*** —Puedes entrar primero, tengo una llamada de Raúl —me informa Donan cuando estábamos apunto de entrar al hospital —iré en un momento. —Está bien —asiento y me adelanto. Y este es el momento exacto cuando me arrepiento de haber venido al hospital acompañada por Donan. Debí haber venido antes y no ahora que alguien, del que me había olvidado, está saliendo de una de las salas del pasillo. —¡Bebé! —me grita esa persona, haciendo resonar su voz en todo el pasillo —¡Eres tú, conejito!. «Mierda, esto es malo». —Ethan... —¡Te extrañé, bebé! —se me abalanza encima tomándome de la cintura y alzándome en el aire dándome vueltas como a una princesa —¡Donde te habías metido! —empieza a darme besos por toda la cara cuando me deja en el suelo toda mareada —¿No dices nada?. —¡Que demoni