Luego se apartó de mí y mi mamá, sin que le dijeran nada, se acostó en la cama. Tuve que hacerme un poco a un lado, para darle lugar. En ese momento, al poder verla de cuerpo completo, me di cuenta de que mi mamá solamente tenía puesta una blusa sin mangas, blanca, y una tanga del mismo color. Se trataba de una tanga sencilla, sin embargo era lo suficientemente ajustada como para que se marcara claramente la división de sus labios vaginales. Tamara se colocó sobre Selene, de la misma forma en que lo había hecho conmigo. Acercó su concha a la cara de su hermana y, con total naturalidad, comenzó a masturbarse. Por supuesto, yo hice lo mismo. No suelo mirar videos de porno lésbico; pero las veces que lo hice los encontré bastante interesantes y eróticos. Esta secuencia era mucho más potente