Estaba en el comedor tomando mates con Milagros y Priscila. Mila, como ya era costumbre, iba completamente desnuda y ni siquiera había hecho un mínimo ademán para cubrirse. En cambio Priscila en los últimos días mostró una tendencia hacia la normalidad. Creo que se le pasó un poco esa etapa de rebeldía. Empezó a usar más su ropa interior y ahora tenía puesta una blusa Amelia sin mangas y un shot blanco. Eso sí, cabe destacar que la blusa era sumamente escotada y sus grandes tetas lucían apretadas ahí dentro, con ganas de saltar en cualquier momento, hasta la misma Mila las miraba más de la cuenta, para que vean que no soy el único pajero. El short también tenía lo suyo. Era de una tela elástica y evidentemente le quedaba chico… o quizás así lo quisiera usar, porque casi la mitad de sus nal