―¿Qué? ¿Piensan hacer un concurso de petes? ¿Se volvieron locas? ―Ninguna está obligada a participar ―Aseguró Mila. ―¿Al menos le preguntaron a Mateo qué opina acerca de esto? ―Preguntó Camila. ―¡Ja! ―Exclamó Jessica―. Mirá la carita que de pajero que tiene. ¿De verdad creés que este pibe se rehusaría a que varias mujeres le chupen la pija? ―¿Y vos qué sabés? ―Insistió Camila―. Quizás le da vergüenza que sus hermanas le chupen la pija… o que su madre vea todo el acto. ¿No es cierto, Mateo? ―Em… este… ―Noté la desilusión en la cara de mi hermana mayor―. Lo siento mucho, Cami, pero a mí la idea no me desagrada. Como dijo Milagros, nadie está obligado a participar… ―No lo puedo creer ―dijo mi mamá―. De verdad se volvieron locas… y vos Mateo, tampoco te quedás atrás. ¿Tan desesperado est