•Día agitado.

2251 Words
Me pesa el cuerpo, aún me duelen las manos por la pelea de ayer y un poco la voz de gritarle a mi padre. Son alrededor de las seis de la mañana, estoy despierta hace al menos ya una hora por todo el ruido que están provocando. Se escucha como suben y bajan escaleras, a mi padre hablando por teléfono, Britney quejándose de tiene un guardarropas más grande que el de ella y lo último que escucho es la conversación que están teniendo, en el pasillo de las habitaciones a esta hora. —No lo sé, no creo que sea buena idea dejarte con tu hermana. Está muy alterada y no lleva una semana aquí que ya tiene malas juntas. Ruedo mis ojos y me giro hacía el otro lado de mi cama. —Papá, deja de juzgarla y entiende un poco más. Ni siquiera le preguntaste ayer que había sucedido. —No necesito saberlo, tu hermana es un constante dolor de cabeza —un suspiro cargado de dolor se escapa de mi boca y un nudo en la garganta se instala causandome un leve dolor en ella. Pero no voy a llorar, porque sé que yo me busqué la decepción de mi padre hacía mi. Siempre intenté mostrar la imagen de una chica fría, calculadora, una a la que le importa una mierda el mundo, solo quiere vivir. Jamás pudieron ponerme un límite, lo peor que pueden decirme es "No lo hagas" "Tu no puedes" "No es para ti", me pasé diecisiete años de mi vida siendo una puta loca, desobedeciendo a mis autoridades y a mi misma. Es por eso que no juzgo a mi padre, al menos ahora que tengo la cabeza fría, si yo tuviera una hija igual ya le hubiera roto el trasero a patadas. Pero él no, él me soporta. Su conversación sigue, de seguro piensan que estoy dormida. Mi habitación está en completa obscuridad, las sábanas y mi cama están calentitas y reconfortables, en unas horas tengo que ir a clases pero juro por Dios que mi trasero y yo no queremos salir de estas cuatro paredes. —Britney no insistas, creo que mejor llamo a tu tía para que venga a vigilar a tu hermana. No puedes con ella. Suelto una risita y salgo de la cama ya cansada de su discusión sobre si Brit puede o no "domarme". Me coloco una playera al menos cinco tallas más grandes que la mía y abro la puerta. Tanto mi padre como mi hermana se giran asustados ante la brusquedad con la que salgo de mi habitación. —¿Pueden cerrar la boca? Hay gente que quiere dormir, maldita sea. Paso junto a ellos y bajo las escaleras hasta la cocina, ya no creo que pueda volver a dormirme y mis tripas suenan como una molesta orquesta en vivo. Me preparo un buen tazón de café, en un plato me sirvo dos porciones de pizza de fría y me exprimo dos naranjas para empezar a desayunar. Aún ni siquiera salió el sol, mierda. —¿Que haces despierta? —entra mi hermana en la cocina y me observa confundida. —Estaba soñando que yo era Alicia y estaba a punto de besarme con el sombrerero, pero como siempre, tu padre arruina todo —le doy un sorbo al café y arrugo mi cara. Éste café es la basura más asquerosa que he hecho en mi vida, pero de todas maneras voy a beberlo. —¿Sigues enojada? —Uhm...se me había pasado, hasta que los escuché hablar de mi. Si sigo tomando esto voy a morir de gastritis nivel mil. —¿Nos escuchaste? —Brit muerde su labio y me observaba apenada. —Si, escuché. Igual dejame decirte que estoy de acuerdo con tu padre. —Oh Alai, vamos. Si, eres bastante problemática y una nena caprichosa, malcriada, rebelde sin límites. Pero no eres mala hija, solo ignóralo. Bajo lentamente la taza de café hasta apoyarla en la mesa sin quitarle la vista de encima a mi hermana. —Hablaba de que estoy de acuerdo con que venga su hermana a vigilarme —elevo mis cejas. —Uhm, por eso decía que yo también estoy de acuerdo. Muy de acuerdo, hermana —sus ojos miran hacia todas partes, recorren la cocina de punta a punta moviéndose nerviosos y alterados—. Espera ¿Por qué estarías de acuerdo con que te vigilen? —¿Que Susan me vigile? Soy su perfecto calco, todo lo que soy lo aprendí de ella, será divertido tenerla aquí. Además, extraño a Mo. Morrel Dalleris, mi prima preferida, una perra loca que tampoco sigue órdenes de nadie excepto de su madre. Fuimos al jardín de infantes y la primaria juntas, ella era quien me defendía al principio y quién me enseñó a valerme por mi misma tiempo después. Mo es una chica "curvy", los estúpidos de la primaria se reían de ella por ser grandota y tener "más carne de lo permitido socialmente". ¿Pero saben qué? ¡A la puta mierda lo que piensen los idiotas! La gente habla, juzga y lastima porque es gratis, se creen uno más que el otro, compiten para ver quién es mejor que quien y no ven que sólo son unos gusanos que se van a morir, descompensar y desintegrar bajo tierra cuando mueran. Pero ¿Morrel? Morrel es otra onda. —Si quieres podemos decirle a papá que se contacte con ella —me sonríe mi hermana. —Dile tú, yo tengo que alistarme. [***] Una ducha caliente después, una cepillada de dientes y una intensa búsqueda de mis útiles escolares ya estoy lista para iniciar el día, el largo y asqueroso día del estudiante. Mi padre ya está rumbo al aeropuerto, nos dejó las llaves del Jeep y dijo que Susan llegará en la noche con Mo, que mientras tanto intentemos no ir a la cárcel o en lo posible mantenernos con vida. —Britney si no te apuras te irás a pie. Estoy echada en el sofá de la sala con mi teléfono, hace unos minutos estoy hablando con los chicos por un grupo de w******p. Fred: Estoy muriendo de sueñoo? 07:10 Peter: Obvio que tendrás sueño si te sigues masturbando hasta altas horas de la madrugada y con las fotos de Lady Gaga. 07:11 Alai: Okey, demasiada información ? 07:13 Noah: Peter, tu cállate que te tocas con las fotos de Ed Sheeran. 07:13 Fred: Diablos Petercito 07:14 Alai: No lo culpo, yo hago lo mismo 07:15 Noah: ¡Diablos señorita! ? 07:15 Fred: Guardando imágen mental 07:15 Peter: ¿Qué tiene? Es un papucho UwU 07:15 Alai: Chicos, luego hablamos de con qué fotos se masturban o no. Llego tarde a clases 07:16 Bloqueo mi teléfono y me pongo de pie, Britney viene bajando las escaleras casi modelando, lleva puesto unos taconazos negros, un jean ajustado y tiro alto con una blusa fina en color rojo. —¿Vas a estudiar o a modelar? —la observo divertida. —¿Vas a estudiar o a verte con tu novio el preso? —pasa junto a mi y golpea mi cara con su cabello perfectamente alisado y largo. Maldita diva. Esta vez conducirá ella hasta la escuela, pues, tiene el permiso para conducir recien hecho, así que subo al asiento del copiloto y en el estéreo dejo sonar Moving On de Asking Alexandria. —Es muy temprano para escuchar gritos satánicos —Brit entorna sus ojos. —Cállate. Mi teléfono vibra con la llamada de Parker entrando. Había olvidado por completo lo que sucedió con mi hermana y el asunto de su mejor amiga, tanto así que también olvidé el favor que estaba realizando mi mejor amigo por mi allá en New York. —¡Parkersito! ¿Novedades? —Todo en orden, capitana. Ese gusano pagó las consecuencias de meterse con una Dalleris. —Cuentame más, mi pequeño aprendiz. Parker me cuenta que ni bien le pedí el favor hizo unas llamadas, a nuestro grupo de amigos obvio, y que puso en marcha todas las ideas. Primero fueron a la casa del idiota ese y destrozaron su auto, le escribieron "Perdedor" "Sin códigos" "Calzón veloz" y dibujaron algunos p***s con pintura en aerosol. Luego esperaron a que él salga de su casa y lo ridiculizaron en frente a todo el vecindario. —¿Hay video de ese momento? —pregunto curiosa. —Claro que si, boba. Alex se está encargando de enviarlo a cada maldito teléfono. —Prosigue. Me cuenta que Morrel también participó del "malandreo" y que ella se encargó de la otra estúpida, la que era mejor amiga de Britney. Obviamente no la golpeó y a su hijo no le sucedió nada, sólo se encargó de que toda la escuela supiera la verdad y la tradición que había cometido, dice Parker que en la escuela ya nadie la soporta. Britney siempre fue una alumna ejemplar, se lleva de maravilla con todos los estudiantes sin importar nada, por esa razón siempre fue querida y muy importante en el cuadro escolar. Meterse con ella es básicamente tomar una pala y cavar tu propia tumba. Aún más si soy yo quien te da la maldita pala. —Exelente, oye, estoy llegando a la escuela no puedo hablar. En mi rato libre te llamo y charlamos sobre tu recompensa —sonrío. —Espero que esa recompensa sea verte. Adiós nena, cuídate. Corto la llamada y mi hermana termina de estacionar el auto. Desde aquí puedo ver a los chicos, están sentados en los escalones de la puerta principal, con ellos hay un grupo de porristas sentadas, algunas en sus piernas, otras a sus lados. —¿Que quería Parker? —Britney toma su bolso de los asientos traseros y antes de bajar me observaba. —En unos minutos lo sabrás. Bajo del Jeep y camino en dirección a Fred, Peter y Noah. Ellos al verme sonríen, primero saludo a Peter con un pequeño abrazo, luego a Fred con un beso en la mejilla y Noah, por último, con un choque de puños. —¿Te sientas conmigo, verdad? —sonríe Noah. —Si no vas a molestarme y dejarme estudiar entonces...si. —Wow, pero que chica tan responsable y estudiosa —se burla. Mueve a la porrista que estaba sentada sobre su pierna, se para junto a mi, me abraza por los hombros y dobla mi brazo para tomarme de la mano. —¿Le dicen, le digo o le decimos? —se mira con Fred y Peter. —¿Decirme qué? —Esta noche iremos a la playa. Piénsalo, noche californiana, calor, playa, cerveza y nosotros —su rostro se posiciona a centímetros del mío y sus ojos me miran juguetones—, somos un excelente plan. Niego con mi cabeza y con mi brazo libre lo codeo justo en sus costillas. Noah ríe y se queda tan paciente como Fred y Peter a mi respuesta. —Claro, iré. Pero con una condición —me alejo de Noah y voy hasta dónde está Peter, el me abre sus brazos y me sienta en sus piernas abrazando mi cintura—. Ésta noche llega a California mi prima Mo, vendrá con nosotros. —¿Y está buena? —pregunta Fred. Las porristas, Noah, Peter y yo reímos. —Buena es poco. El timbre de inicio de clases suena, así que nos ponemos de pie y vamos a nuestra primer materia del día, teatro. Voy caminando entre Peter y Noah, vamos bromeando y hablando cosas sin sentido hasta que llegamos al gran salón. No hay muchos alumnos, dicen que es la clase que más suelen saltearse todos, según Peter, el profesor está mal de la cabeza. —Bien, mis pequeños querubines inicia la clase. Recuerden, teléfonos apagados y gases olorosos al baño, pero cada treinta minutos —sonríe. El tipo es el típico hippie mal vestido, con sus jeans acampanados, un cinturon más grande que su cintura, una camisa ridícula con estampados de flores silvestres y unas Converse rosadas echas mierda. Es un agradable sujeto y su cabello largo hace juego con su collar del símbolo de la paz en verde flúor. —Este semestre haremos una obra más que perfecta y todos, todas deben participar. —¡Mientras no sea la mierda de Romeo y Julieta yo me ofrezco! —grita Peter. —¿Me has visto cara de leer porquerías? Suelto una carcajada junto a los demás, este profesor es otra onda. —¿Y qué obra haremos? —pregunto. —¿Eres nueva verdad? —asiento—, veo mucho potencial en tí. Me transmites sensación de libertad, rebeldía, tú me inspiras a romper las reglas, nena. Me quedo viendolo, muy lindo su monólogo pero solo pregunté de que me iba a tener que disfrazar apenas termine el semestre. —Uhm, te importa una mierda esto de las energías, me agradas —sonrie y camina de lado a lado arriba del escenario—, haremos "Un Amor Bien Otoñal". Una obra, una pieza de arte de Denis Vento. No tengo ni la más mínima idea de quién será ese sujeto, pero al menos no es una aburrida y patética historia de amor cómo "Romeo y Julieta", lo Shakespeareno ya pasó de moda, el amor hoy por hoy es mucho más libre, un poco menos trágico y nos estamos esforzando para que no se vuelva algo tóxico y enfermizo ¿Matarse por amor? Es mucho demasiado.
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