Meissa abrió los ojos y miró esa habitación, no sabía dónde estaba hasta que sus recuerdos volvieron a la mente, la enfermera que estaba ahí se acercó a ella.
—¿Cómo se siente?
—Bien.
Meissa quiso levantarse y la enfermera la ayudó
—¿Quiere ir al baño?
—¿Podría darme una ducha?
La enfermera asintió y le mostró el cuarto de baño, Meissa estaba tan sorprendida esa habitación parecía de lujo, pero no podía entender como había llegado ahí, se lavó los dientes y luego se bañó, la enfermera quiso ayudarla y ella se negó, bajo el agua recordó todo, Ariel Rochester la había salvado.
«Ariel Rochester me salvó…» ese pensamiento la paralizó, una vez lista salió de ahí y la enfermera le dijo que pronto le traerían la comida y ella asintió.
Se sentó en la camilla, escuchó que abrieron la puert
