Duele, duele mucho, me muevo y siento unos brazos sobre mí.
—¡Paren me duele!— gritó y me siento —Morningstar— le digo y lo abrazo fuerte —Sabía que no morirás— le digo en el oído
—Sabía que me protegerías, ahora es mi turno, tienes que quedarte quieta.
—Estamos sacando las balas, ¿cómo pudiste curarte con tantas dentro de tu cuerpo?— me dice Lana
—Puedo hacerlo yo, déjeme sola— cierro los ojos y estiro mi cuello, moviéndolo de un lado al otro —Dame el bisturí— digo estirando la mano.
Visualizo mi cuerpo en mi mente y veo donde están las balas que faltan por sacar, abro la primera herida y escarbó con los dedos para sacarla y así sigo sacando cada bala que está dentro de mi cuerpo; el cansancio me llena y suelto el bisturí me pongo la bata, no queda ninguna, únicamente tengo que descansar.
—Debo irme a dormir, lo siento, estoy muy agotada— me levanto y mis piernas se doblan, Matu me alcanza a agarrar —No puedo seguir, solamente quiero dormir.
Me acomodo en el lugar y me quedo dormida inmediatamente.
—¡No, papá!, Porque no entiendes la amo, yo no quiero estar con alguien que no amo, ya no más.
Se queda en silencio unos momentos, no quiero que tenga problemas.
—Tú la conoces de toda la vida porque te empeñas en alejarme de ella, ella no es mala, mucho menos egoísta como él— escuchó que suspira. —Papá, ella nunca me obligó a acostarme con ella como él, no, no estoy mintiendo porque lo haría, sabes que no me importa si me crees o no, ya no regresaré a la casa.
La miro y veo como llora silenciosamente al borde de la cama, me levanto con cuidado y la abrazo fuerte.
—Voy a acabar con él, nadie va a tocarte sin tu permiso— le digo y ella llora un poco más fuerte —¡Termina con él! ¡Hazlo, no puedes seguir con un abusador Matu!— se voltea y me mira
—Ya lo hice por eso mi papá me habló— me pongo a un lado de ella
—¿Cuál es la empresa en donde trabaja?— le preguntó
—Empresas MT, el papá de él es el CEO y mi papá es vicepresidente.
Sonrió y me río un poco, el destino sí que le gusta jugar.
—Te diré algo, cuando moriste, me pediste que cuidara tu descendencia y eso hice, cuide a tus nietos y a los nietos de tus nietos.
Empresas MT fue mi forma de cuidarlos, les di los recursos, ellos se encargaron de cuidarla, MT es la forma en la que abrevie Matu, fundé esta empresa para ti y para ellos, tú eres la dueña, mi vida, ¡tu familia fue fundadora!.
Ella me mira sorprendida, agarro mi teléfono y le marcó a mi abogado.
—Hola, recuerdas de la plática de la última vez, ya es hora, llámame cuando esté listo bye— le cuelgo.
Ella me eligió, mi Matu, mi Lana me eligió.
—Ahora Matu, ¿me dejas dormir en tus brazos?— la miró directo a sus ojos
—Ok, pero mañana hablamos de esto.
Me acomodo de lado y después ella se acuesta y me rodea con sus brazos
—Te amo sabes— la miro y le doy un beso
—Yo te amo aún más— me dice Matu
Me besa y nos quedamos dormidas en los brazos de una de la otra, como tanto había soñado.
—¡Lily, Lilith!.
Es muy temprano, déjenme dormir, abro los ojos y miró a Morningstar.
—¿Qué pasó? ¿Estás bien?— le pregunto mientras me levanto de la cama
—Si, pero, ¿cómo es que tengo esto?.
Señala sus alas, no puedo resistir y tocarlas son tan bellas y blancas.
—Vamos a otra parte— le digo
Agarro mi bata y me la pongo, después bajamos y vamos a la oficina.
—Si, mi conocimiento no me falla, tú eres descendiente de un ángel que fue desterrado, así que tiene sentido que tengas alas— le digo y él me mira
—No solo es eso, también es esto.
Saca un cuchillo y lo pasa por la piel de su mano.
—Interesante, no corta, tal vez completaste un ciclo de tu inmoralidad— me mira sin creerme —Vamos, seamos sinceros, resurgiste de las cenizas, así que el cambio fue necesario.
—Gracias por mantenerme en la casa, yo rogaba porque no dejarás que me llevarán y lo conseguiste, pero Lilith tengo miedo de lo que me vaya a pasar— lo abrazo fuerte
—Tú piensas que cuando cambie no moría de miedo, incluso en ocasiones siento miedo porque no sé lo que vaya a pasar, así que es normal tener miedo.
—Llegué a un punto dónde estaba dispuesto a irme, reencontrarme con mi Lucia, pero no podía dejar a mi hijo así; Lucia no me lo perdonaría, así que hice lo posible y alguien me dijo que era igual de fuerte que tú, así que luche y así es como llegué aquí, me dio miedo no poder regresar con mi hijo y mi familia.
Lo veo llorar, pocas veces lo he visto llorar, realmente sintió miedo, mucho miedo, lo abrazo y llora aún más fuerte, nos sentamos y lo sigo abrazando mientras llora desconsolado.
—Todo va a estar bien— le digo una y otra vez hasta que se queda dormido en mis piernas.
Es difícil hacerlo la primera vez, regresar de la muerte realmente te impacta en la vida y mucho más cuando regresas con cambios que no logras entender y mucho menos sin saber que tal vez más cambios surjan.
—Lilith no encuentro a…
Le hago señas para que guarde silencio, Atenea se da cuenta de que está dormido, se acerca a mí.
—¿Cómo está?— me pregunta Atenea
—Tiene miedo, es mucho cambio para él, es como una avalancha de emociones.
Se sienta aún lado mío y después se acuesta en mi otra pierna
—Yo sentía que me destrozaba su muerte, quería creer en lo que me decías, pero él nunca tuvo cosas como tú pensé que solo moría y ya.
—Tengo una teoría, pero tengo que recabar información cuando descubra si se confirma o no, te contaré, así que no te preocupes, yo cuídate a todos.
Morningstar sigue tomándome la mano y durmiendo.
—No quiero más secretos, si hubiera estado ahí tal vez no hubiera pasado eso.
—Atenea hay cosas que no puedo decirte que son de muy importantes, pero esa persona se llama Emanuel, se encarga de buscar cosas que le pido; ya sean desde libros antiguos, pinturas hasta el cuchillo que le regale a Matu cuando éramos estudiantes, y creo que mi pedido estaba en manos de personas peligrosas que lo secuestraron y tuve que rescatarlo.
Cuando terminó de hablar me doy cuenta de que se quedó dormida, no debió de ver podido dormir por la preocupación, mi pequeña hermana, todo estará bien, te lo prometo.
En unos minutos duermo, pero despierto cuando escucho que entra alguien a la oficina.
—Amor, estás…— cuando me ve, sonríe —Atrapada.
—Algo así, ¿qué haces despierta tan temprano?.
—Buscándote me di la vuelta y no te sentí en mis brazos, así que vine a buscarte pensando que estaba algo mal, pero veo que te necesitaban.
—Lamento no avisarte, es solo que dormías tan cómoda que no me atreví a despertarte.
Morningstar se mueve y me mira.
—No puedo creer que me quedé dormido— se sienta y se estira —Perdón por quitarla de tus brazos— le dice a Matu
—No te preocupes, la necesitaban— le contesta sonriendo
—¿La necesitaban?— Matu señala a Atenea y él la mira
—¿Cuándo llegó?— me pregunta
—Después de que te dormiste, fue a buscarte, pero no te encontró y vino para acá, platico un rato y se quedó dormida.
— ¡Papá, papá! ¿Dónde estás?.
Escuchamos a Adán gritando y Atenea se para rápidamente.
—¡Morningstar!— dice, cuando lo ve exhala el aire que contenía —Diosa, pensé que fue un sueño, pero…
Voltea a ver la puerta y Morningstar se levanta rápidamente y sale por la puerta-
—Adán hijo, acá estoy.
Cuando salgo veo a Adán abrazando a Morningstar mientras llora.
—¿Por qué no estabas en tu cuarto, pensé que algo malo te pasó?— le dice Adán a Morningstar
—Todo está bien, estaba con tus tías, me quede dormido con ellas.
—Iré a mi habitación— les digo tomando la mano de Matu
—Nos vemos más tarde— les dice Matu
Subimos las escaleras, entramos a la habitación, cierro la puerta y arrinconó a Matu contra la puerta.
—¿Qué pasa?— me dice nerviosa
—Pasa que muero por besarte.
Miro sus labios y la beso desesperadamente con hambre y deseo por ella, la levantó y con sus piernas rodean mi cintura, sus brazos se ponen alrededor de mis hombros
—Me volvía loca deseando la mujer de otro hombre y ahora que ya no eres más no me contendré.
Ella me mira con unos ojos llenos de lujuria y amor puro.
—Te amo tanto y te deseo aún más— me contesta.
La acuesto en la cama y me pongo sobre ella.
—Amo tus ojos— le doy un beso en cada uno de ellos —Amo tu nariz— la beso —Tus mejillas— Le doy un beso de un lado y después al otro —Amo el dulce sabor de tus labios— le doy un beso.
Cuando me separo gime, me quito mi pijama y la de ella, no quiero dejar de tocarla.
—Amo tu dulce cuello.
Paso mi lengua por su cuello, saboreando cada centímetro de él, mordiendo un poco de vez en cuando
—Amo tus pechos perfectos.
Lo pongo en mi boca y succiono mientras toco el otro con mi mano.
—Lilith— gime mi nombre
—Amo su tamaño, amo la forma en la que tus pezones se ponen duros por él deseó.
Paso al otro pecho y arquea la espalda en respuesta a como la provocó, después bajo besando su abdomen.
—Amo tu bella figura, amo la suavidad de tu piel.
Le doy una mordida en su cintura, bajo un poco más, pasando mi cara por su entrepierna hasta llegar a sus pies.
—Amo tus pies y tus diminutos dedos.
Beso, un pie y luego otro, subo un poco más y los pongo en mi cuello
—Amo como tus piernas rodean mi cuerpo.
Paso mi lengua desde el tobillo hasta la ingle, después pasó a la otra y le doy pequeñas mordidas.
—Amo su tamaño y como hacen que te veas hermosa— muerdo sus músculos
—Por favor— me dice con un susurró
—Amo tus labios.
Paso mi lengua por uno y después otro, puedo sentir como aprieta los dedos de sus pies por el deseo.
—Amo el dulce sabor de tu néctar.
Paso la lengua por su vulva hasta llegar a su clítoris.
—Amo como te estremeces cuando estoy entre tus piernas— repito el mismo movimiento —Amo tu clítoris.
Succiono poco a poco hasta que escucho que gime.
—¡Dios!— pasó mi lengua por su clítoris
—Amo lo apretada que te sientes cuando entro en ti.
Meto dos dedos y los muevo de adelante a atrás al mismo tiempo que sigo succionando su clítoris.
—¡¡Mmm, si!!— grita cuando siente tales acciones, lo hago lento y rápido intercalando mis movimientos —¡Ahí! ¡No pares, amor!— me dice gimiendo.
Sus manos toman mi cabello, después pasan a aferrarse a la orilla de la cama, los muevo más rápido, succiono más fuerte y siento como su cuerpo se estremece cuando llega al orgasmo.
—¡Lilith!— grita cuando hago que tenga un segundo orgasmo
—¡Amo como te ves cuando tienes un orgasmo, Amo como gritas mi nombre, Amo como tiembla tu cuerpo, Amo como te estremeces por mí cuando te corres en mi lengua y mis dedos!.
Subo pasando mi lengua por su clítoris, después pasa por su abdomen, entre sus pechos, a un lado de su cuello y posteriormente la beso
—Amo todo de ti hasta más diminuto lunar.
Sigo besándola ella profundiza más el beso, su lengua se mueve junto a la mía, sus manos tocan mi cuerpo.
Pone una pierna en el medio de las mías y hago lo mismo, después nos ponemos de lado y nos frotamos moviéndonos de arriba a abajo, sintiendo cada una en su piel lo húmeda que estamos.
Nos aferramos a la fricción que se produce en nuestros clítoris, somos un cuerpo, una piel, no sabemos si respiramos, solo nos besamos y nos movemos desesperadamente, tratando de liberar nuestra excitación en un dulce orgasmo.
Los movimientos se vuelven más necesitados y cuando llegamos al orgasmo gritamos nuestros nombres como si nuestra vida dependiera de eso.