Entrenamiento y otras llocuras

2582 Words
Agarró el diario y lo pongo en su lugar, miro mi reloj y veo la hora. —Tengo que ir a entrenar, ¿quieres venir?— le preguntó Salgo al closet y me pongo ropa deportiva, me miro al espejo y no puedo evitar sonreír al ver las marcas que había dejado después de tener intimidad. —No creo que sea correcto que vayas a entrenar, tuvimos una sesión y debes recupérate. —Sé lo que mi cuerpo puede soportar. Me agarró el cabello y salgo al cuarto, agarro mi celular. —¿Ya estás arriba?— le pregunto —Sí, apúrate— me contesta Volteo y miro a Matu. —Puedes ver mi entrenamiento, el tuyo no será tan duro mañana, pero, puedes darte una idea— le digo sonriendo. Pongo mi mano en la pared y se desliza hacia un lado, la mejor tecnología que desarrolle junto con Atenea en su compañía de seguridad, le doy una mirada a Matu mientras le sonrió para entrar y ella corre hacia las escaleras, la puerta se cierra otra vez. —Lo primero es que debes saber, es estar consciente de tu alrededor— le digo mientras estoy por subir un último escalón —Por eso debes de agacharte ahora. Sale un cuchillo volando, lo agarro en el aire y lo lanzo de regreso. —Pero qué…— fue lo único que dijo Matu cuando vio lo que pasó Le hago una seña que guarde silencio, después se escuchó un gritó, justo en el blanco. —Me cortaste un mechón de cabello!— gira —Hola David— él se lanza a mí y lo esquivó —Amore mío— me dice cuando no logra su cometido —¿Quién es la nueva víctima?— David mira detenidamente a Matu —Puedes llamarme Matu. —Tiene buen cuerpo, pero un mal porte, ¿Cariño haces algún deporte?. Voltea a ver a Matu, yo me enfoco a escoger mi arma de combate. —No, no hago ningún deporte— le contesta a David —Sabes pelear?— le vuelve a preguntar —Un poco— le contesta —¿Manejas algún arma de combate?. Ella dice que no moviendo la cabeza, David suspira frustrado. —Amore mío, no sé cuánto tardaremos en entrenarla bien. Me río, agarro mi bastón de combate y me equilibro ante él para acostumbrarme a él. —Sus papás nunca la llevaron al instituto o al entrenamiento que ofrecemos, estuvo mucho tiempo en silencio sin saber que era una descendiente y sobre todo es guardiana— le contestó —¿Todo mundo sabe artes marciales en el instituto?— pregunta Matu —Si, desde que entran, pasan por un entrenamiento muy estricto, ¿Nunca has peleado con tu hermano?— le digo. Matu —Increíble, no nunca desde chiquito estuvo en el instituto, al igual que mi hermano pequeño. Sigilosamente, David agarra su bastón, bueno, más bien era su palo de entrenamiento, pensó que no lo notaría, cuando me vuelvo y esquivó su golpe. Tomamos diferentes posiciones de combate, acabamos luchando un buen rato, usando diferentes armas y artes marciales. En eso aparece Atenea y se une a la lucha, saca su espada tanto él como yo, agarramos las nuestras, David y Atenea se miran y corren contra mí. —Que malditos los dos contra uno. —Si gano me quedo con tu cuarto— me dice Atenea —Claro y si yo te gano me quedo con tu espada— le digo —No, se puede alejar de mí, elige otra cosa— me suelto riendo —Ok, sin sexo un mes. —¡No, eso no!— me grita mientras me ataca —No hay trato. Nada más se escucha el sonido de las espadas, golpe tras golpe, le doy un golpe a David y con eso sale fuera del combate. —Buena pelea— me dice retirándose del lugar de lucha —No puedes ganarme, soy la descendiente de Atenea, diosa de la guerra— me río —Y yo soy Lilith, descendiente de la misma reina del infierno, guardiana del universo. Nos miramos enojadas y nos transformamos, ella luce su armadura, arco y espada, mi cabello se pone rojo que parece ser fuego, mis ojos brillan y cada parte de mi cuerpo se cubre con gran traje rojo oscuro con dorado, comenzamos nuevamente la lucha. —Creo que deberías llamar a Morningstar, esto no se ve bien— le dice Matu a David —¿Tú crees que no lo sabe?, Lilith y él están conectados, vendrá cuando sea conveniente— le contesta y ella lo mira sorprendida —¿Cómo qué conectados?— le pregunta a David —Son los reyes del infierno, en la biblia son pareja, siempre han estado conectados, están destinados a ser, pero no están juntos porque aman a diferentes personas y eso no es algo que están dispuestos a dejar. Lilith aún busca al amor de su vida aferrándose a una promesa, mientras Morningstar sigue amando a su único amor y tiene confianza que si Lilith lo encuentra él encontrará a Lucía, ellos hicieron ese juramento aparte Lilith lo vio. Se abre la puerta de golpe. —¡Saben cuánto odio que hagan eso maldita sea!— grita Morningstar Nosotros nada más nos vemos y seguimos luchando. —¡Esto se pondrá bueno!— le dice emocionado David a Matu —¿Por qué?. —Solo mira. —¡Ya basta!— grita Morningstar. Morningstar aplaude y separa las manos separándonos con la corriente de aire que acaba de crear con solo aplaudir, nos deslizamos una de cada lado. —¡Morningstar!— les gritamos las dos al mismo tiempo Le lanzó mi espada mientras Atenea le lanza una flecha, lanza fuego por sus manos, quema la flecha y derrite mi espalda. —¡Oh, vamos Morningstar se había vuelto mi favorita!— le digo mientras me levanto volviendo a la normalidad —¡Y yo les dije que no lo volvieran hacer!— me contesta David se suelta riendo —La apuesta era buena, si Lilith ganaba Atenea no tendría sexo un mes y si Atenea ganaba tendría el cuarto de Lilith— le dice a Morningstar Mientras nos lanza una botella de agua a cada una, me la tomo rápidamente. —Saben que esta pelea es imposible, nunca pierden si fuera por ustedes, pelearían por días, son tan estresantes. —Pero aun así me amas— le digo, él viene y me abraza —Claro que sí— le sonrió y nos separamos del abrazo —Ten— me entregó mis diarios —Lamento ver pensado mal, por favor perdóname. —No te preocupes— le contestó —¿Qué?— dice Atenea sorprendida —Nunca dejas que nadie lea tus diarios porque él leyó dos. —Son cosas entre él y yo, Nea, no te preocupes— se acerca a quererme quitar los diarios —Atrás Atenea sabes que estos son importantes para mí y si lo haces me lastimarás mucho— ella da un paso para atrás —Está bien lo lamento— me dice —Gracias por comprender, por cierto, puedes enseñarle a Lana tiro con arco. Lana se acerca y me mira. —¿Por qué?— me pregunta Lana Tengo que dejarla de llamar Matu, incluso dejar de pensar su nombre, ahora es Lana. —Atenea es muy buena arquera y tu descendiente Artemisa se caracterizaba por ser muy buena arquera, veamos— camino de un lado a otro —Mañana a las 8 de la mañana tendrás tu entrenamiento con David ¿Cuánto tiempo necesitarás David para enseñarle lo básico?— le pregunto. —Si es buena estudiante en un mes sabrá lo básico, pero por lo menos serán cinco horas diarias— muevo la cabeza asintiendo —Nosotros tendremos que salir mañana y regresaremos tarde mmm, ¿Nea mañana después de que lleguemos no estarás cansada para enseñarle?— le pregunto —Si todo sale bien mañana sin complicaciones estaremos a las 6 de la tarde, entonces a las 7:30 podría iniciar las clases, ¿Eres zurda o diestra?— le pregunta —Diestra. Atenea voltea a ver los arcos —Ok, a las 7:30 estará bien, no necesitaré mucho esfuerzo, ya que viene en sus genes, estoy segura de que aprenderá rápido, solo configura su cuarto para que pueda entrar aquí— me dice —Perfecto ya quedamos— les digo —Muero de hambre, bajamos a comer— dice David Todos rápidamente les contestamos que sí, cada quien sale por su propia entrada y nos separamos. —¿Crees podernos seguir el ritmo?— miro a Matu mientras bajo las escaleras —Creo que sí, pienso que tengo buena resistencia y disciplina— me contesta Se abre la puerta, me dirijo al cuarto de seguridad y abro la caja fuerte para meter los diarios. —¿Por qué no dejaste que Atenea leyera esos diarios?— me pregunta mientras cierro la caja fuerte —Aún no es tiempo, además no puede entender lo que está escrito— le contesto sonriendo —Y los demás diarios que tienes nadie los puede leer— me dice señalando todos los estantes —Exacto.— salgo del cuarto y me quito la ropa para darme un baño. —¡Espera!— me dice —¿Qué paso?— le pregunto y ella se acerca —Tus cicatrices ya no están, incluso tienes más tatuajes ¿Por qué no los note antes?— me sigo quitando la ropa —Bueno, me hice un tratamiento y desaparecieron, mis tatuajes tengo más en diferentes partes aunque la mayoría están en la espalda y si no lo notaste es porque estábamos enfocadas en otras cosas. Suelto una leve risita, me meto al baño y ella me sigue, se sienta en el lavamanos para hacerme compañía. —¿Entonces, nadie puede leer tus diarios, excepto Morningstar?. —No, está, fue la única vez que permití que lo leyera, nadie puede tocarlos. —¿Por qué decidiste escribirlos?— me pregunta —Depende no todos los diarios hablan de lo mismo, unos hablan de mi vida y mis memorias cuando vives mucho te olvidas de cosas, así que las escribo. Otros hablan de las investigaciones que he realizado, del instituto mm, también hablan sobre cualidades, descendientes y cosas, así son muchos temas, tú como guardiana también tendrás que empezar a escribir; pero puedes escribirlo electrónicamente o a mano como yo— le contesto —Es interesante ser guardiana, implica muchas cosas verdad. —Si, pero lo bueno es que no tendré que manejar todo sola, ya tendré con quién compartir tareas— le contestó, escucho que suspira —¿Qué es lo más difícil que has hecho?— me pregunta —Creo que es cuando luchamos con la empresa, me llevo dos años trabajar en un lugar separado de todos, mi familia, amigos y vivir una vida diferente fue una misión muy difícil. Pero fue un gran logro gracias a los dioses que no se ha repetido la historia, ese día rescatamos a muchas personas, muchos estaban muy heridos, otros murieron antes de que llegáramos; sin embargo, todos murieron, no dejamos a nadie vivo para que no pudieran seguir lastimando a los demás, incluso termine con dos hijos más, también como guardiana es difícil quitarles sus cualidades, localizar personas que necesitan tu ayuda. Salgo de bañarme y me cambio rápidamente para ir a comer porque me muero de hambre. —Amor, piensas que debería mudarme. —Es algo que considere, pero a tu papá no le gustó la idea, tuvimos que negociar que te dejará el fin de semana y dime Lilith Salimos del cuarto y vamos al comedor, que me diga amor, solo me crea ilusiones. —Si consigo su permiso, ¿puedo vivir con ustedes?, necesitaré mucha ayuda —Claro, hay muchas habitaciones. Matilde nos pone el plato de comida y hace que mi estómago ruga. —Gracias Matilde muero de hambre- le digo mientras abrazó su cintura —Lilith, no seas tan empalagosa, tengo que terminar de servir, me dice Matilde Como amo a esa mujer, la siento como mi propia madre. —¿A dónde van a ir mañana?— pregunta David, lo miró y le sonrió —Es un secreto— le contestó —Estrella de la mañana a dónde van a ir —Vamos a ir a un lugar— le contesta y nos volvemos a reír —¡Oh, mi gran diosa! ¿A dónde van a ir?— le pregunta a Atenea —¡Oh, mi humilde sirviente, iremos a una misión!. —¿Por qué no me invitaron? ¿Ella va a ir?— nos pregunta —No, Lana no irá, se quedará contigo entrenando, tiene que estar lista en un mes— le contestó —¿No te llamabas Matu?— le pregunta —Ese es mi nombre de mi vida pasada y Lana es de esta vida, pero me siento más identificada con Matu que Lana—le contesta —Matu…. Matu…— dice David mientras me mira —Oye Amore mío, ese no es el nombre que tienes tatuado. —No sé— le contestó —Sí, recuerdo que te pregunte en una sesión mientras— le tiró una patada —¡Oye!— grita —¿En una sesión de que mientras hacían que?— le pregunta Matu —Lo siento no me corresponde hablar de esto. Morningstar y Atenea se sueltan riendo, ya van a empezar. —¡Lilith Adams puedes decirme lo que quiso decir!— me dice molesta —Porque debería, tú no me cuentas lo que haces con tu novio. —Pensé que me amabas y me extrañabas tanto que me esperaste, pero veo que no fue así— pongo la copa en la mesa —¿Segura que quieres ir por ese camino?— le advierto y ella me reta con la mirada —Bien, una vez que recuperaste tus recuerdos, aun así te casaste con Maximiliano, después me pediste que te entregará al altar. Mientras tanto, yo me quedé esperando y esperando por casi dos siglos, nunca me case o tuve alguna relación. ¡Siempre has ha sido tú la que lastimas, incluso ahora estás de novia con el tipo que se parece a él y me reclamas por qué me he acostado con demás personas, no es justo!— le digo mientras aprieto mis puños enojado —¡Te busqué cuando te fuiste y tú ya no estabas, te fuiste y me entregaste con otro hombre!— me contesta —¡No podía quedarme a ver cómo alguien se casaba con el amor de mi vida, tú sabías dónde vivía, qué hacer para encontrarme y aun así te terminas casándote con él!. Matu se para y me besa posesivamente dejando en claro a quien pertenezco y a quien ama, Maldita sea. —Terminaré con él, te lo prometo, solo déjame encontrar el momento indicado— me separó de ella —Lo creeré cuando lo vea. No iba a hacerle todo fácil, la esperé por mucho tiempo, acepte cada cosa que me pidió, ahora ella tiene que luchar por mí y por lo que quiere, un sonido interrumpió mis pensamientos, miro a la mesa y es mi celular. —Lo siento, tengo que contestar, Matilde, gracias por la comida estuvo deliciosa. Agarro mi celular y me voy a mi habitación
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