Estoy por irme a dormir cuando veo la pequeña caja de primeros auxilios que compre hace un rato cuando fui al almacén por algunos víveres encima de la mesa. Me levanto de este sofá que se convertirá en mi cama por las noches que pasemos aquí, y la busco para después ir hacia la puerta de su cuarto y golpear, pero cuando lo hago, la puerta de inmediato se abre ya que solo estaba arrimada.
Lo primero que veo es a ella parada en ropa interior frente al espejo de pie que tiene. Trato de no mirar tal y como lo hice cuando la busque en aquel lugar, pero la verdad es difícil, su figura es hipnotizante —Lo siento— Digo y en un esfuerzo agacho mi mirada.
—No pasa nada, entra— La escucho decir mientras siento sus pasos.
Vuelvo a levantar mi mirada, y veo como ella termina de colocarse una camise
