Día de la partida de Lucero. Alison Verla irse con ese infeliz fue demasiado doloroso y lo peor fue tener que quedarme quieto para evitar que la matara frente a nosotros, para colmo, Sharif se encerró en el despacho desde su partida, se negó a hablar con alguien y ni qué decir de Amal y Ahmed quienes estaban destrozados. Increíblemente mi hermana supo ganarse el corazón de Marruecos en muy poco tiempo y no es para menos, pues ella siempre fue así, sabía ganarse honestamente el cariño de la gente… con sus excepciones. Por otra parte, debí contener mis lágrimas al pensar en cómo ayudaría a mi hermana, no podía hacer nada por ahora y lo único que tenía seguro era que estaría en Barcelona, pero podía ser una trampa y Ramiro quizás la llevaría a otro lugar, entonces recordé lo que ella me di