Llego a casa de mis padres mis niños saltan abrazarme, verlos me devolvió el aire. Me llenan de besos, mis padres me atosigan de preguntas, no los culpó después que llame a mi madre y les dije que no saliera de casa, ven guardias afuera de su casa era de esperarse.
- ¿Vas a decirnos que sucede?- pregunta mi padre.
- Vayan a jugar mis amores - los niños y se van a sus juegos, quedamos mis padres y yo - resulta que tengo un caso que empezó como una injusticia y ahora se ha vuelto mas que eso.
- ¿Tanto para poner seguridad y estar asustada?, te conozco muñeca, te crié.
- Lo sé, me metí con gente mala, resulta que mi cliente lo despidieron con motivos absurdos y un p**o miserable para todos los años que llevaba ahí así que acudió a mí, me explico que encontró algo ilegal estuve investigando y tenía razón, posiblemente es lavado de dólares, tráfico y cosas así; me acerque mucho me amenazaron y sabes como reaccionó cuando me amenazan.
- Si, no sueles pensar muy bien sino atacar - nos reímos pero puedo ver su preocupación - ¿que piensas hacer?
- Encerrar a los malos, es lo que hago y no voy a dejar que eso cambie menos ahora que se les ocurrió amenazarlos a ustedes.
- Y a tí, no se te olvide. Pueden hacerte daño y entonces dejaras un par de viejos destrozado y un par de niños huérfanos.
- No digas eso ni en broma, no seria la primera vez que me amenazan y ni la última tranquilo, Sulivan me tiene bien vigilada para que no me pase nada.
- Me gustaría que te quedaras está noche aquí y los niños, no voy a dormir tranquilo sabiendo que estas afuera sin protección.
-Esta bien papá pero me gustaría que los niños se queden aquí mientras resuelvo el caso, espero que no sea mucho pero se que aquí nada les pasara.
- Esta es tú casa, siempre van a tener su espacio aquí, pueden quedarse el tiempo que quieran.
Nada mejor que estar en familia, mis hijos hacen con mis padres lo que quieren, me sentí como niña otra vez, consentida y mimada; medio la capacidad de olvidar unas cuantas horas.
-*-
En la mañana como era de costumbre mi papá estaba despierto con su taza de café y periódico, cuando me ve solo estira su mano dándome una taza de chocolate caliente y tostadas, extrañaba eso.
- Un buen desayuno antes de empezar el día.- me dice.
- Siempre despertando temprano papá, deberías descansar.
- Lo hago amor pero me gusta mi trabajo y soy feliz haciéndolo, algo así como a mi hija que la amenazan pero aun así sigue trabajando.
- Ya sabes a quien salí ¿no? - terminamos el desayuno, cuando terminamos preparó mis cosas para ir al juzgado y a la oficina.
- Cuidate hija por favor.
- Si papá tu también y a mis terremotos, tenles paciencia.
Voy al juzgado me entrevisto con la jueza que lleva el caso de Rocketh y ve las pruebas que me dio mi cliente, sospecha lo mismo que estamos frente a lavado de dólares o algo más pero aun faltan pruebas para encerrarlos.
Luego voy a la oficina, llamo a Ana mientras voy en camino solicitándole todo lo que necesitó para poder encerrar a esos hijo de perra.
- Aquí esta todo los archivos, me costo un poco pero nada que no pueda conseguir- me dice Ana.
- Valiente, no quiero ni saber como lo conseguiste.
- Fuí más allá, resulta que pedí una auditoría y la aprobaron aquí tengo la carta así que puedes ir a verificar los datos en la empresas de esos desgraciados.
- No lo creo, vales oro Ana perfecto; pues voy directo para allá entre más rápido me mejor. - al salir de mi oficina veo la de Thomas cerrada y no puedo evitar preguntar.- ¿Ana?
- Dime...
-Sabes donde esta Thomas me extraña que no este en su oficina.
- Vino esta mañana buscó unos papeles y se fue a los juzgado pregunto por ti.
-¿Enserio? - afirma - Es bueno que haga su trabajo ¿no?
- Si, con lo guapo que es, tan inteligente, varonil - tiene una cara de boba, no la culpo él muy condenado tiene todo para poner a cualquiera de rodillas.- lastima la noviecita que tiene.
- ¿Novia? - hago como si no me importara, Melizza aun lo persigue como perrita faldera y se que el muy condenado debe darle alas ese que no pide dos pedidas.
- La muy estirada vino esta mañana a buscarlo - solo imaginarme la aquí ya me pone de pésimo humor.- más sifrina, creía que era la última coca cola del desierto la plástica esa.
- ¿La plástica?, vaya solo verla te puso de malas.
- No, lo que me puso de malas fue que ni buenos días dijo entró como si fuera su casa y cuando intente hablarle me dijo " traeme un café y si lo sabes servir que este caliente y con dos cucharaditas de azúcar", mientras esperó a mi novio en su despacho y entro si tocar ni avisar.
- No ha cambiado - digo y me mira extrañada - no preguntes, ¿que dijo Thomas cuando la vio?
- Bueno se sorprendió verla aquí, le dijo que no viniera para acá sin avisar y luego lo deje pero creo que no le hizo mucha gracia verla. ¿De verdad que hace ese bombón con esa descerebrada?
- Pues sabe como complacerlo y que no te escuche que luego te regaña. Mejor ve a terminar el trabajo y así puedo terminar el mío.
- Ya te dejo pero si fuera por mi te diría que esa no puede saber como complacer ese hombre, el necesita una mujer con carácter, inteligente, que le peleé y al mismo tiempo que lo consienta.
- ¿Como tú? - le digo algo molesta y celosa me molesta que otras puedan expresarse así de él y si es una estupidez pero no lo puedo evitar.
- ¡No! yo felíz de comerme ese manjar pero ese bombón se ve que le gusta mandar y yo me dejaría como boba y no, ese hombre necesita alguien que le peleé hasta en la cama, alguien como tú.- la miro con gracia, si supiera.
- Si dices bobadas Ana, aún que si le gusta tener el control y cederlo también - me quedo recordando las veces que estuvimos juntos y se me enciende la piel.
- ¡Vaya! Hablas con propiedad ¿sabes algo que yo no?.- regreso a la realidad.
- Nada, solo lo que sabe todo el mundo; que es un mujeriego y no se conforma con su plástica como dices tú ahora vete ya.
Sale de la oficina y llamo a Eduardo diciéndole las noticias y quedó en ir conmigo y el equipo a las empresas de Rocketh en una hora.
-*-
Una hora mas tarde estoy en una de las empresas mas famosas y prestigiosas, las empresas Rocket no me sorprende es lujosa, ostentosa, superficial. Me dirijo a la empresas del jefe y ya me muero por ver el idiota que se atrevió amenazarme el muy imbécil.
Veo a una mujer guapa, delgada y pelirroja en un escritorio, se ve muy...falsa.
- Buenas tardes, señorita buscamos al señor Víctor Ferrer - le dice Eduardo a la falsa pelirroja descarada que le hace ojitos.
- ¿Claro quien lo busca?.- le contesta con una sonrisa más descarada.
- De parte de Valería Dunner, el sabe quien soy - interrumpo su coqueteo visual mientras ella llama a su jefe, miro a Eduardo y este se ríe - ¿vaya cuanto te llevara meterla a la cama? Picaro.
- Deja los celos belleza sabes que tu eres la que mueve mi corazón, pero mientras decides ponerme atención puedo ver el mercado.
- Hombres, no cambian y después dices que porque te ignoro.- nos reímos y la pelirroja nos interrumpe.
- El señor Ferrer no los puede atender ahora esta ocupado, dice que si quieren pueden esperar unas horas pero que se va tardar- este imbécil quien se cree que le voy a dar la oportunidad de que se salga con la suya que va.
- A ver señores vayan a los archivos que la señorita amablemente los va llevar.- me mira asombrada.
- Ve belleza soy el detective Sulivan y tenemos ordenes de revisar todo lo que nos parezca importante y el archivo es uno de esos.- le dice Eduardo y esta queda embobada.
- Pero mi jefe se va enojar.
- Tranquilo que tu jefe se va enojar pero porque va estar peleando conmigo, el muy cretino - los dejo en su coqueteo mientras me dirijo a la oficina de ese imbécil.
- ¡Oiga no puede pasar sin permiso!. - me grita la pelirroja mientras entró a la oficina de Victor Ferrer y ahí está detrás de su escritorio dando ordenes cuando me ve todos en la sala que deben ser su secuaces me miran.
-Señor Ferrer le dije que no podía pasar pero ella pasó.- le dice asustada.
- Descuida - Victor me mira arriba abajo y por primera vez me arrepiento de haberme puesto este vestido n***o que meda medio muslo, zapato de tacones rojos, siento que me desnudo con la mirada.- estoy desocupado para atender a la señorita.
- Eso no fue lo que dijo hace un momento, no soy muy buena esperando y tampoco obedeciendo como se puede dar cuenta ¿ahora hablamos delante de sus hombres o a solas?.
- No tan a solas - dice Sulivan, Ferrer pierde contacto conmigo y lo mira.
- ¿En que los puedo ayudar? - vuelve su mirada a mí.
- Soy el dective Sulivan y Valería Dunner - señalándome - vinimos hablar sobre un caso que ya usted sabe.
- Si algo sé, por favor muchachos retirense y hagan lo que les pedí - le dice a uno de sus hombres con cara de diablo, pero que a mi no me intimida, este le responde y reconozco su voz, fue el que me a amenazo. Estos se retiran mientras lo observo esa cara la grabo en mi memoria y sigo observando todo lo que esta a mi alrededor obteniendo toda la información que pueda.
- Así que vienen hablar de algo sin sentido, mis abogados no están presentes - dice el idiota, le voy a decir algo el muy cretino es guapo muy guapo, alto, ojos café, blanco, fuerte, sexy como a mi me gustan si no fuera porque es un delincuente hasta le haría caso.- me dijeron que no puedo hablar con ustedes sin ellos presente pero voy a colaborar. - me mira con esos ojos tan penetrantes trata de intimidarme y seducir pero se topo con una piedra.
- Que amable el señor, pero ya que quiere colaborar tengo acceso a sus archivos y cuentas bancarias y aunque se niegue no le servirá de mucho.
- No pienso negarme, no tengo nada que esconder.- miro a Sulivan y me entiende que quiero que acompañe a revisar esos archivos a su compañeros no confió en nadie y este se levanta.
- Pues siendo así, voy a revisar su computadora ahora mismo - se dirige a su computadora y este le hace espacio mientras nos seguimos retando con la mirada.
- Le gustan los riesgos señorita Dunner, que sorpresa.- me dice - me gusta, nada más sexy que una mujer con carácter.- esa sonrisa de matador sexy si no lo estuviera odiando caería.
- ¿De verdad le sorprende?, porque recuerdo muy bien haberle dicho a su amigo que no me gustan las amenazas y cuando alguien se le ocurre hacerlo pues soy peor. - lo miro retándolo.
- No recuerdo amenazarla y ninguno de mis hombres lo haría, ¿le han dicho que es más hermosa en persona que en televisión?
- Si un par de veces - Sulivan me observa haciéndome seña que tiene todo lo que desea.
- Estamos listo señor Ferrer nos retiramos igual tengo a mis hombres en sus archivos - este se sorprende por el comentario y lo ve todo nerviosos - pues mis hombre le van a colaborar.
Nos levantamos y Eduardo es el primero en salir y su voz me detiene.
- Es una pena que sea tan guapa con ese carácter que logra meterla en muchos problemas.
- Es una pena que sea tan guapo pero con una reputación dudosa.
-¿Si la invito a cenar aceptaría?.- me pregunta.
- Aceptar sería como un cuchillo en la garganta, le daría ventaja para ser asesinada y eso seria una estupidez, ¿cree que soy estúpida señor Ferrer?
- No,al parecer no pero si me encantaría que me aceptara la invitación le aseguro que no soy peligroso.
- Sucede que en mi trabajo uno debe estar alerta en todo y si algo he aprendido es ser hábil, aprecio mi vida señor Ferrer así que después de esas linda advertencia que medio lo único que me faltaba era ponerle rostro y le digo lo que le dije a su amigo. Yo no funciono con amenazas meda más motivación sobre todo si amenazan a mi familia; le voy a dar guerra y una comida no me va ser cambiar de opinión, que pase buenas noches.
Salimos de la oficina con todo el coraje, Sulivan me mira sin poder creerlo.
- Ya me dejas de mirar así Eduardo, ve que estoy con los nervios a millón- le digo.
-Eso no parecía hace un momento, mujer estas loca como lo enfrentas así tan abiertamente.
- Para que sepa que no soy estúpida y que no se topo con cualquiera si el es peligroso yo soy su contra parte no voy a descansar hasta que este en la cárcel.
- Pero no podías conservar, tratarlo amablemente, se llama actuar, hipocresía para conseguir lo que se quiere.
- Use la hipocresía y la actuación una vez y fue con la familia del padre de mis hijos y dije que más nunca así que no, además ¿quien dice que no conseguí lo que quería?
- Si nos dejo tocar su computadora no debía tener nada ahí, aunque recogí todo los archivos y conecte la lapto para nuestra sucursal así que todo lo que haga lo sabremos.
- Bueno yo copie los archivos de su celular.- el me mira asombrado.
- ¿Que?, ¿como hiciste eso?.
- Para que veas, algo que le debo a tú amado equipo de inteligencia resulta que me instalaron un escáner o algo así solo lo activo cerca del celular que quiero y escaneo todo lo que hay ahí y quedan conectados, así que si hace una llamada o si llega algo lo sabremos.
- Los muchachos sacaron todos las cuentas de los últimos dos años, y veremos que hay, se ve que impresionaste al cretino porque te veía con una cara de idiota.
- ¿Como tu a su secretaria?
- Ey yo no veo con esa cara a nadie, pero si te vía embobado es que te desnudo con la mirada.
- Si lo note algo incomodo para ser sincera y es una lastima porque es guapo pero una rata y esa combinación no me cuadra.
Nos reímos y seguimos hablando de lo que vamos hacer hasta llegar a la oficina, subimos juntos, una vez entramos a mi oficina pedimos algo de comer y nos pusimos a revisar todo lo que estaba en nuestras manos, el conectó los archivos de la memoria a mi computadora y no tenia nada del otro mundo cosa que no podíamos decir de su teléfono habían archivos con clave.
- Vamos a ver si llevamos esto a la oficina Emilio y Nelly que se encargue de abrirlo para algo se le paga.- me dice Eduardo, Emilio es el hombre mas inteligente y Nelly es una jaker experta por eso son de la inteligencia.
Empezamos hablar,comer, trabajar y duramos horas hasta que se nos hizo tarde, no estábamos riendo cuando escuchamos una tos molesta que nos interrumpía, volteo y era Thomas con una expresión nada agradable por cierto.
- ¿Interrumpo? - nos dice con sus brazos cruzados su voz toda gruesa y sexy y recordé lo que hablábamos Ana y yo esta mañana; y adiós a eso Vale no pienses en eso.
- Algo - le dice Eduardo y así empieza las mirada campal a ver quien es mejor que el otro eso es molesto ¿por que los hombres se comportaran así?
- Eduardo te presento al abogado Thomas nuevo socio de la firma y Thomas te presento al detective Sulivan, es uno de los hombres que nos ayudan en casos muy particulares y realmente trabaja más conmigo.
- Sí, ya veo - dice mirando ha todos lados, ve las copas de vino que nos servimos hace un rato y luego lo ve a el - ¿Le gusta su trabajo para quedarse tan tarde por aquí?.
- Pues si me gusta mi trabajo y si es una buena compañía mejor ¿no le parece? - así empezó el contra punteo, hombres.
- Si todo en la compañía adecuada es mejor pero ¿no le parece que sale de su horario?
- Yo no tengo horario además me gusta cuidar a mis compañeros de trabajo sobre todo si es experta en meterse en problemas.
-Bueno para eso estas tú para cuidarme y evitar que locos psicópatas que fastidio no se metan conmigo. - nos volvemos a reír y Thomas con su cara de malos amigos.
-Ya es tarde mejor nos vamos - dice Eduardo - te espero para escoltar a la princesa a casa.- me dice.
- No, gracias tengo que arreglar unos papeles y después me voy.
- Deja esto por un día Vale, creo que gastaste tus energías por hoy.
- Aun me queda energía bebé.- nos jugamos así cuando no hay nadie presente o cuando estamos en confianza el me me dice princesa y yo bebé algo que aprendimos en el trascurso de los años.
- Entonces te dejo, pero te llamo más tarde y cualquier cosa me llamas.
- Si señor, usted mande que yo obedezco.
- Si como no, ojala fuera así de cierto. ¿Abogado también va de salida?.
- No detective, aun me falta arreglar papeles, que pase una buenas noches.
- Lo mismo digo.
Eduardo se va y Thomas lo sigue con la mirada como si lo quisiera ahorcar. Macho alfa defendiendo territorio estos hombres.
-Si que se llevan bien por lo que veo -Thomas y su tono de reclamo.
- Mucho más de lo que viste.- lo pico un poco más, recuerdo que su adorada y soy yo la que término molesta.
- ¿Que significa eso?
- ¿Ahora que haces aquí tan tarde?
- Trabajando ¿tu no haces lo mismo?.- usa un tono nada agradable.
- Oye, no me hables así, si estas de mal humor te desahogas con tu novia o amiguitas pero no conmigo.
- En algo estoy de acuerdo con el detective bonito, te encanta meterte en problemas ¿como se te ocurre meterte en su empresa y enfrentarlo después que te amenaza? ¿Es que no tienes sentido común?.
- Tengo mucho sentido común y no le tengo miedo además creo que lo impresione y más de la cuenta.
- Eso te parece bien, esa gente es peligrosa Sofia por Dios.
- Ya deja la regañadera y no me llames así que no me gusta - Sofia es mi segundo nombre, Thomas cuando se enoja conmigo o quiere llamar mi atención me dice así.
- Deja de comportarte como niña descuidada, ten sentido común, ayer te desapareces, hoy te vas y te metes a su empresa; ¿quieres que te maten?
- ¿Y a ti que más te da?, mejor vete a casa o hacer lo que sea y dejame tranquila.
- Dios contigo no se puede de verdad, me provoca es...
- ¿Qué te provoca a ver? dime. - lo reto frente a frente, veo su yugular palpitando eso lo hace cuando esta frustrado y molesto.
- Amarrarte a la cama y enseñarte ...
- No puedes así que te aguantas.
Sale de mi oficina, cierra con tanta fuerza que creo que la va romper, hombres machista. Me concentró en mi trabajo, necesito ordenar todo esto así que agarro los archivos y los llevo a la sala de conferencia, es más espaciosa más luz. Pasan las horas cuando veo a Thomas en la puerta viéndome sabrá cuanto tiempo lleva ahí.
- Pensé que te habías ido - le digo concentrada en mis papeles.
- No, vi tú oficina con luz,no estabas así que me imagine que estarías aquí. Es tarde deja eso, te escolto a casa. - veo el sarcasmo de sus palabras.
- No gracias me falta algunas cosas cuando termine me voy.
- Vale, no vas arreglar el mundo tan atroz que vivimos en una noche descansa.- se acerca a mi y mi corazón salta ¡calmate!
- Dejame ayudarte, dos cabezas piensan más que una.- se coloca a mi lado más de lo debido y no me quejo huele tan divino, ¡concentrate!
- No es necesario ya te ibas.- ¡me distraes!
- Porque soy buen compañero no voy a dejar a mi socia sola y atareada - se inclina en la mesa leyendo unos papeles y yo me concentro es en él, lo guapo, fuerte, varonil, y en esos brazos que me agarraban con tanta fuerza como si fuera una hoja, esos labios que eran tan deliciosos y hace como calor.
- ¿Estas bien? - me pregunta me trae a mi realidad.
- Si, ¿por que la pregunta? - me mira todo sonriente como si me hubiera leído el pensamiento.
- Porqué te estoy hablando no me contesta y que estas roja como tomate- me levanto de la silla y me acerco al ventanal no se a que porque hay aire acondicionado.
- Es que hace calor ¿tu no tienes?, es el estrés seguro.- graciosa con aire acondicionado y se te ocurre decir justo eso, miro por la ventana.
- No, no tengo calor hace fresco en realidad sobre todo en una sala que esta con aire - me dice burlándose.
- Debo ser yo seguro son los indicio de la menopausia.
- Eres joven para hablar de menopausia - se ríe estar detrás de mí, no, no seas malo conmigo diosito ve que no se que me pasa hoy con este hombre ...
- Respira Valeria,te vas ahogar- me susurra al oído, soy débil, sus manos en mi cintura - La noche esta hermosa, la luna brilla mucho- yo aquí hecha un camión de fuego y el me habla de la luna.
-¿Recuerdas como te gustaba ver la luna?- susurra en mi oído y su otra mano se apodera de mí cadera me pega a él, no me puedo apartar, mi cuerpo no reacciona.
- Estas temblando - me besa el cuello pierdo la razón - se lo que pensabas, te conozco - beso- llevo pensándolo desde que te vi, ese calor que tienes lo tengo yo de hace días.
Me aprieta soy gelatina, debo parar pero como lo hago si nada me responde, estoy siendo traicionada por mi propio cuerpo. Una de sus manos empiezan a subir por todo mi costado y la otra a bajar, no se da cuenta que me esta quemando.
- ¿Puedes sentir como me tienes?.- claro estoy tan pegada a él que me quemo me dejo hacer, su mano llega a mis muslo subiendo tan lento.
- Vale, amor respira que te ahogas- respirar si me tiene atrapada entre tanto músculo, creo que voy a reaccionar, me aportó un poco me vuelve atrapar - no te me escapas.
Introduce sus manos entre mis piernas hasta llegar a mi lugar más débil y reaccionó para poner una de mis manos en la ventana para sostenerme, la otra en el brazo que me tiene acaparada, respiro siento que tenia todo mi oxigeno retenido en los pulmones.
- Húmeda como siempre - me besa el cuello, me muerde la oreja, lo odio sabe donde esta mí debilidad.
- Thomas...Debes...
-Nada, dejame darte lo que quieres y no lo niegues, conozco tú cuerpo para saber que me desea como yo a ti.
Como negarme ha esto, el muy descarado termina con sus manos en mi tan experto, mi corazón empieza ha latir más rápido de lo normal, mis uñas están enterradas en su brazos, siento que me voy a venir en cualquier momento y recuerdo que no lo hago de hace mucho desde que termine con él para ser exactos, lo que falta es que sepa que me volví una frígida.
- Deja de pensar, relajate.
Dios sus manos van más rápido, lo que sea crece más, pero no voy a poder llegar, nunca lo hago,quiero más apoyo mi cabeza en su hombro.
Soy de él, siento su mano en mi rostro atrayendo mi mirada hacia él después sus labios en mi boca, le respondo con todas las ansias que tengo. Puedo sentir su necesidad, su desespero, su deseo; voy a explotar, por favor no pares, que no se detenga hace años que no se que es un orgasmo y el me lo va a dar, no estoy rota. En minutos llego exploto, profundizo más mi beso me responde, me aportó un poco a tomar aire, mientras aun me sostiene si me suelta caigo al piso.
- Me gusta verte así, como extrañaba esos ojitos tan dilatados llegando al orgasmo, esa respiración entre cortada, ese sabor de tus labios.
Lo observó y quiero más, lo quiero a él y pienso tenerlo ya mi cerebro dejo de razonar, mañana lidiar con las consecuencia, pero hoy es mío, lo vuelvo a besar, me volteó, me pego todo lo que puedo a él, necesito sentirlo, paso mis manos por sus hombros, brazos, espalda y su ropa me molesta, empiezo a desabrochar su camisa y él encuentra la cremallera de mi vestido lo baja exponiendo mi espalda y yo su pecho, me aparto, es bueno saber que esta mucho mas bueno que antes, si que es un bombón.
- ¿Te gusta lo que vez?- baja las mangas de mi vestido hasta quitarlas y me observa.
-¿Te gusta lo que vez?- me sonríe y me atrae hacia él .
- Siempr
Posa su boca en mi cuello, mandíbula, hombros, pechos mientras yo disfrutó tocarlo,lo extrañaba, termina apoyado en la mesa conmigo a horcajadas sobre él, me restriego, me ayuda y lo escuchó gemir, somos demasiado apasionados, siempre nos llevamos bien en la cama, en un momento ahora soy yo la que esta sentada en la mesa con él encima, mi vestido por la cintura y él a medio vestir desabrocho sus pantalones, lo libero se me había olvidado lo grande que es; mentira eso no se olvida, me acuesta en la mesa sus labios se apoderan de uno de mis pechos mientras su manos se apodera del otro.
-¡Thomas!...
- Tranquila amor ya voy, aun no estas lista -¡¿como diablos no estoy lista?! quiere acabar conmigo.
- Vale, no quiero lastimarte, estoy tan necesitado de tí que temo que te vaya ser daño.- siempre fue tan delicado y preocupado de como me sentía, lo beso y ya lo puedo sentir entre mis piernas.
Se acomoda y entra de una sola estocada, ambos gemimos, somos sudor, gemidos y besos, tan suave, tan fuerte, tan nosotros que creo que vamos a partir la mesa y que todos nos escuchan y no importa. Siento que voy a llegar, él va llegar pero algo falta ahí esta esa sensación otra vez de que no voy a poder.
- Ahí estas preocupándote otra vez - sonrie - confía en mi amor no voy dejarte a la mitad - lo sabe, hace eso que no se que es, pero me tiene a punto de explotar me agarro a la mesa. Voy a venirme como no lo había hecho en años.
- ¿Lista mi fiera?- afirma, se detiene, no se porque, pero siento dos estocadas más y vuelve a presionar no se en donde nos hace llegar a los dos, queda encima de mi, nos besamos y fue excitante él sabe hacerme llegar.
- Eres grandiosa, te lo juro no sabes cuanto te extrañaba.
- Te aprovechaste de mí- nos reímos.
-No creo que haya alguien en la vida que se aproveche de ti.- se levanta me siento con la poca fuerza que me queda, lo noto observándome.
- ¿Por qué me miras así?
- Te ves hermosa, siempre me gusto mirarte sobre todo si la luna te alumbra.
Se arregla la ropa hicimos un desastre, lo malo cuando te dejas llevar es cuando pasa la pasión la realidad te golpea duro.
- ¿Qué pasa Valeria?, cambiaste de un momento a otro.
-Nada -arreglo la ropa me ayuda a subirme el vestido.
- Sigues pensando mucho las cosas, la pasamos bien querías esto igual que yo porque darte mala vida.
-No me doy mala vida, no me arrepiento es evidente que lo disfrute, pero no cambia nada entre nosotros.
-Nadie esta hablando de que las cosas deben cambiar - eso era lo que no quería escuchar.
-Es tarde debemos irnos te esperan en casa- recuerdo a Melizza.
-A ti también te esperan.
Volvemos al modo pelea, así debemos seguir, no puedo exponerme a ser lastimada menos ahora que mis hijos están de por medio. Salimos cada uno a su oficina después nos fuimos, me siguió hasta la casa por lo menos tuvo ese detalle,¿cómo pude caer de nuevo en sus brazos?