Luego del juicio volví a mi casa con mi prima y mis amigos. Cher se preparó para ir a la casa de Em, en donde me dijo que desde ahora en más se iban a juntar por mi culpa. Pues eso es mejor para mi, ya no tendré que llegar a mi casa y verla... infestada de chicas. Paolo y Matthew se sentaron al mismo tiempo en el sillón. —¿Y qué pasó con Em? —me preguntó Paolo. Solté un agobiado suspiró y me senté frente a ellos después de pasarles su plato de comida. Habíamos pedidos unas pizzas. —Es una loca —dije irritado. —Pero bien que esa loca te salvó el pellejo, ¿vieron la actuación que hizo? —habló Matt. —Fue increíble, te aseguro que casi me hace llorar —agregó Paolo. —Ya dejen de hablar de ella —sentencié. — ¿Qué sucede? ¿Estás sensible hoy, días pre-menstruales? —preguntó con burla Dea