El mismo día Londres Donovan Hay secretos que deben permanecer enterrados, porque su revelación no solo desata el caos, sino que también apaga ilusiones, arrastra consigo una furia visceral, un odio que quema, y una culpa tan pesada que te aplasta el alma. Su liberación es como una carga inmensa sobre tus hombros, un dolor sordo y persistente que te drena las fuerzas, dejando tu mundo tambalearse hasta desvanecerse bajo tus pies. Es una sensación de impotencia que te desgarra segundo a segundo, una frustración tan intensa que te paraliza. Pero lo más devastador no es el descubrimiento del maldito secreto en sí, sino el hecho de que no existe forma alguna de sanar la herida que deja tras de sí. Una vez que lo conoces, estás perdido, porque ese conocimiento es como una cicatriz abierta qu