La boda imposible de Romeo y su Julieta

1583 Words
—¡Esto es un desastre! Las mujeres al rededor de la novia se reiteraron un paso para darle espacio cuando la chica en cuestión se hundió en un ataque de pánico sorpresivo. Ella se hizo un c*****o en el suelo cayendo de lleno sobre su vestido de novia marcándole arrugas que serían difíciles de quitar. —Lily, cariño tienes que calmarte, no es un desastre… —¡Claro que lo es!— gritó sin salir del escudo en el que se había metido sobre si misma. Para su madre fue un poco extraño ver a su siempre modulada y tranquila hija perder el control de si misma de pronto. Sabía que los nervios de novia previos a la boda eran perfectamente normales y esperables pero Lily parecía estar yendo más allá de eso. El que estuviera embarazada de dos meses quizá no estaba ayudando mucho. Ada se inclinó sobre su hija intentando buscar su rostro oculto tras su cabello dorado pero ella apenas se movió. —Cariño el vestido se ve precioso, es normal que hayas subido un poco de peso con el embarazo, pero nadie lo notará. Su hija no se quejó más pero tampoco hizo ningún gesto para levantarse, Ada se frotó la cara buscando armarse de paciencia. En ese momento la puerta se abrió. Ada se volvió a la nueva invitada. —¿Qué le ocurre? Ada suspiró levantándose del suelo con gracia pese a su vestido ajustado a la altura de las piernas y los zapatos altos. —El vestido no cierra. Lu sonrió con comprensión como si fuera algo esperable dada su condición y el corte sirena del vestido. —Quítatelo, lo arreglaré— dijo esta con un tono más brusco pero no grosero. Parecía que no iban a recibir respuesta de nuevo pero lentamente Lily levanto el rostro de su regazo y miró hacia arriba a Lu. —¿Puedes hacerlo? Lu sonrió con afecto. —Estará listo en un segundo. Lily se quitó el vestido en ese instante sin importarle desnudarse enfrente de de sus damas y le entregó el vestido a Lu con un gesto de alivio en su rostro aun sin maquillaje. Lu tomó el pesado vestido con cuidado de no arrastrarlo y salió de la habitación con él. —¿Le robaste el vestido a la novia?— preguntó un hombre visiblemente más alto que Lu pero que parecía inclinarse hacía ella de una forma casi devota. —Algo así— bromeó ella pasando junto a Aron mientras él la seguía de cerca. —¿Planeas que nos casemos otra vez? —Nuestra boda fue un campo de batalla, no estoy segura de querer repetir le experiencia— respondió ella pero por su tono Aron supo que ella realmente no estaba molesta. Nunca fueron una pareja habitual, su unión había estado llena de rencores viejos, de rencores nuevos, de odio y de mucho amor. Había sido un amor turbulento y difícil desde el principio. Era prácticamente un milagro que hubiesen logrado llegar a ese momento, así que realmente no podía quejarse. —¿Aún crees que estoy exagerando por tener detectores de metales en la entrada del salón de Enzo y Lily? Lu entró a uno de los cuartos de hotel que Aron había rentado para todos y extendió el vestido sobre la cama. —Creo que más de un invitado se va a asustar cuando dos de tus mastodontes los detengan en la entrada para revisarles todo.— Aron la abrazó por detrás interrumpiendo su trabajo con el vestido— ¿No te hubiera gustado tomar esas medidas en nuestra boda?— bromeó apretándola a su cuerpo. —¿Cómo íbamos a saber que la mitad de nuestros invitados iban a ir armados?— ella se giro hacía él escandalizada. Aron sonrió inclinándose hacía ella para besarla antes de responder. —En realidad deberíamos haberlo previsto. Considerando de donde venimos. Ella se apoyó en su pecho y él le proporcionó apoyo. —¿Te arrepientes?— preguntó él y Lu pudo escuchar el miedo impreso en su voz, un miedo que solo mostraba en presencia de ella, dónde no tenía que ser The King, dónde no tenía que ser el jefe de la mafia, dónde solo era él, abiertamente, con la yugular expuesta hacia ella. —Nunca— respondió ella parándose de puntitas para alcanzarlo y devolverle el beso con fuerza.— no iré a ningún lado. Ahora estamos juntos en esto. Él sonrió antes de tirar de ella y profundizar el beso. Incluso si decidiera dejarlo, él iría tras ella… CADA MALDITA VEZ. El teléfono de Lu comenzó a sonar y ambos vieron la pantalla encendida con la imagen de Lily en ella. —Debo apurarme con el vestido antes de que la novia sufra un colapso nervioso. ──────────═❁═────────── A diferencia de su boda con Aron, la boda de Lily y Enzo ocurrió sin incidentes más allá de un vestido ligeramente modificado a la altura del busto. Pese al entallado corte sirena el embarazo de Lily no era visible a través del vestido para alivio de la novia. Masón podría haberle ganado al padre de Lu al momento de entregar a la novia, tanto Tristán como Masón lucieron igual de aprensivos y recelosos de entregar a sus hijas en el altar. Afortunadamente para el resto de los invitados fue algo más cómico que preocupante. Por que no sabían de lo que esos dos hombres eran capaces por su únicas hijas mujeres. Después de la boda, y del estricto control de NO ARMAS, la fiesta en el salón fue maravillosa. Lu sintió un alivio incomprensible al ver a esos dos chicos que también habían pasado por tanto para poder estar finalmente juntos, ahora felizmente casados contra todo pronostico. Ella supuso que Aron había hecho las pases con Enzo después de ofrecerse a pagar la boda. Los novios se veían increíbles mientras abrían la pista con el primer baile frente a todos los invitados. A diferencia de Lu y Aron quienes se negaron a lo que sentían por mucho tiempo, especialmente viniendo de Lu. Enzo y Lily siempre supieron que se querían y se aferraron el uno al otro en medio de una terrible guerra de clanes entre los Walk y los Thorsen, no era algo fácil de decir para un par de adolescentes que ni siquiera habían alcanzado la mayoría de edad. Cinco años después finalmente podían decir que lo habían logrado. Quizá había sido su amor, un amor puro, sin toxicidad, que no se dejó manchar por el rencor que sus familias venían arrastrando, fue su amor el que terminó de unificar a las dos familias que ahora unidas primero por el matrimonio de Lu con Aron y después por el matrimonio de Lily con Enzo se convertían oficialmente en el clan mas poderoso del mundo. El clan: Walk-Thorsen. No fue sorpresa que el día de la boda de Lu, iniciaran un ataque premeditado en plena ceremonia. Lamentablemente el sacerdote que los unió falleció ese día, un hombre que no había tenido nada que ver en su historia y que definitivamente no merecía morir por ella. Aron había cubierto los gastos funerarios y Lu se había contactado personalmente con la familia para disculparse personalmente por el daño. Realmente fue un día agridulce. Estaba feliz de aprender de sus errores y de que Lily y Enzo pudieran tener la felicidad que ellos perdieron por muchos años debido a rencores que ni siquiera les pertenecían. Lu y Aron dejaron que todo ese dolor los arrastrara a ellos también, pero no Lily y Enzo. Ellos no permitieron que su amor fuese eclipsado por sus apellidos. Lu estaba realmente feliz por ellos y no pudo evitar preguntarse qué habría sido de ellos si nadie hubiese intervenido en su felicidad, quienes habrían sido, en quienes se hubiesen convertido. Pero también sabía que esos mismos rencores fueron los que llevaron a Aron a ella en primer lugar, y eso no lo cambiara por nada del mundo. Vió a su esposo al otro lado de la pista de baile quien hablaba con su madre y señalaban a los novios con afecto. Enzo se veía realmente atractivo, los tatuajes que cubrían su cuerpo le daban un curioso aire distinguido y debajo del traje oscuro. Lily era una princesa, era brillante y hermosa como su madre y ambos irradiaban su amor a kilómetros. Aron le sonrió al otro lado de la pista y le hizo un gesto para invitarla a unirse a los novios en el baile cuando llegara el momento. Lu no pudo evitar reírse de su entusiasmo, porque a diferencia de lo que cualquiera podía pensar, Aron era bueno en prácticamente todo lo que hacía… Menos bailando. Era algo que hizo reír mucho a Lu el día que lo descubrió considerando que el baile era casi una segunda naturaleza para ella. Descubrir que había algo que ella realmente podía hacer y Aron no, le dió una extraña sensación de poder que le gusto. Tomó bastante tiempo para que él lograra amoldarse a ella pero había mejorado considerablemente. Lo suficiente para querer mostrarlo enfrente de todos. Había sido duro, había sido doloroso. Todo el camino que tuvieron que recorrer hasta ese momento fue mas que terrible en muchos aspectos, pero ambos habían sobrevivido, habían vivido para contarlo, su amor contra todo pronostico había triunfado y Lu solo podía estar agradecida. Amaba a Aron y ella sabía que el mundo se terminaría antes de dejar de amarlo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD