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Me desperté temprano en la mañana cuando el sol se asomó por la ventana de mi habitación. Como algo no muy extraño en mi, estoy sin ropa, completamente desnuda. Es más, desde que entré en una relación con Donan, he dejado de usar ropa por las noches, él siempre me la quita.
Ni siquiera soy capaz de mirarme el cuerpo porque ya sé cómo estoy. Toda chupada y con mordiscos por todos lados, y ni hablar del dolor en la pelvis.
El lugar de al lado está vacío, Donan se levantó primero que yo, y por el ruido del chorro de la regadera, deduzco que está tomando un baño.
Me levanto de la cama y tomo una prenda del suelo para cubrir mi cuerpo desnudo esperando a que Donan salga para ducharme. Hoy vamos a ir al hospital como quedamos ayer, no pude refutar a mi esposo en su decisión.
Solté u
