Remplazo
Otra vez ha salido muy tarde por la noche, y sé que nuevamente es por ella, la única que tiene en su corazón, su amada Morgan, su amor de la infancia, su amor presente y su amor futuro.
¿Y qué queda para mí? Nada más esperanzas de que alguna vez pueda sentir tan solo un poco de afecto por mí. Llevamos solo un año de casados, pero su corazón nunca ha sido mío, sino de esa mujer.
Donan Fox, dueño de una compañía importante, es mi esposo, mi amado esposo. Nos casamos hace un año, pero solo fui un remplazo de su amada Morgan, ella había desaparecido, y no sé cuál fue la razón. No obstante, me tomaron a mi para ser su esposa de remplazo, así la familia Fox no quedaría en ridículo delante de la sociedad, y así fue, se llevó a cabo esa boda.
Empujada por mí familia, que eran los más interesados en mi unión con Donan, ya que obtendrían muchos beneficios, me casé, pero no lo quería hacer, porque yo sabía que él amaba a otra mujer, y lo peor de todo, es que lo amo a él, por esa razón no quería casarme.
Ahora que estoy a su lado ocupando un lugar que no me corresponde, no me siento feliz, porque el hombre que amo es indiferente a mi amor, y lo entiendo, puedo comprender lo que siente, porque había alguien en su vida antes de que una intrusa entrara a la fuerza.
Conocí a Donan por negocios familiares, colaboraba en la empresa Fox representando a mis padres, y ahí lo conocí a él, un hombre recto, elegante, muy guapo, estricto, y sobre todo sombrío. Me enamoré de él perdidamente, aunque sabía que era un amor imposible, ya que, en ese entonces él estaba en una relación con Morgan y los veía juntos de vez en cuando, pero Donan no me notaba.
Pero nunca llegué a pensar que por ser tan cercana a la familia Fox, me tomarían como su remplazo cuando Morgan desapareció.
Ahora soy su esposa, una esposa infeliz, y mucho más ahora que Morgan regresó, y Donan sigue queriéndola, no me lo ha dicho directamente porque no habla nada de su vida personal conmigo, pero no es necesario, sé que es su primer amor, y cada vez que ella lo llama, él obedientemente la atiende, incluso sale a altas horas de la noche para ir a sus brazos.
Hace ya tres meses que ella regresó, pero Donan no me ha dicho nada del divorcio, tal vez quiere esperar un poco más, pero estoy segura de que nuestra separación se llevará a cabo, la verdadera dueña del lugar que ocupo, ha regresado.
***
Otra vez siento estos síntomas. Es muy tarde, vi en el reloj la hora, y son las tres de la madrugada. Me duele el pecho, y tengo dificultad para respirar, aún no sé qué tengo, ya que no he ido a un doctor, pero no creo sea necesario, últimamente no como muy bien, bueno, desde hace tres meses, la razón es muy obvia.
Me levanté de la cama, y fui a la cocina para tomar un vaso de agua, mis mareos se han vuelto consecutivos, y no puedo decir que pueda llegar a ser síntomas de embarazo, Donan y yo no tenemos intimidad, no estamos en un matrimonio por amor, sino se dio de acuerdo a las circunstancias, así que él no me toca, y yo tampoco quiero que lo haga.
—¿Donan? —me sorprendí cuando lo vi sentado en el sofá de la sala, a oscuras.
Como vi que no me respondió, me acerqué, y al parecer estaba dormido. ¿Que hacía en casa? Debería estar con Morgan ahora mismo. Además, no entiendo que hace durmiendo en el sofá.
—...Donan, levántate —le sacudí el hombro, solo jadeó, pero no se despertó.
No sabía qué hacer, pesa demasiado para poder llevarlo sola a la habitación, no está tomado, porque no huele a alcohol, parece más bien cansado.
Decidí recostar su espalda lentamente el sofá, tendrá que dormir ahí por su negligencia, ni siquiera escuché cuando llegó a la casa.
Le quité los zapatos, y le ayudé con el saco lentamente, cuando terminé, iba a buscarle una manta, pero como vi que se movió, me detuve. Pensé que se estaba despertando, pero lo que hizo fue darme la espalda.
Solté un suspiro cansado, y toqué mi estómago cuando estaba sintiendo fatiga, otra vez, nada ha mejorado, debería comer un poco más, pero mi apetito no me lo permite.
Busqué una manta en la habitación, cuando regresé, él estaba boca arriba, durmiendo todavía, no quería que durmiera aquí, pero no hay de otra.
Le puse la manta, y ahí se quedó dormido, ni siquiera abrió un ojo. ¿Acaso quedó tan cansado por estar con Morgan? No me incumbe, y tampoco quiero imaginarme eso.
[...]
Temprano en la mañana se fue a la empresa, ni siquiera tomamos el desayuno juntos, tuve que estar sola en el comedor como otras veces que parece que no quiere verme, así tengo que soportar esta rutina hasta el tiempo que decida divorciarse de mi, y cuando llegue ese momento, tal vez pueda ser un tanto feliz, la carga del amor es muy pesada en mis hombros, y me cansa.
—Señora, ¿Quiere que la lleve a la empresa? —me preguntó mi escolta, Francis se llama.
—No. Quiero ir a casa de mis padres primero, necesito hablar algo con ellos.
Necesitaba estar preparada para mi divorcio, y tenía que hablarlo con mis padres, ellos de seguro se van a negar rotundamente, pero es algo que no decido yo, o tal vez sí, si Donan no toma la iniciativa, yo lo haré.
Lo amo, pero amo más mi tranquilidad, y eso es lo que me ha hecho falta en todo un año de matrimonio.
—¿Se encuentra bien, señora? —la preocupación de Francis fue notoria, ya que al levantarme de la mesa, me dio nuevamente mareo.
—Estoy bien, no te preocupes —mentí, tratando de recomponerme —. No le comentes a Donan nada de esto, ¿Está bien?.
—Como diga, mi señora.
No es la primera vez que muestro síntomas delante de Francis, es la persona más cercana a mi, y es por eso que le pido que no le comente nada a Donan sobre lo que me pase, o deje de pasarme. No quiero que piense que tal vez quiero llamar su atención, ahora que tiene a su amada de vuelta, tal vez pensará que voy a sentirme celosa o amenazada por mí posición. Eso no pasará.