Abiud Al estar Rasti tan nervioso nos devolvimos al hotel donde quise pedir una habitación para que él descansara puesto que no quería estar solo en su casa, pero Alison insistió en que colocaran una cama extra en nuestra habitación y así pasaría la noche con nosotros, lo que al parecer dejó más tranquilo a Rasti quien no tardó en quedarse profundamente dormido. —¿Por qué con nosotros? —pregunté sin ánimo de reclamar. —Rasti es un buen chico que hizo cosas estúpidas por gente que nunca lo apreció y entre esas estupideces se ganó pésimos momentos, algunos me los relató y otros los vi con mis propios ojos. —Tú y tu debilidad por los necesitados —ladeó una sonrisa al recordarle las palabras que me dijo días atrás. —Solo dime que será por una noche mientras se le pasa el susto con Ramiro.