El lobo comenzó a aullar horriblemente, los dos niños retenían a las fuerzas sus ganas de gritar por el miedo que sentían en el palpitar de sus corazones; sin embargo, yéndose el lobo junto con otros reuniéndose más allá en un sano juicio de aullidos escalofriantes, los dos decidieron salir cuidadosamente, miedosos y preocupados por sus padres corrieron hacía su casa que estaba vuelta pedazos maquillada en cenizas del polvo del suelo.
—¡Papá! ¡Mamá! —gritaron llorando
Viendo a sus padres que yacían sobre su propia sangre que estaba espesa, se tiraron sobre sus cuerpos que mancharon sus vestimentos de gotas rojas, los dos lloraron como nunca sobre sus troncos rasguñados. Cuando escucharon que otros escalofriantes aullidos acercándose hacía ellos deciden marcharse sin querer dejar los cuerpos de sus padres allí tirados, mientras corrían asustados volteaban a ver los cuerpos de sus padres, el dolor no los dejaba continuar, y viendo que lobos ya estaban allí deciden montarse en un gigante árbol con ramas extendidas cargadas de manzanas podridas, tapándose las bocas entre sí, miraban como un lobo sediento y hambriento estaba olfateando debajo del árbol en el que se escondían sus huellas en la tierra.
El animal miró hacía arriba sintiendo el olor de un sudor miedoso, al querer escalar con sus dos patas con unas enormes uñas afiladas, los otros lobos aullaron y así marchó del llamado aquél dejando a los niños tranquilos. Horas después de tan mal y triste hecho, los pequeños que ya eran huérfanos indefensos caminaban sin rumbo fijo por todo el bosque, sus pasos eran lentamente y se ocultaban mientras caminaban entre arbustos o matorrales para percatarse de que algún lobo no los viera.
Pasaban los días, los dos hermanos ya se habían acostumbrado a vivir en el bosque, comían aves, frutos, hongos y demás plantas, para ellos no era vida, sino supervivencia, aunque de algo si es seguro y era que se habían beneficiado de su estilo de vida, pues esta los había hecho fuertes, y en sus descubrimientos en el lugar verdoso, el niño descubrió que su mente y sus manos convertían algas y baba de caracol en remedio, había heredado el oficio de su padre.
Treinta años después
Muchos años después de haber viajado por varias partes del bosque en busca de un hogar, los hermanos hallaron lo que sería Abelan el lugar de la oscuridad.
—¿Qué es este lugar? —preguntó Chagary sorprendida
—No lo sé, pero me da paz, sabiduría y prosperidad —respondió De Chicnak-Panea alegre
—Ja, ja, ja… lo dice un curandero que no cree en la paz ni en la prosperidad —expresó su hermana riendo en tono de burla
—Pues haré que este lugar que hemos descubierto tenga vida
—¿Y cómo lograrás eso?
—Haré mi más grande creación
—¿Qué cosa?
—Vida hermana, vida
—¡Ay Nack! A veces me asustan tus inventos
—Ja, ja, ja… será solo una población, una población en donde la prosperidad será eterna, y ningún ser humano, cosa o animal lo impedirá.
Ambos caminaban por el bosque sin destino alguno y se deslumbraron de un lugar el cual era el centro del bosque, era amplio, rodeado de gigantes árboles de frutos secos, matorrales en docenas y el sepelio verde y hermoso en el que se podía recostar una y otra vez para dormir.
De Chinack-Panea un curandero de cuarenta años de edad, junto a su hermana Chagary de treinta y cinco eran dos nómadas que habían descubierto el lugar el cual sería su hogar permanente, juntos trabajaron mucho para llevar a cabo un orden y hacer crecer dicho lugar de muchos seres vivos para que vinieran con la paz y tranquilidad que ellos por muchos años no habían podido vivir; sin embargo, sus planes y su creación de arruinaron y lo que sería paz, armonía y tranquilidad se convirtió en miedo los cuales serían opciones, suplicios que serían en las noches y peligros los cuales serían decisiones entre la vida y la muerte.
Después de aquella charla entre risas, carcajadas y sorpresa por el lugar, Nack cómo lo llamaba su hermana Chagary construyó cuatro paredes hechas de barro y entre ellas cruzadas muchas ramas de caña de azúcar las cuales eran fuertes y secas, solo faltan el techo mientras el sol endurecía el pequeño cuadro que sería como una oficina para sus ideas, objetivos y planes para el lugar que ya consideraba de su propiedad desde siempre y para siempre.
—¿Cómo vas hermano? —preguntó Chagary
—Aquí pensando en el nombre del lugar —respondió su hermano pensativo
—Ya habrá tiempo para eso, mientras dime qué será esto ¿Un pueblo? ¿Una aldea?
—Será nuestra aldea, nuestro hogar y podrán entrar por esa puerta grande que crearé ahora cuando quieran, hemos pasado por cosas difíciles y quiero que esas personas nómadas sean y vivan lo justo estamos viviendo hermana: felicidad.
Chagary notó que su hermano actuaba muy extraño, sentía que estaba obsesionado con el lugar
—Hermano, ¿No crees que estás exagerando con este lugar? Descansa, te ves muy agotado —le dijo preocupada
—¿Qué dijiste? ¿Exagerado? ¿Cansado? ¡Hemos estado buscando un hogar maldita sea! —gritó enojado
—Bueno, pero tampoco es para que me grites ¡Soy tu hermana mayor!
—Lo siento, perdón, por favor, perdóname, no quería gritarte, pero Chagary tienes que comprender que si encontramos este lugar es porque Dios lo quiso, nos lo ha puesto en nuestro camino ¿ A caso no era para ti un castigo dormir en cuevas, rocas y hierva que te hacían sentir alergia en tu piel?, Piensa un rato en nuestras necesidades y por todo lo que pasamos
—No creo que Dios nos haya puesto este lugar en nuestro camino
—Entonces, ¿Quién?
—El diablo
—¡Ay por Dios Chagary! ¡Nuestros padres estaría felices de ver este lugar!
—No metas a nuestros padres en esto, es lo único que te pido ¿Okey?, ¡¿Por qué siempre que discutimos los tienes que mencionar?!
—Hermana perdóname
—Dios te perdone y espero recapacites a lo que sea que vayas a hacer
—¡Espera! Solo dime, ¿Por qué tienes miedo de este lugar? ¿Qué es lo que no te gusta?
—Todo, tengo una mala sensación, me da escalofríos, adiós Nack
Después de la discusión con su hermana, Nack olvidó lo sucedido como si no hubiese pasado nada, y puso en marcha su objetivo: crear una aldea. Después de tanto arduo trabajo, cansado y agotado, Nack se tiró sobre el sepelio y observó alegremente lo que había construido, una hermosa casa madera adornada de numerosas flores de colores alrededor de la casa, esta sería su hogar y la de su hermano aunque esta aún estaba destellando rabia y tristeza.
Con el pasar de las horas y las nubes negras, Chagary miraba desde la roca en la que reposaba a dos tiernos pájaros en un enorme árbol que en nido alimentaban y arrullaban a sus pequeños pichones. En ese instante cerró sus ojos por donde empezaron a salir lágrimas, ya que recordaba la triste muerte de sus padres sin hallar una explicación, solo recordaba cuando llegó preocupado y fueron atacados por los lobos. Al no poder soportar recordar el pasado del trágico hecho, abrió sus ojos y salió corriendo para ver cómo iba su hermano. Al ver aquella linda casa de madera se llenó de tanta alegría y lloró de felicidad, ya que su hermano hizo el mismo modelo de la casa que tenían con sus padres.
—¿Cómo lo hiciste? —preguntó llorando
—Sé lo mucho que te gustaba nuestra casa, es por eso que coloqué flores a su alrededor, son tu favoritas, ¿Me perdonas hermana? —preguntó De Chicnak-Panea apenado
—Está bien, por favor no peleemos más y llévame a ver la casa por dentro —le dijo sonriendo y se limpiaba sus tiernas lágrimas
—¡Sí! ¡Vamos verás que te encantará! Es muy hermoso
Mientras alegres y entusiasmados caminaban hacia la casa, se escuchó el aullido de un lobo era tan escalofriante que los dos se miraron sin pestañar agarrando sus manos que temblaban, el día estaba ocre y varios pájaros comenzaron a volar asustados, fue entonces cuando decidieron correr rápidamente a la casa, al entrar, Nack cerró la puerta con mucho seguro, su hermana atemorizada miraba fijamente como las paredes estaban repletas de flores, sentía el hermoso aroma que le daba paz y tranquilidad aunque en su mente aún sabía que un lobo estaba por pisar la tierra que descubrieron. En ese instante despertó de su paz interior y comenzó a preocuparse muy nerviosa.
—¡¿Qué hiciste?! ¡¿Qué fue eso?! —preguntó estérica
—¡Baja la voz! —le gritó su hermano suavemente
—Dime qué era esa cosa, ¿Por qué sentí alivio?
Nack la quedó mirando a los ojos, dejó de mirar desde su ventana redonda el lugar para vigilar de que el lobo no los viera para atacarlos, ambos le tenían miedo, pues sabían que estos en manadas acabaron con la vida de sus padres.
—Creé ese aroma en las flores para cuando estemos en peligro o preocupados nos den alivio o paz como lo acaban de hacer contigo —le dijo alegre
—¿Estás demente? ¿A caso perdiste la cabeza? ¡Sé consiente de que si ese lobo está rondando este lugar es porque les pertenece! Y yo no me quedaré para vivir un suplicio del cual después me puedo arrepentir ¡Por obedecerte a ti De Chicnak-Panea!
—Okey, está bien, si te quieres largar hazlo, pero luego no me vengas a rogar a que te ayude en tus necesidades porque no lo voy a hacer, y tampoco tendré compasión por ser mi hermana —le dijo Nack seriamente
—Ah, así serán las cosas, bueno señor curandero lo dejo en su Reino y a mí solo me tocará a velar, velar por tu salud y que despiertes de este lugar extraño que juega con tu mente —le dijo Chagary llorando
—Hermana, piénsalo, por favor, este lugar es nuestro, nosotros lo descubrimos —le decía mientras su hermana abría la puerta para abandonar el lugar descubierto.
—Adiós Nack, Dios te bendiga
—¡Espera! —le gritó triste—, antes de que te vayas, quiero que sepas que tal vez tengas razón
—¿Razón en qué? —preguntó ella pensativa y se le acercó
—En que este lugar sea de los lobos
—¿Qué? ¿Y cómo lo sabes? ¿Que acaso viste algo que aún no sé?
—Cuando vimos este lugar un lobo se comía a un animal, no vi exactamente qué era pero fue muy cerca de aquí
—¿Me quieres matar? ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! —le gritó, ya que ella había quedado con traumas y miedo desde que murieron sus padres
—¡No! ¡Claro que no! ¿Cómo que se ocurre que te voy a matar, que te voy a hacer daño? Eres mi hermana y te amo, siempre has estado allí conmigo
—¡¿Y por qué no me lo dijiste?!
—¡Porque sé que tendrías miedo! Yo solo quiero cuidarte
—Pues estás mal, porque más que ayuda has hecho que mi miedo sea aún más grande y eso hermano no te lo perdonaré jamás
En ese instante Chagary salió de la casa sin importarle el lobo que se acercaba
—¡Hermana! ¡Espera! Yo te acompaño
—¡Vete! No me hables más
Al llegar hasta la entrada y salida del lugar, Chagary volteó y su hermano venía hacía ella, este la miró con la cara triste, veía llorando como su hermana marchaba, no sabía, ni era consiente de que estaba dejando a su hermana por un lugar; de que estaba eligiendo el lugar de la oscuridad en vez de su propia sangre.
Días después
Pasaron muchos días desde que Chagary se fue del lugar, Nack ya había hecho de este un lugar hermoso, se sentía tan solo que en sus momentos libres escribía en un libro con hojas en blanco cosido con pitas una historia llena de dolor, un día mientras escribía pensaba en un nombre que lo haría recordar a su hermana, fue entonces cuando recordó que su hermana le dijo: “Ah, así serán las cosas, bueno señor curandero lo dejo en su Reino y a mí solo me tocará a velar” y a dicha historia la llamó “Las secretos de Abelan”, fue tan ingenioso y se inspiró en aquella discusión tan dolorosa que comenzó a escribir sobre los lobos, recordó la muerte de sus padres, y escribió que una multitud de personas nómadas pisarían en Abelan para vivir allí pero que vivirían con miedo porque los lobos los atacarían al llegar la noche y sus lágrimas arderían al caer al suelo, porque profecías en su libro se cumplirían.
Viendo que llevaba muchas páginas ya escrita se llenó de tanta emoción que no paraba, su pasatiempo sería escribir esa historia llena de castigos a indefensas personas que no creían en seres sobrenaturales. Planteó que un niño llamado David sería la llave de la caja de la verdad y que él en el más allá junto con un pequeño ladrón de color aún en vida serían los descubridores del por qué el mal se apodera de sus cuerpos al anochecer.
Todo lo que escribía era su desahogo a lo que vivieron él y su hermana por años mientras vagaban por el bosque tristes y desolados. A cabo de haber terminado un largo párrafo, se asomó por la ventana dejando el libro sobre una pequeña mesa, veía la aldea sola, parecía un desierto, los árboles movían sus ramas fuertemente por el viento que se hacía grande. Sintió miedo al pensar que su hermana pasaba por frío o que tal vez se enfermaría del fuerte viento que se apoderaba de él, en ese momento le llegó la idea de el pequeño David sentiría un frío terrible aunque un calor muerto estaría siempre presente. De Chicnak-Panea, nombre de origen hebreo egipcio que significaba “Revelador de misterios” o “Revelador de lo oculto”, era homenajeado a José hijo de Jacobo, el cual fue vendido por sus hermanos como esclavo, sin impórtales el maltrato que soportaría durante su oficio de servir, sin imaginar que se convertiría en el gobernador de todo Egipto otorgado y nombrado por el mismísimo gobernador que le dio por nombre Zafnat-Panea, entonces su padre, el honorable Napa cambió Zafnat por De Chicnak, pues cabe mencionar que a él, Napa, fue vendido por sus hermanos a la guerrilla y así creció con las armas convirtiéndose en un soldado que sirvió a su patria por muchos años.
Después de desviar la mirada hacía el cielo, observó que anochecía, el sol se ocultaba y las nubes desaparecían como polvo, se alargaban dejando rastros de sus partes que la formaban. Horas después, Nack veía desde su ventana el oscuro lugar, las luciérnagas alumbraban los rincones más negros, y con el viento las ramas de los árboles se movían dejando ver la hermosa luna llena destellando luz, se deslumbraba de su majestuoso color con siete estrellas a su alrededor, entonces le llegó una idea a su cabeza: “Los aldeanos no podrán ver la luna por ser Abelan el lugar de la oscuridad y su alimento serán los peces de numerosos lagos que rodearán la aldea” Ver la aldea tan oscura y la luna resplandeciendo fueron fuente de inspiración para la idea que comenzó a escribir.
Aquél libro era obsesión, aquél libro lo creía solo una historia ficción, pero lo que Napa jamás pensó es que como así los hermanos de José lo vendieron y no se imaginaron en lo que sería más adelante, él tampoco imaginó que la creación a la que dedicaba en tiempo hasta en sus momentos débiles se volvería realidad sin saberlo.
Al siguiente día, Nack se encontraba cortando leña con un afilado hacha haciendo una hermosa cerca la cual sería que lo conectaba a la casa de David, que más adelante ayudaría de una golpiza que le darían niños que en unos días llegarían a Abelan. Mientras, Chagary se apareció por uno de los lados de la aldea, entró cuidadosamente a la casa y comenzó a oler las flores para sentir paz, ya que mientras estuvo afuera pasó necesidades y se estresaba. Mientras olfateaba las rosas de color de color azul, miró de una manera extraña al libro que estaba sobre la mesa, lo tomó entre sus manos mirándolo fijamente, sintió una extraña sensación en su cuerpo, sintió escalofríos corriendo por sus venas, y sintiendo intriga abrió el libro y comenzó a leer,
—¿Qué haces? —le dijo su hermano al entrar
—¿Qué es esta cosa? —preguntó ella asustada
—¿No que te habías ido? ¿Qué haces husmeando mis cosas?
—Dime qué es esa cosa
—Te hice yo primero la pregunta, no seas estúpida y no me respondas con otra pregunta, quiero respuesta —le dijo con un tono fuerte
—Vine por tranquilidad, y no me trates así, soy tu hermana mayor
—Ah, viniste por tranquilidad, pues si ya tiene lárgate y no vuelvas —le dijo sin compasión
Chagary lo quedó mirando a los ojos y ya desconocía a su hermano, no sabía con quién hablaba, su hermano nunca la había tratado así
—Está bien, me voy y espero esté l te vuelva más loco de lo que ya eres
Nack la miraba y retenía sus lágrimas para no demostrar su sensibilidad, al marchar su hermana fuera del lugar se tiró al suelo a llorar como un niño, tomo el libro, la pluma y la tinta negra y comenzó a dibujar en el libro furioso imágenes de lobos.
Al llegar la noche, Nack se había quedado dormido sobre la silla mientras dibuja los lobos, comenzó a soñar con las palabras de su hermana, la muerte de sus padres, mientras se asustaba de lo que escuchaba y veía en sus sueños, hablaba dormido diciendo: No, para, ¡No! —En ese momento despertó y tomo la pluma junto con la tinta y comenzó a dibujar en una hoja a un gigante lobo que vio en sus sueños llamándolo Badook.
—¿Badook? ¿Qué esta cosa? —se preguntaba en su mente mientras miraba su arte escalofriante
Ala parecer, Nack había tenido pesadillas con quien ordenó la muerte de su padre, Badook, el lobo alfa y asesino, dueño y amo de los lobos en el bosque. Con las patas de una paloma y su plumaje suave, Nack hizo un extraño remedio al cual le agregó siete gotas de limón y siete gotas de agua salda, tenía planeado tomársela para que su mente viajara al pasado y sus buenos recuerdos felices junto con su familia volvieran y se volvieran realidad. Al colocar la pócima que estaba en un vaso de barro sobre la mesa junto al libro tocaron la puerta.
—Toc toc
—¿Quién es? ¿Por qué no responde?
Al abrir la puerta no había nadie, con una vela en sus manos comenzó a alumbrar mirándolo por todos lados, al ver que no veía nada decide entrar ya que hacía mucho frío. Sin más decidió volver a escribir su historia del libro la cual pensaba que estaba terminada, por un momento quedó pensativo recordando las palabras que le dijo su hermana y que lo hirieron: “Un grupo de mujeres chismosas tendrán una m*****o muy especial, su nombre es Chagary lo que significa el mar”.
Incluyendo a su hermana en su historia en dónde le daba el oficio de ser una mujer que se metía en los problemas de los demás y junto con las otras mujeres del grupo lo regarían por todas las calles de Abelan, alterando la información como chismosas que estaban destinadas a hacerlo en más allá del bosque en una pequeña cueva reposaba Chagary temblando del frío comiéndose las uñas, en ese instante sintió un fuerte dolor en el corazón, sintió como un pinchazo alteraba el transporte de su sangre en las venas, el dolor era porque ya se acercaba su destino, su futuro que ya estaba escrito.
Nack colocó el libro al lado de la pócima y sin darse cuenta esta le cae encima al libro desatando todo lo allí escrito. Cuando fue a su cuarto a arreglar su cama, volvió para tomarse la pócima para hacer realidad su pasado mientras dormía, al ver el vaso volteado y que no tenía nada miró al suelo para ver si lo había manchado, no había nada, el libro lo absorbió, sus páginas y sus tapas seguían normales aunque su contenido era anormal.
Quedó pensativo y sin darle importancia se fue a dormir, mientras el libro se movía por sí solo, parecían escucharse pasos, gritos, llantos de dolor y de miedo. Al siguiente día, Nack se despertó muy dolido y se estiraba haciendo ejercicio mientras escuchaba como crujían sus hueNack sediento se dirigió a la sala y de una balde tomó agua y a la vez se lavaba el rostro ya que aún tenía sueño, cuando se secaba con una toalla su cara miró hacía la entrada de la aldea y personas llorando con sus hijos en brazos, con mochilas, machetes y cobijas viejas y arrugadas entraban a Abelan, Nack corrió sorprendido, no podía creer lo que veía, lo que quiso crear en un inicio cuando descubrió el lugar se estaba cumpliendo: “Crear un hogar para las personas que van de un lugar a otro como lo eran él y su hermana y no se establecían en un lugar permanente”.
—¡Hola! —exclamó alegre
—Hola, todas estas personas buscan un hogar y nos hemos llenado de felicidad al ver este lugar ¿A quién le pertenece? —le dijo un hombre
—Se llama Abelan, es mi aldea, sean todo bienvenidos
—Oh, amiga mira esto —le decía una mujer a otra—, tenemos que recorrer el lugar ¿Quién es usted? —preguntó la mujer que parecía hablar mucho
—Mi nombre es De Chicnak-Panea señora, sea usted bienvenida
—¿Cómo? Ja, ja, ja, ¡Que nombre tan chistoso! —exclamó mirando a su amiga—, lo siento señor perdone es que nunca había escuchado un nombre así
—¿Usted cree en Dios? —le preguntó Nack mirándola de pies a cabeza
—Sí, sí creo en Dios ¿Por qué la pregunta señor? —preguntó muy picosa
—Porque mi nombre es proveniente de una las historias de la Biblia, y usted mi señora con ese perfil abierto a carcajeadas al escuchar un nombre por primera vez jamás nombrado de sus labios secos es de chisme
La señora dejó de reír, se había quedado muda y al no saber que decir caminó junto con su acompañante con el nuevo chisme de que un anciano que decía ser el dueño de aldea era un loco irrespetuoso aparte de decir que es un “curandero".
—Disculpe usted señor De Chicnak-Panea, esas mujeres que vio son dos chismosas que se las han pasado hablando desde que vinimos caminando, parecen un par de cotorras locas
—Que curioso, yo escribí una historia sobre una mujeres chismosas en Abelan
—¿Es usted escritor? —preguntó el hombre
—Je, je, je no, soy un curandero
—Oh, guao ¡Increíble! Sería de gran ayuda su servicio para curar a personas enfermas en caso de que lo lleguen a estar
—Je, je, je, je. Ya veremos más adelante ¿…Y cuál es su nombre?
—Mi nombre es José David de Cristo, y esta es mi posa
—Mucho gusto, mi nombre es Esther Ramos —dijo la mujer y le dio la mano a Nack
—Este es nuestro hijo ¡Van aquí hijo! —lo llamó su padre y el niño corrió hacia ellos contento
—Hola, mi nombre es David muchos gusto señor —dijo y le sonrió.