"Mi Familia"

1113 Words
Cuando abrí los ojos aún estaba obscuro, lo único que podía ver eran las sombras fantasmagóricas que proporcionaba la luna, me asome por la ventana de mi habitación, algo que asía como rutina, de vez en cuando pasaba coches, apresurados por llegar a casa después de una larga jornada de trabajo nocturno y otros madrugaban para llegar a sus respectivos trabajos. Vi de nuevo mi reloj, era hora de que empezará a alistarme Aliste mi ropa, y camine al baño para asearme, siempre era la primera en levantarme, aunque con solo tres personas en mi casa no había mucho baño que pelear. Me puse un pantalón n***o y una blusa de manga corta por si hacía calor o seguir un poco empalmada, y luego una de manga larga, una sudadera roja y mis tenis color n***o, en mi auto tenía una chamarra por si hacía mucho frío y un cambio extra de ropa, por si llegaba a llover, desde muy pequeña mi hermano y Rose, procuraron de mantenerme siempre sana, de ahí que soy precavida. Empecé a bajar las escaleras, la mochila la había dejado en la sala, ya que la noche anterior había hecho un trabajo escolar. — ¡Buen día!, Allyson —escuché a mi hermano en la cocina, él es mayor que yo por casi seis años, tiene veinticuatro años, pero tenía la madurez de un hombre de treinta y siete años, bueno solo en ocasiones porque hacía sus travesuras de niño. Él es un chico deportista y trabajador, se graduó en comunicaciones y trabaja en una radiodifusora, donde conduce su propio espacio llamado extrem zone. — Hola hermano, ¿qué tal? — ¡Estupendo!, ¿y tú? — ¡Bien! Él se acercó a mí con un vaso de chocolate, lo tomé entre mis dos manos y él acarició las bolsas que estaban debajo de mis ojos, creía haberlos tapado con el maquillaje, salió de la cocina y escuche como subía la escalera dando brincos, como siempre, aplicaba el parkour en todos lados. Alec aprendió darle prioridad a la familia desde pequeño, me protegía en la escuela y me ayudaba con mis tareas. Un día le aventé el cuaderno en la cabeza y el se soltó llorando, al principio me burle de él, luego cuando vi que no se tranquilizaba, le pregunte por qué seguía llorando. Corrió a su cuarto a llorar, me quede pensando en todo lo que él hacía por mí, él no salía, al contrario, siempre después de ayudarme con la tarea me daba de comer algo rico. En ese momento sonó mi estómago, y no había nadie que me hiciera de comer. Fui por un tazón de plástico y serví cereal, le puse leche, mientras lloraba de tristeza, empecé a caminar con el platito en mis manos, lo puse en el piso para luego abrir la habitación de Alec. — Te prometo no ser una molestia hermano, come. Había dejado el plato en su mesita, y corrí a terminar mi tarea. Jamás volví a desobedecer a mi hermano, si me ayudaba con tareas, pero también le decía que fuera a jugar, y me quedaba cercas de él, mientras él intentaba ser un niño aún.>> Rosalie se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, y al igual que yo, tomo una barrita de cereal y ella salió de la casa, iba ya con su uniforme de enfermera, lista para laborar en la clínica privada. Rosalie es una mujer muy amable y a la vez de carácter fuerte, cuando decidió cuidarnos ella tenía dieciocho años, era una mujer insoportable por lo poco que recuerdo, pero desde entonces se dedicó a trabajar y a estudiar para darnos todo, mientras mi hermano me cuidaba, cuando ella le tocaba ir a su trabajo de medio tiempo, ¿cómo fue posible?, mamá dejo ahorrado dinero, más la venta de la granja de mis abuelos. — ¡Alec!— le grité—Ya me voy Salí de inmediato de la casa, camine con cuidado en la acera que tenía unos centímetros de nieve, y otros tantos en el capo de mi auto, un pequeño Volkswagen rojo, que compre con los ahorros que había guardado de mis varios trabajos, uno de ellos era una librería y cuidaba a los hijos de una señora adinerada. Un viejo roble a un lateral de mi casa sobre la acera y parte de nuestro jardín, le proporcionaba sombra a mi auto, era de un rojo brillante con cromado, yo lo había comprado ya viejo y usado, Alec lo empezó a arreglar poco a poco, no es que presumiera al contrario no se me daba hacer eso, pero Alec no usaba su auto así que decidió arreglar el mío. Llegue al estacionamiento de la universidad, me quede ahí sentada en mi auto, para que se diera la hora para ir a clases, me quede con la vista perdida en un árbol y varios minutos después, escuche un golpeteo en mi ventana. — ¡Vamos Ally, sal ya!—mis amigos me sonreían, se retiraron y yo abrí la puerta, alcance mi mochila y cerré el auto antes de alejarme de él. Si hubiera sido mi primer día de clases hubiera estado muy seria, no era muy buena haciendo amigos. Para el almuerzo me encontré con Katrina, a ella la conocí en la preparatoria, así que de inmediato nos juntamos, y al igual de ir juntas a la universidad. Había cambiado bastante a lo largo de la preparatoria a la uni, se había estirado un poquito más, y su tez era mas blanca y con unos rasgos finos, su cabello alcanzaba su barbilla y era n***o como la noche, es una mujer muy bohemia y muy atractiva para los ojos masculinos. — Edward, tráeme un refresco — grito Katrina. Edward otros de mis amigos, un muchacho muy carismático y lleno de vida, unos cuantos años menor que yo, siempre se ofrecía para llevar mi mochila, por lo tanto, me acompañaba a clases, tenía aún rasgos de niño, su piel casi blanca y con esos dulces ojos color verde, y casi de mi estatura le faltaba poquito para igualarme, su cabello era un rubio obscuro. Otros dos muchachos pertenecían a nuestro grupito, Jonathan un muchacho amante de los estéreos y los autos modificados, este es alto y de piel morena clara, cabello corto casi a rapa, gracias a kat él fue uno más al unirse a nuestro grupo de tres, pues se hicieron novios a los días de conocerse. — Toma Allyson — me distraje de mis pensamientos, cuando Bryan me puso mi comida en la mesa, este me sonrió y le conteste con otra sonrisa.
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