Miré hacia arriba a través de mi visión llorosa para verla mirándome desde arriba. Sus ojos parpadeaban entre blanco y su marrón normal, indicando que estaba luchando por el control. —¿Th..ora? Le pregunté mirándola desde abajo. Solo para escuchar su voz suplicarme suavemente. —Corre... Vol..kan No pue...do con..trolar… Pero ¿cómo podía yo? ¿Cómo puedo permitir que el lobo de la muerte se apodere de su alma así? Levantándome, miré sus ojos parpadeantes para luego sostener su rostro en mi palma. —No...No...Vengas...Volkan... már...chate. Exclama en pánico mientras la miro suavemente. Acariciando su piel con mi pulgar. —No te dejaré, Thora. Estarás bien. Lágrimas caen de sus ojos mientras aprieta el puño. Moviendo su cabeza en un gesto negativo. —No...No puedo controlarlo...matará