══ஓ๑Bad Girl๑ஓ══

•Lo que soy.

Mi cuerpo se sacude incomodo ante el contacto con la arena, mi espalda duele y los rayos del sol me están molestando, creo que ya amaneció. El ruido de las olas rompiendo y las gaviotas revoloteando en el aire me trae una sensación de paz, abro lentamente mis ojos acostumbrándolos a la luz del día.

Los chicos duermen placenteramente al igual que Mo, es más, sobre su estómago yace la mejilla de Peter, sobre la espalda de él se encuentran las piernas de Fred, sobre el pecho de Fred duerme Noah, debajo de las piernas de Noah está la cara de Liam y finalmente yo, que duermo con su brazo debajo de mi cabeza. Suspiro mirando el cielo, no hay una sola nube y para ser las seis de la mañana el maldito calor ya se empieza a sentir.

Me pongo de pie lentamente estirando un poco mis brazos y espalda, debo recordar no volver a dormir en la arena. Me pica todo el cuerpo, mi columna está completamente tiesa. Camino hasta la orilla del mar para quedarme allí unos minutos en silencio, el sonido del agua y la brisa marina en la mañana es algo fabuloso. Me siento en tranquilidad, relajada.

—¿Te encuentras bien? —la voz de Liam suena detrás de mí.

—Si solo...intento calmar mi resaca —río.

—La maldita resaca —ambos nos sentamos en la arena, él aún está sin camiseta y yo estoy en traje de baño, pero como dije, el calor ya se siente—. Lo de anoche estuvo bastante bien.

—¿Qué cosa?

—Tu streep tis, cuando jugamos verdad o reto.

—¡Ah! —una carcajada demasiado exagerada y nerviosa se me escapa—, hablas de eso.

Liam me mira divertido, creo que de nuevo mi cara está roja por la vergüenza. Mierda, debo controlar mis sonrojos, es patético de mi parte.

—¿Sueles hacer muchos bailes sensuales en la playa? —del bolsillo de su pantalón saca un pequeño paquete de cigarrillos, enciende uno y me convida.

—No en realidad —enciendo el pequeño tubo cancerígeno en mi boca y mi cuerpo se relaja bajo los efectos de la nicotina.

—Pues, para ser tu primera vez déjame decirte que fue impresionante —suelta el humo que retiene en su garganta y me mira fijamente.

Devuelvo mi vista al horizonte. Ambos nos quedamos en silencio, fumando y pensando. Una pregunta llega a mi cabeza haciéndome sentir algo extraña. ¿Quién diría que todo esto pasaría? Hace unos días atrás estaba quejándome y llorando porque no quería irme de casa, sentía que estaba dejando mi vida, mis amigos, mi escuela, mi hogar para venir a una ciudad extraña, llena de supuesta gente de mierda, en mi cabeza solo podía imaginarme a mi siendo la solitaria de siempre.

Pero que equivocada estaba. Mírenme, en la playa, con resaca, tres chicos durmiendo a mis espaldas que resultaron ser buenos amigos, agradezco el momento en que mi padre rompió el espejo de aquel auto y tuve que entrar corriendo a la escuela por la puerta trasera del salón de arte, allí fue que conocí a Peter y gracias a él estoy viviendo este momento. Pasé una noche genial, unas semanas geniales y ya casi no me meto en problemas.

Nunca creí que diría esto, pero ahora que lo pienso, en New York no tenía nada, solo eso, problemas.

—Ya es tarde y en unas horas esto se llenara de gente —Liam mete su colilla de cigarro en una lata y se pone de pie tendiéndome su mano—, vamos a despertarlos.

Nos tardó unos minutos lograr que todos revivieran, limpiamos el desastre que dejamos, tomamos nuestras cosas, me cambié y paso tras paso fuimos abandonando la playa.

Fue una gran noche.

[***]

BRITNEY

La alarma de mi teléfono me obliga a abrir los ojos, son las ocho de la mañana. ¿Abran llegado las otras dos? Anoche volví temprano, la fiesta estuvo bastante aburrida. Cada dos por tres los chicos se molían a golpes, luego los veías bebiendo juntos, muchas chicas me hicieron a un lado y solo algunas del equipo de porristas me incluyeron en sus charlas. Literal, me pasé la noche sentada en un sofá, bebiendo vino espumante blanco y likeando post's en i********:.

Divertido ¿Verdad?

Salgo de mi cama y voy directo al baño, cepillo mis dientes, realizo mi rutina de skin care y bajo a desayunar, tengo tanta hambre que me comería un pedazo de pared. Antes de bajar decido dar una mirada a la habitación de Alai, está vacía. Se ve que estuvo buena la noche como para que aún no haya regresado.

Retomo mi camino a la cocina pero, ni bien termino de bajar las escaleras, la puerta principal se abre y mi hermana entra con su bolso arrastrándose con Morrel detrás de ella.

—¿Buen día? —la miro con mi rostro lleno de confusión.

—Buen día para ti —me señala y sonríe—, dejaré al mamífero ebrio en mi habitación y bajaré a desayunar contigo.

—Como quieras.

Sigo mi camino y de una buena vez me pongo a cocinar. Bebí demasiado vino, supongo que mi hermana también debe tener mucho alcohol en la sangre, así que preparo lo más liviano y nutritivo posible. Té de frutos rojos, unas tostadas con miel y semillas varías, jugo de naranja natural exprimido y una aspirina para cada una.

La resaca mortal.

Alai aparece con su pijama puesto, su cabello enredado y duro. De seguro se metió al mar.

—¿Qué tal tu noche? —pregunto a la vez que pongo música en mi teléfono.

—De puta madre —sonríe con sus ojos cerrados—, bebimos, bailamos, cantamos, jugamos verdad o reto, me lanzaron al mar y jugamos guerra de agua casi toda la noche.

—Wow, que divertido. Un grupo de adolescentes estúpido correteando por la playa.

Alai me mira con su ceja elevada y de mala manera.

—¿Tu noche que tan mala fue? —se ríe.

Ella tuvo una noche genial, la mía fue una mierda ¿Pero creen que se lo diré? Claro que no. No seré la tonta que decidió ir a la fiesta de los más populares de la escuela, la pasó de la peor manera y se aburrió en un sofá mientras que su hermana tuvo una noche de puras risas y diversión. Y menos sabiendo que me invitó para ir con ellos y me negué diciendo que de seguro la pasaría mal.

—La fiesta estuvo genial —exclamo con exageración—, pude conocer a un montón de chicos lindos, me la pasé bailando y bebiendo. Es más, conseguí el número de cinco jugadores del equipo.

—Interesante —entorna sus ojos.

—¿Sabes quién me trajo a casa? —Ella niega concentrada en su tostada—, Tyler Foley.

—¿Él estúpido medio campista? ¿Él que tiene cara de muñequito y cuerpo de oso? —cubre su boca intentando no reír.

—No tiene cuerpo de oso, estúpida —golpeo su brazo—, es el chico más sexi, popular y adinerado de la escuela. Es perfecto para mi.

Mi hermana se encoje de hombros restándole importancia a mis motivos por los cuales, Tyler Foley, es la pareja perfecta para una chica como yo. Bonita, inteligente, sociable y también con una cuenta en el banco con muchos dígitos.

—¿Tú no aprendes verdad? —se vuelve a reír negando con su cabeza—, ese chico es el cerdo más repugnante e idiota que conocí en West High. Es la versión Californiana del tarado de Sawyer.

—Hermana, cuando dejes de pertenecer al grupo de los raritos hablamos de status quo. Mientras tanto mírame triunfar desde abajo. Tengo muchos amigos, soy porrista y apenas llevo un mes y dias en la escuela, todos los chicos me desean y formo parte del grupo de líderes. Solo me falta conseguir a Tyler para ser la chica perfecta de la escuela.

—Sí, si, como digas. ¿De qué mierda te sirve toda esa imagen que quieres mostrar si por dentro te sientes rota? —Se pone de pie dejándome un poco en shock con sus palabras—. Puedes fingir ser perfecta, pero ambas sabemos que aparentas algo que jamás serás. Eres superficial por eso nada de lo que digas para mi tiene sentido o valor.

—¿Superficial? ¿Disculpa?

—Britney, eres la única persona que logra hacer que un maldito té de frutos rojos me caiga mal —mira asqueada la infusión de su taza—. Me tienes harta con tu supuesta vida perfecta, es ridículo.

—Mi vida es perfecta, ya te di los motivos. Estoy destinada a triunfar y lo que una inmadura niña limitada de pensamiento como tú me diga la verdad no me interesa —ladeo mi cabeza sonriendo—. Nunca dejaras de ser el problema de nuestra familia, yo seré superficial pero tú, tu siempre serás un maldito problema, hermana.

—Eres el producto de un amor adúltero entre un imbecil con dinero y una prostituta aleatoria ¿Realmente soy yo el problema? Idiota.

—Mi madre no tiene la culpa de que Mateo haya salido a buscar afuera lo que no tenía en casa, al fin y al cabo tu madre fracasó como esposa. Es una mediocre fracasada y tu tienes sus genes. ¿Ahora entiendes?

Tan pronto las palabras salen de mi boca con tanto veneno que los ojos de Alai se cristalizan. No me doy cuenta de lo que estoy diciendo segada por el odio hasta que siento su mano estrellarce sobre mi mejilla.

—Pudrete.

Sale de la cocina hecha una bola de furia insultandome, no siento remordimiento por lo que dije, si quiere jugar a los golpes bajos ¡Bien! Pero luego no tiene derecho a llorar cuando le devuelva el golpe. Insultarnos entre nosotras por lo superficial o estúpidas que podemos llegar a ser esta bien, sabemos que es una discusión que a menudo tenemos, pero meter a nuestras madres en una pelea para insultarnos y lastimarnos es algo que ninguna tolera.

Mi madre no es ejemplo de nada y la suya tampoco, nos une la sangre de Mateo solo por eso tratamos de convivir lo mejor posible, porque sabemos que el día de mañana cuando papá no esté solo nos tendremos a nosotras. Pero cuando Alai se comporta como una completa perra egoísta, narcisista y cínica es mi responsabilidad como hermana mayor frenarle el carro.

Aunque eso a veces implique apuñalarla por la espalda.

Se oye un fuerte portazo en el pasillo de las habitaciones, me vuelvo a sentar en el taburete para terminar mi desayuno, me arde la mejilla y siento ganas descomunales de arrancarle mechones de pelo a mi hermana.

Estúpida.

Una llamada de papá aparece en la pantalla de mi teléfono, casi no hablamos desde que se fue, ya era hora de dar señales de vida.

—Hola muñeca —se lo oye agotado.

—¿No pensabas llamar o qué? Me tenías preocupada.

—Estoy ocupado y bastante cansado, Britney. Sabes cómo es esto ¿Tu hermana que tal?

—Bien, no está en prisión —me burlo—, o al menos por ahora.

Al parecer a mi padre no le causó mucha gracia mi comentario, comenzó a reprocharme y darme su sermón de que debo ser buena hermana mayor, bla, bla, bla. Le comento como nos está yendo en los estudios, también la convivencia con Susan y Mo, todo está bajo control, así que luego de dejarlo un poco más tranquilo y charlar unos minutos más antes de que vuelva a su trabajo, corto la llamada para empezar con mi día de una vez.

Hoy mi sábado será bastante agitado.

Susan salió a hacer unas compras para la cena de esta noche y me dejó encargado que ordene un poco la sala. Debo terminar mi tarea y luego aprovecharé el día para practicar acrobacias del equipo, dentro de unos días es el primer partido de la temporada y las chicas ya me dijeron que la capitana vuelve para alentar a los Lobos de West High.

Según tengo entendido esta en una competencia internacional de gimnasia artística representando a la escuela, luego de que termine la primera temporada será la reelección para capitana y vice capitana del equipo, será el momento perfecto para ganar la titularidad. No tengo tiempo para frenarme y bajar al nivel de inmadurez que tiene Alai, quizá algún día me perdone pero tengo un futuro en el cual pensar y poner manos a la obra para conseguir todo aquello que me proponga.

Porque esto es lo que soy.