El auto se detuvo en la esquina antes de llegar a casa, Ángela no podía dejar de mirar ese anillo, le parecía tan hermoso
—¿Te gusta? —preguntó Ryan apagando el auto
—Sí, me gusta, ¿Por qué eligió este anillo? ¿Fue el primero que le gustó? —cuestionó aun con la mirada sobre la joya
—No. En realidad, puedes estar segura de que no encontrarás uno igual, está hecho de forma única.
—¿Cómo?
—Volví con el orfebre de la joyería en Aberdeen, llegamos a un acuerdo, para que hiciera el anillo, ya tenía hecha la argolla y los diamantes incrustados, solo le faltaba la perla, y esa era de mi madre.
Ella le miró impactada
—¿De su madre?
—Sí, mi madre tuvo dos argollas de compromiso, pero fue enterrada con la segunda, y la primera argolla me la dio a mí.
—¿Por qué no se la dio a Emma? —pregunt
