Capítulo 3| Un diario en el sótano

2016 Words
ALAI Desperté con una inesperada lluvia y sus relámpagos iluminando el cielo entero, luego del pequeño enfrentamiento con Britney, subí a mi habitación para dormir todo el maldito sábado. Ya no tengo resaca y tenía planes para hoy pero la verdad no tengo ganas de hacer nada. Estuve hablando con Mo de camino a casa y planeamos desmantelar el sótano—que ella descubrió porque yo no tenía idea de la existencia de un sótano aquí—para armar allí su habitación y no tenga que estar durmiendo con su madre, mi hermana o yo. Fui a despertarla hace rato pero aun ronca como mamífero en celo. Peter: ¿Que harás hoy, pequeña Tyson? 18:00 Alai: No tengo planeado salir. 18:02 Es más, tenemos planes. 18:02 Peter: ¿Tenemos quienes? 18:05 Alai: Mo y yo ¿Sabes? Iré a despertarla 18:05 Luego hablamos, bombón 18:05 Voy hasta la habitación de Susan que es donde deposité el ebrio cuerpo de mi prima esta mañana al llegar de la playa, efectivamente aun duerme así que luego de varios minutos de samarrearla y gritar en su oído logro que se levante, con un humor de perros, pero levantada al fin. —¿Haremos la remodelación? —pregunto buscando la cámara de mi celular para tomarnos una foto. —Si —ambas sacamos la lengua—, pero antes deberíamos revisar el catálogo de muebles. ¿Segura que a mi tío no le enfada que revientes una tarjeta de crédito? —Mo, la maldita tarjeta de crédito es un pago por su paternidad mediocre y ausente. A parte, la usaré para comprar cosas que usaremos en la casa, debería enojarse si la uso para comprar drogas. —O en el peor de los caso para inhalarla —afirma aún somnolienta. —¿Cuánto tiempo estarán aquí? —pregunto, ella encoje sus hombros—, creo que tengo una idea de lo que podemos hacer. No tengo pensado armarle una habitación porque tarde o temprano deberá partir, la cama no es necesaria y tengo una buena idea de cómo hacer para reciclar un armario cuando ella ya no esté. Voy a la oficina de mi padre y saco de allí su tablet, haremos cybercompras. —¿Qué te parece en vez de cama comprar un sofá que se transforme en una? —ella asiente—, bien, hagamos esto de una vez. —Si, pero con comida por favor, me arde el estómago por tanto alcohol. Bajamos a la cocina a preparar algo para comer mientras husmeábamos en los catálogos de inmuebles. Espero que la estúpida de Britney no esté porque está vez no aguantaré ni reprimire mis ganas de golpearle la cara. Volviendo a las compras, metimos en el carrito cosas como una mesa y algunas sillas, estantes, un mueble parecido a un armario pero que será—en unos meses—una licorera, una pequeña nevera, barra, taburetes y varias cosas para la decoración de nuestra nueva cueva. Cuando a mi padre le llegue la cuenta de mi tarjeta creo que va a morir. —¿Qué hacen? —Brit aparece por la puerta de la cocina que da al patio trasero, esta sudando y con ropa deportiva. —Estamos armando un refugio adolescente en el sótano —responde Mo. Le doy un pequeño codazo para que guarde silencio, este es nuestro plan, no quiero terceros. —¿Tenemos sótano? —mi hermana me observa confundida dejando su botella de agua en la barra. —Al parecer sí, la puerta es pequeña y está detrás de la escalera. Oye ¿Quieres hacer esto con nosotras? —le propone Mo emocionada. Al parecer no entendió el primer codazo que le di así que me vi en la obligación de patear bien fuerte su pantorrilla. Suelta un grito de dolor mirándome confundida, segundos después enciende que metió la pata. Mi hermana parece pensarlo un momento, obviamente se dio cuenta de que no estoy de acuerdo con que se una a este plan. Pero como es Britney Elizabeth Dalleris y hoy herí sus sentimientos y como la perra vengativa que suele ser sé que dirá que si, solo para fastidiarme. —Bien, lo haré. ¿Qué falta comprar? —sonríe y se coloca enfrente mío sonriendo con cinismo. —Un cerebro para tu cabeza —respondo fría. —Pensé que un poco de dignidad no te vendría mal —contraataca. —Oigan no se que mierda pase entre ustedes —Morrel me quita la tablet bruscamente de las manos—, tampoco es que me interese. Pero arreglen sus asuntos de hermanas y después me buscan, par de inmaduras. Britney se mantiene seria unos segundos sin quitarle la vista de encima a Mo, en cuanto mi prima abandona la cocina, me mira de arriba a bajo con desprecio y gira directamente a la heladera para guardar su botella de agua. —Puedes disculparte si quieres —me dice husmeando el refrigerador. Mantengo mi boca cerrada, no pienso dirigirle la palabra. —O no lo hagas y sigue siendo la misma odiosa de siempre —se sienta sobre la mesada con un yogurt y una cuchara. —Britney, te propongo algo —me dispongo a salir de la cocina pero antes le hecho una breve mirada—. Ve hasta la piscina, ata las pesas a tus tobillos y sumérgete en el agua. Yo contaré hasta un millón. —Hacer eso seria hacerte un favor a ti y yo no le hago favores a gente mediocre —sonríe. —Bien, me cansaste —giro bruscamente en dirección a ella que rápidamente salta de la mesada y me apunta con la cuchara. —Un paso mas y te arranco un ojo con ella. —Uy que miedo —se la quito en un ágil movimiento, Britney ante el nerviosismo que se instaló en su cuerpo me lanza el yogur en la cara. En toda la cara. —Alai no bromeo un paso más y no responderé. —¿Tienes siempre que ser tan estúpida? Quítate. La corro de un empujón para lavarme la cara en el grifo de la cocina, genial, ahora mi cara huele a fresas. Agradezco que el agua camufla mis lágrimas porque no quiero darle el gusto a Britney de verme llorando. —Tu empezaste —habla a mis espaldas—. Me llamaste superficial. —Es lo que eres ¿O no? —Lo siento, no quise decir eso de tu madre y de ti —suelta de repente. —¿Te estás disculpándo? ¿Tú? —río secamente. —No estoy feliz con lo que dije y sé que pelear contigo no traerá nada bueno. Bandera blanca de mi parte, tu haz lo que quieras. Seco mi rostro con mi camiseta, al darme vuelta Britney esta saliendo de la cocina por el pasillo al salón. —No te perdono —frena en seco—, quizá en unos días haré de cuenta que no eres una perra. Pero jamás te perdonaré lo que dijiste. —Está bien, de todas formas tampoco era mentira. [***] Casi dos horas más tarde, Morrel, bajó al sótano para revisar lo que habría que reparar cómo filtraciones de agua, manchas de humedad, huecos en la pared, etc. Obviamente pensé en pedirle ayuda a los chicos y si ellos no saben del trabajo deberemos llamar a un contratista. Los chicos vienen en camino así que estamos las tres sentadas en el sofá del living con nuestros celulares, bueno, Britney esta haciendo no sé que mierda de las porristas. Estaba hablando con Mo de una supuesta oportunidad de ganar la titularidad del equipo y no se que otras mierdas de asaltar el reino de la capitana. Delirios de Britney. Mi celular comienza a sonar, un mensaje de Noah, acaban de llegar. —Iré a abrir la puerta —les informo. —¿Sonó el timbre? —pregunta Mo confundida. —Sí, pero el moderno —agito mi teléfono y ella solo niega. Al abrir la puerta me encuentro con el trío desastre, Fred tiene un casco de esos que usan en las construcciones, Peter tiene en su mano una caja de herramientas y Steven una linterna. —¿Qué no saben tocar el timbre? —me cruzo de brazos. —Lo hicimos —responde Noah—, te envié un w******p. Los chicos se ubican en los sofás con nosotras y aprovechamos para comentarles lo que estábamos haciendo en el sótano, se ofrecieron a darnos una mano así que bajamos para empezar a correr cajas y sacar la basura que debe estar acumulada allí. Hay un fuerte olor a humedad, esta oscuro y se siente un ambiente frío aquí abajo. —Oye, este lugar es bastante...terrorífico ¿Sabes? —Noah alumbraba con la linterna hacia las paredes mientras yo intentaba arrancar las maderas que estaban clavadas en las pequeñas ventanas—. Déjame yo lo hago. Aplico más fuerza logrando mi objetivo. —Gracias, pero ser una princesa en apuros no es lo mío —golpeteo su mejilla y le doy el pesado trozo de madera. Logré despejar las tres pequeñas ventanas que daban al patio trasero de casa, ya hay bastante luz y se puede ver un poco mejor aquí abajo. Sin querer, Fred, patea una caja y varias cosas salen volando de allí adentro. —Lo siento —se disculpa. —No te preocupes —palmeo su hombro y me agacho a juntar el desastre que quedó en el suelo, una foto partida a la mitad llama mi atención, me acerco un poco más a la luz para poder verla detalladamente. Es un bebé, está en brazos de una mujer que lo mira con un amor infinito. Supongo que serán madre e hijo. Pero lo que más me llama la atención es que al parecer en la foto había un hombre, pero al estar partida, ya no se le podía ver el rostro. De esa misma caja cayó un gorro para recién nacidos, un sonajero, varias fotos más de ese bebé y lo que a simple vista parecciera ser un diario. —¿Qué es eso? —Mo se para junto a mí. —No tengo idea la verdad —la miro seria—, estas cajas no son de nuestra pertenecía. No creo que sean de Mateo, no le he visto bajar del camión de mudanzas cajas tan viejas como estas. —¿Y quién las puso aquí entonces? —Fred se acerca mirando hacia todos lados. —No lo sé, quizá ya estaban aquí —Britney parece confundida. —Quizá los anteriores dueños olvidaron esto aquí —sugiere Pit. Noah frunce su ceño y corre varias cajas que estaban en una esquina, un colchón viejo y cadenas se logran ver. Mi corazón empieza a latir rápido, pero no quiero mostrar miedo ante nadie. Todos nos miramos preocupados, aquellas cadenas tienen esposas como si fueron utilizadas para esposar a alguien. Digo, no creo que sean cadenas de algún hijo de puta que ató a su mascota. —Bueno, saquemos esto —sacudo mi cabeza—. Quizá tenían algún perro encadenado aquí. Los tres chicos cruzan miradas pero al final terminan ayudándome. Guardo las cosas de nuevo en la caja y la aparto de todas las demás. Vaciamos todo el lugar, nos tomó algunas horas entre subir y sacar la basura a la calle pero ya no era tan tenebroso, la luz natural parece filtrarse más por aquellos cristales sucios de las ventanas. Aprovecho que Mo sale con los chicos distraídos y Britney riendo y empujándose, subiré a mi habitación las cosas que me interesaban conservar, o sea, la caja con el diario y las fotos. Las metí en un compartimento de mi armario y bajé rápido para ayudar con lo que quedaba para sacar a la calle, tengo curiosidad respecto al viejo libro y las fotografías que encontramos. Creo que será una interesante noche así que posponer mi tarea de ciencias para leer un viejo libro con aspecto macabro encontrado en mi sótano me parece una genial idea.
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