__ Si conversamos un par de minutos, te daré las llaves para que puedas irte —le ofreció, pero no consiguió nada, tuvo que recurrir al chantaje— Acéptalo o de lo contrario te vas a pasar toda la noche así, he descansado lo suficiente como para pasarme una noche entera sin dormir. Se detuvo, lo miró unos momentos, por fin se decidió y se sentó a la orilla de la cama. El se acomodo justo de frente y con sus rodillas a escasos centímetros de las de ella. __ Bueno, ¡habla! ¿Qué quieres? __ ¿Por qué razón te escondiste de mí las dos ocasiones en que saliste con tu amiguito? __ No me escondía, tengo trabajo atrasado desde que llegué aquí, solo aprovecho para