre las cejas lo das todo.
—Asi tiene que ser.
—Pero una sola no comprometida. —no digo nada, tiene razón—. Bueno, pase lo que pase aca vamos a estar. —como decidimos comer afuera preparamos todo junto con las chicas y no puedo dejar de verla, habla con todas con mucha comodidad—. A comer chicos.
—Ya vamos tio. —Jonás con Tobías están en la parrilla ayudando a su papá a cortar todo así se puede servir mas comodo.
—A ver, —separo a Favri con Bauti que estaban a los empujones—. Basta de pelear por favor, de que llegaron que están a los golpes. —los pongo separados porque es sabido que se van a tirar con todo.
—Él me pelia tio.
—Bueno papi, pero ya listo. —le doy un beso en la cabeza acercando más su plato—. Y me parece que vamos a hablar de las peleas que tienen, con su papá nunca nos peleamos y ustedes se agarran a golpes.
—¿Nunca nunca pelian con papá?.
—No, nunca.
—No le mientas a los chicos hijo. —miramos a mi mamá que se ríe.
—Intento hacer que no peleen y dices eso.
—Pero dile la verdad, no que nunca lo hicieron porque recuerdo esas revolcadas que se daban en la calle. —Katy comienza a reír tentada y Benicio la mira como con dolor, esta perdidamente enamorado de ella pero mi hermana no hace nada.
—Siempre recuerdo cuando Yas se agarró con Nacho, Dios santo que locura.
—Bueno amor, no digas eso. —Nacho la abraza dándole besos en la mejilla a Katy haciendo que Benicio se incomode—. No me dejes mal nena.
—Me acuerdo de eso. —Yas comienza a reír—. Jürgen se re enojaba, ¿se acuerdan de las palizas que nos daba?.
—Y cuando papá venia y comenzaban a hablar en Alemán y todos mirábamos donde no entendíamos una mierda y no sabíamos que nos iban a hacer. —ninguno aguanta la risa cosa que me llego a quedar casi sin aire al recordar todo eso.
—Yo me acuerdo que cuando era chica estaba enamorada de Hardy. —Hardy comienza a reir asintiendo—. ¿Te acuerdas Hardy?.
—Si, aun tengo unas cartitas tuyas. —Katy se tapa la cara riendo—. Aún espero que aceptes una salida conmigo mujer.
—No te hagas el vivo con mi hermana.
—¿Cómo se conocieron? Nunca te lo pregunté Yas.
—Bueno, la hermana de mi mamá vivía al frente y veníamos siempre a verla, y siempre estaba Quique, Benicio y Nacho que eran vecinos de la cuadra, y siempre estaban jugando con mis primos y ahí comenzamos a tener una relación y después nos anotaron en la misma escuela donde éramos re pesados.
—A mi papá le sacamos canas verdes, siempre me acuerdo cuando nos tenia que ir a sacar del canal de allá atrás. —Joshua da unos golpes con las manos tirándose hacia atrás en la silla tentado de la risa.
—O cuando Aloan nos fue a buscar al autódromo. —le doy un golpe a Nacho porque mi mamá no sabia de eso.
—¿Qué autódromo Enrique?. —todos se rien de mis caras, pero me hago el desentendido con Sav en mis brazos que quiere venir conmigo.
—Bueno mami, nos enteramos de que había una carrera y Joshua vino con su auto y nos fuimos, la cosa es que nos metimos sin pagar. —miro a Benicio que le sirve a mi hermana mas carne y ella le dice algo al oído y él asiente.
—Yo siempre me acuerdo cuando casi me matan porque me daban de comer pura pizza. —me tapo la boca porque no me acordaba de eso.
—¿Y cuando aprendí a hacer sopa te dimos sopa como un mes?.
—Aaaggg, por eso no me gusta ni la pizza ni la sopa, menos mal que el tio Beni aprendió a cocinar sino nos moríamos todos juntos.
Recuerdo todo eso a las risas porque en esos momentos no se nos caía una idea de qué hacer con Kiara, y encima era mas berrinchuda que nada le caía bien, y nosotros éramos cinco idiotas que una nena nos podía y nos movía como quería, y muchas veces venia Hardy a decirnos que hacer porque no teníamos idea de nada.
Cuando se van comienzo a acomodar todo con Sabri que me quiso ayudar porque Katy desapareció y bueno, es una chica grande que sabe lo que hace y que debe disfrutar la vida, y sé que Benicio la va a cuidar, y sabe que debe cuidarla porque Katy no me tiene a mi no mas que aunque no lo diga y no reaccione ni cuando mi hermana tenia dieciocho y menos ahora no quiere decir que no voy a despedazarlo si la lastima, y tiene a cinco mastodontes mas locos que yo que van a hacer lo que sea si la ven llorando.
—Voy a ver si mi mamá se durmió y ahí te acompaño a tu casa. —voy a verla y si, duerme profundo, pero duerme así porque por orden medica debe tomar pastillas para dormir, aunque siempre la controlamos nosotros por las dudas.
—¿Y?.
—Duerme profundo, vamos así te acompaño. —se me acerca cosa que me pone nervioso.
—No quiero irme. —la miro a los ojos sin saber qué hacer.
—Si te quedas no voy a dejar que te vayas en medio de la noche.
—No me quiero ir.
—¿Y si tu novio va a ver que si estas en tu casa?.
—Le digo que me quedé ayudando con tu mami, ya ha pasado varias veces. —miro hacia las escaleras diciéndome si debo hacerlo o no—. Si quieres me quedo sino me voy.
—No, quiero que te quedes. —le tiendo la mano y ahí la llevo a mi habitación, mi mamá no va a oir nada porque duermo en la última habitación, como nunca cierro la puerta, cada noche dejo la puerta abierta porque debo oir si mi mamá nos llama.
—Es una casa grande.
—Ahora que vivimos solo tres es grande, pero cuando era joven no lo era. —me saco la remera bajo su mirada—. Una habitación de mis papás, una para Katy y Marcia y una para mi, un solo baño así que imagínate lo que era.
—Lo entiendo, nosotros también teníamos un solo baño para cinco. —me acerco sonriendo.
—Me tengo que dar un baño, estoy pasado a humo.
—Te espero.
—¿Te vas a ir?.
—No, aca me quedo.
—Vengo de inmediato. —me doy el baño más rápido de mi vida, cuando vuelvo la encuentro en la cama desnuda, sin decir nada cierro la puerta—. Oh Dios Santo.
—Bueno, quería darte algo de regalo de cumpleaños mas que un perfume.
Sonriendo voy a la cama, de pie la recorro con la mirada, es delgada, no que se le marcan los huesos sino que tiene carne en su cuerpo, miro sus pechos redondos donde los pezones apuntan al cielo, nunca vi pechos perfectos, tampoco es que soy un don Juan sino que sé que los pechos son disparejos la mayoría de las veces pero los de ella no, bajo viendo su vientre, en donde la cintura se le marca bastante y su entre pierna con abundante bello, pero no me molesta para nada. Me subo arriba de ella mirándola a la cara, sus manos van de inmediato a mis hombros.
—¿Estuviste adolorida?.
—Un poco.
—¿Y quieres hacerlo?.
—Obvio que si, quiero hacerlo.
—Bien. —bajo besando sus pechos con suavidad—. La primera vez va a ser rapido, después voy a poder ir mas despacio.
—Lo que hagas me va a gustar, pero te quiero dentro de mi. —bajo mi mano por entre medio de nuestros cuerpos tocando su intimidad y a la vez la beso—. Mmmmgggg. —muevo los dedos con suavidad buscando que se venga porque sino va a ser demasiado doloroso para ella si no esta lo suficientemente lubricada.
—Que hermosa eres viniéndote. —aprieta los ojos con fuerza, la boca levemente abierta donde nos estábamos besando, alejo mis dedos para sostener mi polla así la guío a su interior—. Mírame Sabrina.
—Si.
—Quiero que nos veamos mientras entro en ti. —tengo que hacer un esfuerzo enorme para no perder la cabeza mientras siento su interior acogerme como nadie lo ha hecho—. Oh Dios.
—Mmmjjjj, —entro sin parar hasta que ya mi pelvis choca con sus carnes sabrosas, sus piernas envolviéndome de la cintura y sus manos sosteniéndose de mi cuello—. Duele Enrique.
—No me muevo hasta que me lo digas, espero. —acaricio su cara dándole besos esperando a que me dé permiso a que me mueva.
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Nota: Hay un perfil con mi nombre "Carla Alonso", aclaro que no soy yo, para no crear confusión aclaro esto, este perfil en donde se encuentran todas mis historias es el único que tengo.