•Los bad boy's están prohibidos.

1563 Words
Bien, es momento de entrar en pánico. —¿Qué demonios hace esto aquí? —sostengo en anillo entre mis dedos. El dije reluce con un brillo descomunal a pesar de que la habitación está bastante obscura y apenas entra luz por las ventanas del garaje. —Quizá no es de tu madre, piensa, hay al menos unos cinco mil anillos iguales a este —Noah intenta ser racional a pesar de no saber el dato importante de que solo existe una alianza como esta. —Tienes razón, tiremos todo esto y vayamos a cenar. Me apresuro en guardar todo en las cajas y lanzarlas a la mierda, ya debo dejar de jugar a la detective. Mi cabeza acaba de hacer un clic y comprendo que es momento de parar. Debo dejar de entrometerme. En el intento de guardar las chucherías la caja nueva se me cae al suelo causando un estruendoso ruido que casi le provoca un infarto a Noah. —¿Enserio Alai? —su pecho sube y baja rápidamente y me observa molesto. —Diablos Noah, soy torpe. Dame una mano ¿Quieres? —¿Ahora que mosca te picó? —Sólo quiero que me ayudes a deshacerme de esto. ¿Puedes cerrar tu boca y, por favor, ayudarme? —suspiro haciendo una coleta desprolija con mi cabello enmarañado. —Tus cambios de humor no son normales, ve al psicólogo. —Si, pues, chupame ambas tetas, ayúdame. Noah se me queda viendo perplejo pero a la vez con una mueca de gracia. Le señalo el desastre del piso y ambos nos ponemos en cuclillas para juntar todo. En eso la puerta del garaje se abre y Mo se nos queda viendo. —¿Que hacen? —mi prima enciende las luces. —Jugamos al teto —responde Noah. —¿Que es el teto? —responde aún más confundida. —Ella se agacha y yo se la met... Le doy un golpe seco en la nuca a Noah antes de que termine la frase, él y la estúpida de Mo se largan a reír tentados. Los asesino con la mirada a ambos pero eso solo provoca más risas de parte de ellos y rubor en mis mejillas. —A ver, los ayudo. Entre los tres juntamos todo y por suerte mi prima no hizo absolutamente ninguna pregunta respecto a las cosas que depositamos en la caja. Una vez que terminamos, dejamos todo a un costado y volvimos a la cocina para poder cenar. Britney y Peter habían preparado spaghetti con salsa blanca, imbitamos a comer a todos los chicos, el hermano de Fred se disculpó diciendo que preferia comenzar con el trabajo. Liam llegó al rato asi que mi hermana y Harrison decoraron la mesa, se encargaron de ubicarnos, de servir la comida y dar la orden de comenzar a devorar. Si que hacen buen dúo. —Esto es la gloria —mastico los spaghetti's saboreando con los ojos cerrados. —Realmente lo son —apoya Liam. —¿Que les digo? Britney es una excelente cocinera, —Peter levanta su vaso con jugo—, brindemos por eso. Mi hermana frunce su ceño durante unos minutos y observa al castaño un poco confundida, Peter le guiña su ojo regalándole una sonrisa, para mi gusto, demasiado cómplice. Puedo llegar a suponer que ese guiño cómplice fue porque en realidad Britney no cocinó una mierda y lo hizo todo Peter. Conozco a la sangre de mi sangre. —¡Salud por Britney! —grita Fred. —¡Salud! —chocamos nuestros vasos haciendo fondo blanco. [***] Terminamos de cenar, ordenamos todo y hace una hora estamos viendo una película de terror tirados en la sala de casa. Yo estoy recostada sobre el pecho de Liam, mis piernas están arriba de Brit y Fred masajea mis pies. El resto estan dispersos en el suelo. Estamos viendo Siniestro y realmente siento que en cualquier momento me cago encima. —Oigan, salgamos de fiesta —interrumpe Noah. —¿A dónde quieres ir? —Liam lo mira expectante. —Hoy es al fiesta en casa de Daphne —chasquea sus dedos. Daphne es una de las porristas del equipo y hace unos dos días atrás, en el desayuno, nos invitó a su súper mega fiesta temática. Yellow Daphne Party Time. —Crei que no querían ir —les recuerdo como estaban completamente negados a asistir. —Oh vamos, bebé. —Fred se pone de pie y toma mi mano —Prefiero estar alcoholizado en la Yellow Party que cagado de miedo en la sala de tu casa. Lo meditamos durante unos segundos pero no nos llevó mucho tiempo decirnos a ir. Los chicos se fueron junto a Liam a cambiarse, pasarían por casa de Fred a buscar el auto de su hermano y vendrían por nosotras en media hora para irnos. Primero pasamos por la habitación de Britney, decidió llevar su vestido amarillo patito lo suficientemente corto para que se le levante al agacharse y sus tacones Chanel a tono. Mo eligió un jean amarillo flúor, una remera amarilla opaca y sus Fila blancas. Yo por mi parte estoy jodida. Mi ropa solo pasa por el n***o, bordó, marrón, rojo sangre, azul casi n***o y violeta. —Hermanis, tendrás que prestarme algo amarillo como tus dientes. Britney cubre su boca preocupada y corre al espejo de mi baño a observar su dentadura. —Estúpida —me insulta desde adentro. Luego de soltar más insultos hacia mi persona, de su guardarropa, trajo una falda amarilla flúor súper estrecha, a sus costados esta completamente abierta solo que unida por unos aros de metal. Para la parte de arriba un top que en el centro también está unido por uno de esos aros y para mis pies usaré mis convers blancas. —Los chicos vienen en camino —informa Mo. Las tres retocamos nuestros maquillajes, un poco de perfume, preparamos pequeños bolsos y diez minutos después estábamos subiendo al Jeep para irnos directo a la fiesta. Aún no he visto como están vestidos los cuatro bad boys así que supongo que tendré que esperar a llegar. En el camino vamos escuchando Infinity de DJ Tiësto cantando a todo pulmón y bailando como focas de circo. Mi teléfono vibra junto a mi pierna en el asiento trasero con un mensaje que logra deshorientarme completamente. Parker: Oye, Dalleris. Entiendo que estes en otra ciudad pero si no querías seguir con nuestra amistad solo debías decirlo. 00:48 Entorno mis ojos un poco molesta, sé que debí escribirle a Parker pero se me pasó. En todo caso ¿El no podía escribirme y ya? —¿Todo en orden? Estas muy callada —Brit va conduciendo hablándome a través del espejo retrovisor. —Si, sólo es Parker. —¿También te envió el mensaje donde parece una jodida novia toxica? —suelta una carcajada contagiosa. —Si, luego hablaré con él. Hoy solo quiero beber y quizá besar algún guapo chico californiano. —Apoyo esa moción —Mo se gira a verme subiendo y bajando sus cejas —¿Cuál de los cuatro es el afortunado? La miro con horror brotando de mis poros y cada facción de mi cara. —Ninguno de ellos, Morrel. Son como hermanas con pene —niego—, jamás besaria a ninguno de ellos. —Sinceramente, ninguna de las tres deberíamos hacerlo —razona Brit—, no olviden a los hermanos Preston. Los hermanos Preston ¿Quién carajo son? Les contaré. En el primer año de secundaria, Britney, Mo y yo nos habíamos hecho amigas de estos dichosos hermanos. Comenzamos saliendo, juntandonos detrás de las gradas a saltarnos clases, organizando pijamadas, hacer tareas juntos, etc. El caos llegó cuando entre nosotros comenzamos a desarrollar ciertos sentimientos, todo se fue a la mierda en cuestión de meses. Yo estaba viéndome a escondidas con Tryan, Britney con Sullivan y Mo con Kyle. Pero aparentemente Kyle estaba enamorado de mi hermana, Sullivan de mi y Tryan quería algo con nosotras, las hermanas Dalleris. Lo sé, una novela cutre no es nada a comparación de esto. En fin, la verdad terminó saliendo a la luz, perdimos años de amistad y tiempo de nuestras vidas fue tirado a la basura. Todo terminó tan mal que los hermanos se pelearon entre ellos y cada uno formó su reinado en mi vieja secundaria de New York. Cada tanto arman sus guerras estúpidas y hasta el día de hoy no dejan de competir por las mismas chicas. Es increíble lo estupidos que pueden llegar a ser algunos hombres. Desde ese día la tres prometimos jamás volver a hacer algo parecido. Da la puta casualidad que la historia podría repetirse con los chicos si no somos cuidadosas. —Pobres tarados —niega Mo—, pelearse así por chicas es caer bajo. —Si bueno, me importa una mierda, quedó en el pasado. Lo que si me importa ahora son Noah, Fred, Peter y Liam. Desde los asientos traseros me giro para ver el auto que nos sigue donde vienen ellos cuatro. —Bien, propongo algo —habla Brit—, los Bad boys están prohibidos para nosotras. ¿Okay? —Okay —respondemos al unísono Morrel y yo. Espero que esta promesa se cumpla y no echemos a perder nada. Las chicas Dalleris sabemos controlarnos, pero a veces solemos perder la cabeza.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD