Cosas que no quiero saber.

1898 Words
—Iré a bañarme— me levanto y voy al baño, pongo a llenar la tina —Déjame cuidarte— me dice entrando al baño, le sonrió —Pásame las sales de baño— le digo ella me las da y la pongo en la bañera —Amor— me dice Matu —Si— le contestó mientras cierro la llave. Entró a la tina, después entra ella y se pone detrás de mí, agarro el gel de baño y la esponja y lo comienzo a pasar por mi cuerpo. —Yo lo hago. Me la quita y comienza a pasarla por mis hombros. —Tengo muchas cosas que decirte— me dice giró levemente y la miró —Cuéntame entonces— le contestó sonriendo —Escuché tu conversación con Morningstar. Dejó de sonreír, pero ella no lo nota. —Ok— le contesto —Cuando fuiste a mi boda y mire como me miraste, pude ver cómo sería si nos casáramos— guarda silencio —También pude ver la mirada de dolor en tus ojos cuando te pedí que caminara al altar conmigo. Me giro para verla y estar frente a frente, recordando aquel día en el que la entregue a otro. —Y aun así aceptaste, a pesar de ese dolor, en ese momento mi corazón dolió tanto, no entendía por qué lo hacías porque siempre me decías que sí y aceptabas todo lo que te pedía. Cuando llegó el momento de caminar al altar y mire la reacción de Maximiliano, no pude evitar compararla con la tuya y no era ni siquiera un poco como me miraste; no era igual, esperaba ver una mirada que superará la tuya, entonces podía casarme sin sentirme culpable porque eso significaba que él me amaba como tú lo hacías. Cuando te fuiste a tu asiento no pude evitar sentirme vacía, mi corazón, me decía, ella es la que debería de estar aquí, no él, pero mi mente decía que lo que viví contigo era una realidad que nunca pasó. Entonces no pude evitar verte cuando me dijiste que no, dolió aún más me quedé congelada, cuando volví en sí lo mire y le dije, tengo que despedirme de ella. Pero en realidad quería huir contigo, te busqué en el cuarto y solo estaba tu nota, corrí afuera, todos me siguieron decían que me había vuelto loca, no me importaba lo que pensarán y fue cuando mire aquellas luces esparcirse por toda la ciudad. Todos miraban y decían que era mejor casarse afuera, los padres de él le hablaron al sacerdote para que nos casara ante tal suceso; sin embargo, supe que ya te había perdido y aquellas luciérnagas que todos admiraban era el amor que tenías por mí; eras tú dejando salir tu alma para que pudieras seguir y esperar que cumplieras esa promesa, todos los días de mi vida me la pasé regañándome si solo hubiera corrido detrás de ti justo cuando te fuiste no estaría viviendo en ese infierno. ¿Por qué me dice eso ahora?, es demasiado tarde, ya había cumplido con su promesa de encontrarnos en otra vida, no me importa nada más, odio verla llorar, cierro los ojos y respiró profundo. —Entiendo— me doy la vuelta y me continuó bañando —Eso es todo lo que me tienes que decir— me dice Matu, Dejó de hacer lo que estaba haciendo y volteo a verla otra vez. —Por mucho tiempo me la pasé viviendo en él hubiera sabes, pero comprendí que lo hecho, hecho estaba y no podía hacer nada para cambiar el pasado— le digo a Matu y ella me mira —Está sucediendo otra vez. ¿Qué quiere decir con eso? ¿Qué está sucediendo otra vez? —No entiendo— le contestó —Tengo novio Lilith y es igual a Maximiliano. —¡Que destino de mierda!. Me levanto y me pongo la bata de baño y salgo del cuarto de baño, hecha una furia. ¿Por qué no dejan que viva feliz?, ¡Dios había esperado tanto tiempo y ahora que está aquí!, olvídalo Lilith, no tiene caso. Me terminó de cambiar, me pongo de rodillas en el piso y miro debajo de la cama, sacó un pequeño maletín, mientras lo abro veo de reojo a Matu. Al abrirlo hay dos pantallas para introducir mis huellas dactilares, abrí un lado y sacó un chocolate amargo y me lo como, después sacó un pequeño cuadro de metal y lo vuelvo a cerrar. Deslizó la caja de bajo de la cama nuevamente y me siento en la cama, sacó un cigarrillo y lo prendo, comienzo a fumar, dando pequeñas bocanadas, sentía la mirada de Matu sobre mí. —¿Lo amas?— le preguntó sin mirarla —Sí. —¿Qué es lo que harás?— le vuelvo a preguntar —No lo sé— contesta con duda. Derrotada, terminó mi cigarro y la miró. —Cuando sepas qué hacer dímelo— me levanto de la cama —Puedes dormir aquí, Mariana te dirá los alrededores y explicará muchas cosas que yo no puedo explicar, mañana comienza tu entrenamiento— le digo con una sonrisa en el rostro —Gracias— me contesta —Nos vemos mañana— le digo mientras salgo de mi cuarto. Bajó las escaleras y camino a la casa en unos minutos llegó. —No esperaba verte pronto— me dice Morningstar —¡Así soy de inesperada!— le contestó con una sonrisa —¿Y Lana?— me pregunta —Mariana tenía que enseñarle unas cosas y vine a terminar unos documentos— le contestó Él solo me dice que si y subo las escaleras. Entro y voy directo a mi cuarto de seguridad, voy a los estantes y sacó un diario en donde anoto los datos de los descendientes, me pongo mis audífonos y comienzo a escuchar música, activó el sistema Anti ruido, sacó la pluma y pongo la fecha. "Lana Parker, edad 21 años, descendiente de Artemisa, tras hacer la prueba de confirmar que era descendiente de la diosa griega…" Comienzo a plasmar lo sucedido que prácticamente ocupa tres hojas, comienzo a cantar por última vez de Matisse Tú crees que no sé lo que dirás, no eres buena al disimular se acerca el final, Ya sé que no era tu intención partir en dos este corazón que eres tú; que no soy yo No tienes nada que explicar, sé que te espera alguien más que tengo que soltarte, ya lo sé que ya no debo amarte y entender. Que no soy tu destino, que el amor ya te ha escondido, que te pierdo y que ahora solo soy tu amigo… —suspiro mientras termino de cantar —Será que debo de darme por vencida y dejar de sufrir por amor, volver a ser esa persona fría que por años fui, debería de cerrar ya mi corazón y resignarme a mi realidad, después de todo se repetirá la historia, no tiene caso intentarlo nuevamente— digo en voz alta —No— escucho que dice alguien me giro y veo a Morningstar —¿No que?— le pregunto sonriendo —¡No te des por vencida, No cierres tu corazón, No te resignes a una realidad que no sabes y sobre todo No vuelvas a ser esa persona fría y cruel!— me levanto y pongo el diario en su lugar —¿Qué es lo que quiere decir Morningstar?— escucho que preguntan —Nada— contestó sin pensar Me estiró un poco más para agarrar mi diario personal. —Sabes la primera vez que la lastimaste no sabíamos nada hasta que moriste, pasó tantos años sola sufriendo y ahora que ese brillo regreso a sus ojos, vuelve desaparecer por ti… —Morningstar cuida lo que dices— le digo en tono serio —¡No Lilith tiene que saber!, No puede hacerte lo mismo de nuevo!— se gira y mira a Matu. —Mira Lana, si la vas a lastimar nuevamente no empieces algo que no vayas a terminar, no puedo permitirme ver como se destruye otra vez como lo hizo antes— me levanto de golpe —¡¡Morningstar para!!— le gritó —¡Grita todo lo que quieras, pero si es la forma en que puedo protegerte lo haré!. Sabías… después de que te casaste Lilith se iba y se metía todo tiempo en peleas, todos los días salía y buscaba problemas solo para encontrar algo que le hiciera sentir viva; las cosas solo empeoraron con el tiempo, no sonreía, no dormía llegó al punto en que intentó… Le doy una cachetada, pero no fue suficiente, sigue hablando. —Intentó acabar con su vida de diferentes maneras— le doy otra cachetada y él me agarra de los brazos —La última vez casi lo logra, con un cuchillo abrió su propio pecho. Luchó contra él, pero me sostiene demasiado fuerte. —¡Para no sigas, por favor!— le digo llorando —¡No digas más!— dejó de luchar y solo lloro —Se sacó su propio corazón, gracias a dios que en ese tiempo ya sus hijos no seguían con vida, porque si vieran visto tal escena estarían decepcionados; ese día Atenea y yo la encontramos a punto de arrancar la última arteria, si no viéramos llegado, su cuerpo no hubiera podido sanar. —Estás tan equivocado. Morningstar y Matu me miraron fijamente, camino a la caja fuerte y sacó dos diarios y se los pongo en sus manos. —La vida es buena Morningstar, pero a la larga te cansas de vivir, ahora por favor sal, Necesito terminar de hacer lo que estaba haciendo— le digo Se da la vuelta y sale de mi cuarto, me siento en la silla y prendo otro cigarro, no tiene derecho a contar nada, no lo tiene. —¿Qué pasó?, pensé que Mariana te mostraría la isla y te explicaría cosas —¿Es cierto lo que dice Morningstar?— tiró el humo para un lado —Todo eso quedó en el pasado, no tiene sentido indagar— le digo mientras tomo otra calada —¡Solo dime si es verdad!— me levanta la voz —¿Qué parte?— le contestó — Todo— me dice —No todo, lo último es mentira— le digo sonriendo Se acerca y me quita el cigarro de mi mano y lo apaga. —Has cambiado tanto— me dice —La gente cambia Lana ya te he dicho que hay cosas que no sabes de mí y no te hará feliz saberlas— le contestó —¡Que no me digas Lana Lilith, no lo entiendes!. —¡No puedo decirte amor porque eres la novia de alguien más y lo amas!— le levantó la voz —¿Por qué no luchas por mí?— me dice —Porque la última vez que lo hice perdí y me concentre en una promesa que no sé si ahora se cumplirá— le contesto en voz baja —Sé qué hice una promesa y pienso cumplirla, solo necesito tiempo, llevo saliendo con él desde que tenía 15 años— me dice y yo suspiro —Yo tengo más tiempo…. — suspiro frustrada —Está bien tomate tu tiempo— le contestó
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