La amante del príncipe.

1031 Words
Olivia no deja de pensar en lo que ha dicho su padre, eso la hace sentirse un poco resentida, conoce sus limitaciones y sabe que aunque quiera no puede conseguir un título real como ser princesa o reina consorte, hay ciertas cosas que no le gustan y una de esas es ser comparada con la sosa y aburrida de su hermana, es apenas una niña y ella es toda una mujer, sonríe de medio lado viendo como su hermana se va al aeropuerto en compañía de Lily, al menos eso no ha cambiado y su padre no la va a acompañar. —¿Quién es ella? —inquiere Carlos, el fiel amigo del príncipe heredero en medio de risas —es una niña bonita. —Es una niña y punto —sisea de mal humor —solo tiene quince años y para mi desgracia es mi hermana pequeña. ¿Sabes algo de William? —pregunta ansiosa por conocer algo sobre el paradero del heredero a la corona. —Sabes que estoy ultimando los detalles de la fiesta y… —Lo siento Liv, él está en Nueva Escocia con Ana Rose y ya sabes cómo son esas cosas, me gustaría mentirte en esto pero no puedo. Lo mejor es que dejes de lado esa idea de ser su pareja, él ya ha probado estar con una mujer con experiencia y… Lo siento Liv, creo que va en serio con ella, no te lo diría si no lo creyera. —La ama, ¿verdad? —inquiere nerviosa —, es una pregunta tonta, es obvio que la carne llama, y bueno ellos están muy unidos. Tal vez Charlotte tenga razón y yo debo pensar en mi futuro, no soy una cría virgen con quien William se pueda casar, no hay sábana manchada que pueda lucir el futuro rey de este país como símbolo de su hombría, pero me consuela saber que con Ana Rose tampoco se va a casar, la reina no va a permitir que se case con una plebeya. —Eso es, Liv por otro lado te vengo a decir que su majestad el príncipe no puede estar en fiesta… —Me lo imagine, valga la redundancia ¿crees que Rod pueda venir?. —Rod es un crío como tu hermana, no lo creo y George está en el internado militar… >>>>>>>>>>>>>> Nueva Escocia. Él príncipe heredero se queda mirando a su amante, ella disfruta de las miradas de él y la forma en que va dibujando su figura mentalmente, le agrada que su “nido” de amor esté disponible para momentos como aquel, humedece sus labios y su cuerpo se empieza a anticipar a lo que se viene, él gruñe al ver la forma en que Ana Rose se empieza a desnudar haciendo lo mismo, sabe que ese será uno de los poco momentos en que pueda estar con ella como le gusta puesto que es evidente que con su nombramiento como duque tendrá más obligaciones por cumplir, compromisos a los que asistir y nada volverá a ser igual. Ana Rose se humedece los labios, dibuja con las palmas de su mano su figura, es un par de años mayor que él príncipe pero puede decirse que lo ha amado desde siempre, William intenta resistirse con todas sus fuerzas pues quiere prolongar su placer y no ser un cerdo egoísta con la mujer a quien quiere y que sabe complacerlo. —¡Te ves deliciosa! —gruñe acariciando con las manos sus pechos —perfectos, sabes que siempre me han gustado. —Hablas como sí fuera el final de nuestra relación —ladea la cabeza y arquea su cuerpo al sentir como envuelve uno de los pechos entre sus húmedos labios —; cielo responde. —Sabes que no te puedo prometer un para siempre —responde entre dientes sentandola en su regazo —no puedo hacerlo, por ahora mi madre me ha nombrado duque pero pronto tendré más obligaciones y desafortunadamente eso nos va a alejar. —Es una desgracia —se mueve de arriba abajo —, sí yo fuera tu esposa podría acompañarte siempre —él gruñe ignorando aquel comentario. —Para, todavía no puedo entrar en ti —ella asiente de mala gana mientras él se coloca el preservativo —lo siento pero contigo no puedo estar sin protección, eso solo será cuando… —Te cases —lo corta —, ya sé que por no ser virgen nunca podré ser tu esposa, pero me indigna que me trates como a una más, sabes que he visto muchas fotos en donde estás con muchas mujeres y siempre es lo mismo. —No me voy a casar todavía; además esto es mucho mejor que cualquier matrimonio —besa sus pechos y ella empieza a darle placer —, contigo no tengo que preocuparme por nada, en cambio con una esposa virgen tendré que ser cuidadoso al menos hasta tener un heredero. —Mmmm —chilla empezando a alternar sus movimientos —, William no pares nunca. El momento apasionado entre la pareja termina y los amantes descansan en su lujosa cama matrimonial, paradójicamente nunca podrán ser un matrimonio algo que les causa dolor, William se levanta rápidamente recuperando su postura de príncipe heredero, muestra algún desacuerdo ante la holgazanería de Ana Rose, se vale tener un momento de placer pero debe volver a sus obligaciones, eso le hace recordar lo desagradable que puede ser su futura vida como duque, estar en constante movimiento pero más solo que nunca antes en su vida. Antes lo estuvo al haber crecido rodeado de niñeras malvadas que solo se rían de sus falencias disfrutando ver a un príncipe solitario y mostrándose cariñosas ante la llegada de la reina. >>>>>>>>>>>> Charlotte llega a su internado sintiéndose fuera de lugar, la mayoría son chicas inglesas a toda regla y no dejar de hacer alguna broma sobre la banda músical del momento y ella debe reconocer que se siente fuera de lugar, no conoce mucho de música con lo cual ese es un motivo para no saber de qué hablar, poco a poco se empieza a moldear a aquel lugar hasta sentirse cómoda.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD