Más tarde se despierta Charlotte pues no logro dormir en la noche, nerviosa se da un baño y las siete de la mañana llega el equipo de personas que se encargaran de arreglarla para su día, la maquillan, peinan y le ayudan a ponerse el bonito vestido que eligió, nerviosa se mira en el espejo viendo su primera impresión del evento con el corazón acelerado tras haber tomado quizá la decisión más importante de su vida. A la morena le gusta lo que ve y sin mucha prisa termina de arreglarse para a las nueve de la mañana salir e ir en el carruaje real dispuesto para este momento, mismo que pasará por gran parte de la ciudad y verá a las miles de personas que aguardan por ella. Su padre el conde octavo de Sackville le da su bendición y la morena recibe una nota con un regalo enviado por William pu