Al día siguiente Londres Donovan Había escuchado que el dolor más grande que puedes sentir es cuando la persona que amas te rompe el corazón, pero te digo que ni siquiera lo viste venir. Estabas en la cima vibrando de felicidad, creyendo que sería eterno, que esa relación era diferente, que ella era la indicada. Es que las señales te lo gritaban, desde encajar como si fueran dos mitades que se complementan o como si hubieran nacido para amarse el uno para el otro. Incluso llegaste al punto de hacer planes para un futuro no tan lejano. Sin embargo, todo se fue a la mierda con un ventarrón, como si fuera un castillo de arena escurriéndose por tus dedos y llenándote de impotencia, no por falta de amor, sino por las circunstancias, porque a veces la vida te cierra las puertas y te dice el