{LEXUS} MATRIMONIO FALSO { LIBRO 2 }

CAPITULO 11

Hay diferencias entre una unión por conveniencia y una unión por amor.

Se puede decir que Alen Marfort fue la diferencia entre un millón de matrimonios por conveniencia.

En un mundo donde es normal casarse solo por una unión arreglada, el duque Marfort encontró consuelo en ser prometido a una Omega compatible con él. Ella era diferente, alguien con un gran temperamento que rivalizaba con la suya.

Él quedó encantado con ella y cuando se casaron vivieron felices durante dos años hasta que su primer hijo nació.

La madre quedó débil después del parto y se decidió que lo mejor era no volver a procrear un hijo.

Al duque Marfort no pudo importarle menos este hecho, él lo tenía todo, al amor de su vida y a su hijo ¿Qué más podría pasar?

Pocas veces una unión afecta a sus crías, Pero ambos padres tenían tanta compatibilidad que crearon un lugar seguro para su hijo. Lugar seguro llamado: casa, feromonas y padres.

Se les advirtió que esto podría afectar a la cría, las feromonas no solo son el olor distintivo de un alfa u Omega, sino que también puede crear emociones que pueden hacerte sentir feliz o muerto.

Para los padres era estúpido las advertencias, tenían un matrimonio fuerte y una unión activa. Se amaban y era estúpido pensar en que algo malo pudiera pasar.

Para cuando Logan cumplió los cuatro, el padre partió a la capital dejando su sitio de origen. Deberían de ser solo días, Pero días se volvieron semanas y luego meses.

Los padres se veían cada dos semanas, insuficiente para calmar el desespero en el cuerpo de la Omega, Pero lo suficiente como para que la pobre chica no delirara.

El embarazo de la reina no Hiba según lo planeado y dos semanas después… Perdió a su segundo hijo alfa.

La palabra “No podrá concebir de nuevo” hizo que el planeta entero estallara en un delirante pánico. ¿Quién heredaría el trono? Las hijas e hijos omegas no podrían y los únicos betas, eran mujeres.

Es así como Logan y Aixhad pasaron a ser las dos opciones para suceder el trono.

Al pequeño, Noa le importaba poco ese puesto, él solo quería estar junto a su padre y madre, empezaba a sentir la inestabilidad en las feromonas de su madre y la falta de su padre lo hacía sentir ansioso.

—Se le advirtió —abogo el médico —Necesita las feromonas de su padre tanto como usted.

—Mi esposo está en la capital, no puede venir ahora mismo.

—Podría empeorar.

Logan llevaba dos semanas enfermo y no encontraban las causas.

Durante los siguientes días su madre envío cartas a la capital. Cartas que el padre nunca abrió debido al ajetreo de la capital.

Y así paso un mes y luego dos meses y mientras el padre tomaba supresores para el dolor, la madre seguía confiando en que su esposo regresaría aguantando el dolor y la preocupación de ver a su hijo sufrir lo mismo que ella.

—Podríamos cortar la unión —propone el doctor.

—Jamás.

—Su hijo es solo un niño —asevera el doctor —Podría morir, su cuerpo no es tan fuerte como el suyo.

—Mi esposo regresará.

—Será muy tarde, aún puede salvar al niño.

La madre lo piensa durante muchos días y el problema no era romper la unión, el problema era que tanto ella como su hijo no podrían volver a unirse con nadie.

La simple idea le revolvía el estómago, unirse a una persona representa la sumisión completa. Tu cuerpo deja de pertenecerte, tus pensamientos son sobre él, giras y gravitas sobre tu centro de atención. Esa persona es tu núcleo y es imposible dejarlo.

Se vuelve tu droga, tu estamina, tus piernas y tu sangre.

Cada vez que la madre pensaba en romper el vínculo, sentía como si su piel fuera arrancada de sus huesos.

Había momentos donde el delirio la hacía pensar que era mejor dejar morir al niño. Si ella podría sobrevivir hasta que su alfa llegara, todo estaría bien.

De seguro su esposo entendería por qué el niño murió ¿Verdad?

Cuando el razonamiento llegaba a ella, golpeaba su cabeza. Lo odiaba, ella era madre, como era posible que sus instintos de Omega le hicieran pensar tal barbarie.

—Hágalo doctor.

—Procederemos lo antes posible.

Para Logan era una tortura, cada parte de su cuerpo le pesaba y al moverse sentía como si cada hueso de su pequeño cuerpo fuera rompido en pedazos.

Había momentos donde perdía la conciencia y al despertarse su madre estaba junto a su cama acariciando sus mejillas mientras lloraba desconsoladamente.

Pareciera una madre preocupada por su cría, Pero Logan podía sentir la fluctuación de sus feromonas mejor que nadie y solo podía preguntarse ¿Por qué su madre quería lastimarlo? Porque sostenía sus manos con tanta fuerza que hasta dejar morados por todo su cuerpo.

Cada día era un sentimiento nuevo, una nueva inseguridad, un nuevo miedo y un nuevo sentir agudo sobre la muerta.

Llegado un momento el niño solo quería dormir, el dolor en su cuerpo no era comparado al sentir que percibía cada vez que abría los ojos.

—¿Esta vez si lo harás, mami?

No habría los ojos, Pero sabía que su madre estaba en la habitación.

—Me perdonarás ¿Verdad?

El niño abre los ojos parpadeando con lucidez. Le sonríe a la madre.

—Me duele ¿Me ayudas?

—Lo haré, pronto dejarás de sentir, lo prometo.

El niño ve su reflejo en la fina daga que su madre sostenía contra su pequeño pecho y solo pudo sonreír al saber que pronto acabaría su tortura.

—Le dices a papá que lo intente.

Las manos de la madre tiemblan soltando la daga. Sentía que moriría del dolor, Pero no podría comparar ese dolor con el ardor del pecho al escuchar esas palabras de su hijo.

—Perdón, discúlpame, soy la peor madre del mundo.

Enrolla a su hijo en sus manos, sin querer soltarlo. El médico dijo que la cirugía sería en dos meses, es imposible que pudiera soportar ese tiempo.

No quería soltar a Logan por qué sabía que cuando eso sucediera ese instinto de sobrevivir la haría empujar la daga y querer…

No, jamás se permitiría a ella misma lastimar a su tesoro.

—¿Mami? —pregunta Logan cuando su madre se aparta de él.

—Estarás bien —le da un beso en las mejillas —Le dices a papi que lo intente.

Logan intenta alcanzarla para que no se aleje de él, Pero su cuerpo está débil y termina cayendo al suelo.

Su pecho tiembla al ver como su madre se acerca peligrosamente al balcón… Deja de respirar al ver los tobillos de su madre desaparecer en el aire.

Lo normal era llorar y gritar por lo que vio… Pero en su lugar sintió todo… El miedo de su madre mientras caía, el dolor cuando sus huesos se quebraron y su corazón dejo de latir cuando el de su madre también falló.

Lo primero que hicieron los sirvientes fue socorrer a la madre y cuando declararon su muerte subieron tan rápido como pudieron hasta él.

—Tuvo un ataque de pánico.

Podía escuchar las voces, pero no moverse, el dolor era inmenso, tanto que no podía compararlo con nada.

Paso un año en la cama por qué no podía caminar, según los doctores todo era mental, un trauma causado por la impresión.

Aunque recibió ayuda psicológica, el ambiente en casa no mejoro, su padre regreso después de la muerte de su madre, se culpaba a sí mismo.

Los psicólogos intentaron convencer al niño de que su padre estaba vivo y que por ahora necesitaba ayuda para proseguir su vida.

Pero, un roto no puede ayudar a otro roto.

Fue en ese entonces cuando la reina, después de una visita a la mansión Marfort decidió llevarse al niño. Aixhad ya vivía con la reina, así que ambos niños empezaron a convivir y posiblemente fue el cambio de escenario lo que hizo que el niño sobreviviera.

Para el padre no fue fácil, Pero después de cinco años de terapia logro recuperarse. Se considera un milagro por qué pocos sobreviven a la perdida de su pareja.

CONTINUARÁ…