CAPÍTULO 4

1080 Words
Noa baja del automóvil tan rápido que estrella la puerta con fuerza. Maldito alfa de la mierda. Estaba fúrico, el idiota de Logan lo rechazó y lo que más le molestó fue que usará palabras gentiles. Entra a su alcoba se quita el moño de la camisa, luego el pantalón de tela quedando solo con la ropa interior y la tela de la camisa blanca. Se mira al espejo sintiendo vergüenza de sí mismo, sus pezones resaltaban sobre la camisa, su color rosáceo y los picos erectos solo provocó un subidón de éxtasis. Apunta con sus dedos sus pezones moviendo los hacía dentro y gemido ronco le sale tan natural. Carajo ¿Acaso esto era normal? Nunca antes había tenido subidones como estos. Lo ignora se ducha y pone ropa más cómoda para dormir, le pide al mayordomo que le suba la comida a su habitación, cena antes de dormir. Por la mañana del siguiente día, Noa se levanta temprano, pone sus botas de hule para regar y cuidar del jardín que tanto esfuerzo le costó. Está actividad mañanera era su única distracción desde que llegó a esta mansión. —Se ve bonito. ¿Acaso este idiota no sabía lo que era espacio personal? Aún más después del rechazo de la noche anterior. —Me costó mucho trabajo. Las mejillas de Noa están rojas por el sudor de los días calurosos, los pantalones ajustados diseñan perfectamente sus glúteos haciendo que la pretina de Logan se aprieta. Noa se inclina para replantar la planta que lleva en las manos y Logan debe apartar la mirada para mantenerse quieto. Podría follárselo aquí mismo y que todos los sirvientes los vieran… Mierda, aparta los pensamientos de su cabeza, no podía jugar con Noa. La verdad es que sabía que las cosas no cambiarían y que el sexo solo empeoraría su situación. —Por cierto, debemos hablar —Noa se despoja de los guantes de jardín. —¿Pasa algo? —Si —Noa jadea al decirlo, está agitado por el calor, más esto solo perturba más a Logan. Logan carraspea sus cuerdas vocales —Muy bien ¿Qué pasa? —Mis hermanos regresarán a Lexus y necesito que crean que estamos bien. ¿Necesita? —Pese a que estábamos bien. —No me entiendes, me conocen sabrán si les miento y no quiero más dramas familiares ¿Puedes? —No tengo problema con eso. —Muy bien —Noa se quita el sombrero —Compórtate hasta que se marchen. —¿A dónde vas? —pregunta Logan —Alístate, hoy tenemos que asistir al palacio. Noa asiente con la cabeza, Pero en realidad estaba cansado, la noche anterior no descanso como hubiera querido y el problema era que la reina era muy activa le gustaba reunirse y pedir un informe sobre como Hiba la vida de casados. Noa se prepara lo mejor que puede, posiblemente esta hora del té sería estresante. Si había una palabra de como describir a la reina sería extravagante. —Oh, ven cariño. La reina le presenta a una delegación del planeta Moradors y a diferencia de los lexudianos los moradors eran un souvenir nada humanoide. Tenían la piel tan blanca que parecía papel, mientras sus pupilas y escleróticas eran exageradamente negras. —Es un placer. Hablan sobre negocios y sobre exportación y Noa solo puede pensar en como su querido hermano podrá soportar todo esto una vez Aixhad herede el trono. —¿Es usted buena bailando? ¿Buena? Acaso está mujer acaba de usar el término femenino en Noa. Puede que para los moradors no exista el subgénero y solo son varones y hembras, Pero esa forma de hablar fue bastante impropia. —No, no soy buen “bailarín” La señora habré los ojos algo confusos por el tono nada agradable de Noa. —Si me disculpan iré a buscar a mi marido. Se levanta de la silla caminando por el jardín, Noa era un grandioso admirador de la flora, las amaba y solo esperaba tener su propio gran jardín. El bullicio de las personas ase que Noa observé a la delegación del planeta Tlorian. La ya casada princesa Vanesa viene del brazo de su esposo, la princesa no se ve muy bien, está algo demacrada y los rumores dicen que es debido a una enfermedad. —Dios mío, no puedo creer que se haya atrevido a venir aquí. —Qué descaro. —Escandaloso dirás. Los cuchicheos hacen que Noa se acerca a las señoras y señores omegas que susurran todo tipo de cosas. —¡Oh su gracia! —hablan condicionadas al verlo. Noa era el esposo de un duque y sobrino de la reina, eso convertía a Noa en un duque consorte, alguien con grandes influencias. —Disculpe si lo molestamos con nuestra conversación. —Para nada ¿Qué está pasando? —Oh, ¿No lo sabía su gracia? La persona al lado de la princesa Vanesa es Dan Hamilton, primo del esposo de la princesa. Mmm, por su complexión y su aura es obvio que era un beta. Pero era realmente hermoso. —¿Paso algo con él? Las mujeres murmullan con la pregunta de Noa. —El rey de Tlorian tuvo dos hijos, el mayor de los hermanos tuvo dos hijas y un hijo. —Supongo que es el joven Hamilton. —Así es, Pero su único hijo resultó ser un beta y debido a esto fueron desplazados. Estúpidas tradiciones, en pocas palabras, ese chico es el verdadero heredero, pero al ser un beta no pudo heredar. Lo que realmente no entendía, era la razón por la cual todos los desprecian. Sin embargo, tampoco tenía muchas ganas de preguntar. La reina le hace señal a Noa para que se acerque a ellos. —Princesa —Noa se inclina en un saludo. —¿Cómo está tu hermano? —le preguntan. —Muy bien, algo atareado por las preparaciones, Pero muy contento. —No es para menos, es la boda del año. Noa cambia la mirada hacia el beta que se mantiene callado. —Un gusto conocerlo, Noa Marfort. El beta mueve sus orbes mirándolo de arriba a abajo antes de tomar su mano. —Dan Hamilton. ¿Realmente este hombre era un beta? Tenía algo agradable de ver, muy… Muy… No sabía cómo describirlo, pero era diferente. —Es el primo de mi esposo y mi gran consuelo en Tlorian. Al parecer la princesa se llevaba muy bien con el chico. CONTINUARÁ…
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