{LEXUS} MATRIMONIO FALSO { LIBRO 2 }

CAPITULO 3

La fiesta de compromiso de Juno era el evento del año, concordaba con el inicio de temporada de este año y era la fachada para toda pareja ya formada.

El discurso de Aixhad para Juno derritió el corazón de los presentes y es que uno de cada diez compromisos se realiza por amor y no por conveniencia.

Los omegas ya casados en la anterior temporada presumían a sus esposos con gloria mientras otros anunciaban embarazos o bautismos.

Para su mala suerte Noa pertenecía a ese tipo de personas. La única diferencia era que él no tenía nada para presumir mucho menos para sentirse orgulloso.

Su matrimonio se basaba en falsedad y deber. Lo más angustiante de esto, eran los rumores, sobre él, sobre Logan y sobre el claro fallo matrimonial que eran los dos.

Juno tomó sus manos dando un paseo por el gran salón y aun estando envuelto en rumores, los ojos se posaban sobre ellos, dos omegas de rango wail tan perfectos como el diamante.

—Sonríe, Noa —pide Juno —Tu falta de gracia solo aviva más los desagradables rumores.

Noa se obliga a sonreír, no sabía en qué momento de su vida cambiaron los roles, el año anterior fue el quién daba los consejos y este año su hermanito era quien los daba.

—No son rumores y lo sabes.

Juno lo observa con algo más que desconcierto. Ladea el rostro de un lado al otro en negación.

—¿Por qué fuiste a ese lugar?

—Quería despejarme.

—¿Despejarte?

—De mi vida y matrimonio.

Juno jala del brazo de su hermano llevándolo hacia una esquina menos transcurrida.

—No es juego Noa —le advierte —Si estás pasándola mal, puedes detener esto ahora mismo.

—¿Quieres que me divorcie?

—Si es necesario.

—Sabes lo que eso le hará a nuestra familia, a nuestra reputación.

—A la mierda la reputación, que se jodan todos —grita Juno causando conmoción.

—¡Juno! —lo reprende Noa.

—Lo siento. Escucha, ambos sabemos que tenías opciones, no tenías que casarte con Logan.

—Estaba deshonrado, Juno.

—Nadie más lo sabía y los que lo sabían guardarían el secreto.

Noa exaspera, sabía que Juno tenía razón, pero aceptar la verdad nunca es fácil.

—Los rumores crecen, sobre ti, sobre Logan, sobre con quién pasan sus noches.

—Todos los matrimonios son iguales.

—Te equivocas —afirma Juno —Hay excepciones.

—¡Tú eres la excepción, solo tú! —habla Noa molesto.

—No. Somos Clerefth ¿Lo olvidas? Somos omegas y alfas perfectos, somos el estándar de toda la sociedad.

—Ya hablas como Rayan.

—A eso me refiero —se defiende Juno —Rayan no estaba equivocado cuando dijo que debemos elegir, algo de lo cual todos en este salón no pueden prescindir.

—¿Qué quieres que haga, Juno?

Su voz salió débil, no sabía que más hacer.

—Quiero que seas feliz.

—Eso está duro de cumplir.

—Eres tan ciego —le dice Juno apretando sus manos para reconfortarlo —Lo tienes todo delante de ti y no te das cuenta.

—¿Qué? —que significaba eso —Sé que piensas que Logan y yo podemos formar una familia, pero no es así, yo lo intente y falle ¿De acuerdo?

Las copas empiezan a tintinear para el brindis y claramente debían dejar está conversación para después.

—Escúchame Noa, solo te diré esto por tu bien, las cosas están por cambiar, Marlon y Rayan regresan a Lexus, quieras o no deberás tomar una decisión antes de que los rumores lleguen a sus oídos.

Juno se va al lado de su prometido y Noa observa a su esposo del otro lado del salón. Juno tenía razón, Rayan y Marlon serían capaz de anular el matrimonio si supieran cómo están viviendo.

Para Rayan los rumores no podrían importarle menos y como alfa de los Clerefth puede anular el matrimonio si siente que la contra parte no cumple con lo acordado.

Supongo que debía hablar sobre esto con Logan.

—Brindo por mis dos sobrinos —habla la reina —La verdad, sigo sin creer que ambos estén en una relación sentimental.

El salón explota en risitas.

—Pero, como no estarlo, estamos hablando de dos joyas únicas como lo son los hermanos Clerefth.

—Un brindis por ellos.

Alzan las copas —Salud.

El resto del festín fue aburrido, Puede que estuviera casado, pero de igual manera Noa seguía siendo anhelado por otros alfas. Bailo varias piensas con diferentes personas y la última antes de retirarse la bailo con Logan.

—¿La reina te obligó a bailar conmigo?

—Porque necesitaría que alguien me obligue a bailar con mi cónyuge.

Los movimientos eran lentos y el aroma de Logan se impregnó en su ropa, había pasado bastante tiempo desde que Logan lo impregnó.

Es normal que una pareja esté impregnada en feromonas tanto alfas como omegas. Es una sutil manera de decir: me pertenece.

Claramente, la intensidad varía bastante en el afecto de la pareja, algunos son tan intensos mientras a otros, no se le siente la diferencia.

Por ejemplo: Juno solía estar impregnado en feromonas de Aixhad, cosa que hacía que ningún alfa se atreviera a acercarse a él.

—Es suficiente para que nadie más te invite a bailar —habla Logan sobre las feromonas.

—Gracias —espeta Noa ignorando el dolor que lo invadió al saber que fue más un favor que un deber.

Era horrible sentirse poco como Omega, más para un hombre acostumbrado a ser perfecto, el estándar de todo alfa y de un momento a otro aquí está Logan Marfort haciéndolo sentir como poca cosa.

—Estoy cansado, me gustaría ir a casa.

—Le pediré al chófer que te lleve.

¿Solo él? —Tú… ¿Te quedarás?

—Es la fiesta de compromiso de mi primo, tenemos planes.

¿Planes? —Como no —reprocha en un susurro para sí mismo.

—¿Qué dices? —Logan lo mira incrédulo.

—Nada.

Ambos esperan a que la primera pareja se retire antes de anunciar su retiro también.

—Logan, niño malcriado, deja de ser tan descarado y lleva a tu Omega a casa.

La reina se sintió más que enojada de escuchar que Logan y Noa se retiraban por separado.

—Está bien su señoría…

—Nada de eso. No está bien.

—Olvídalo, seguirá insistiendo —Logan mira con desdén a la reina —Vamos, te llevo a casa.

Se despiden de los invitados y por alguna razón que ni el mismo entendía, Noa evitó lo más posible a Juno. Supongo que ver a su hermanito era como ver la realidad que no deseaba afrontar.

Ambos guardaron silencio durante el recorrido a la mansión Marfort, todavía estaba resiente la discusión y claramente se sentía incómodo estando tan cerca.

—Yo…

Noa intenta hablar, lo único que no necesitaba en este matrimonio era está incómoda situación.

—Yo no hice nada con ese alfa —explica haciendo que Logan deje de mirar hacia la ventana y se concentre en él.

—No te pedí que me dieras una explicación.

—No seas un idiota Logan. Esta incómoda situación es debido a eso y lo sabes.

Logan se acomoda el asiento antes de hablar.

—¿Por qué no estuviste con él?

El idiota más grande del mundo, se queda corto con Logan.

—Porque no quise, no me provocó nada.

—Y que esperabas que te hiciera sentir un idiota que conoces de la nada.

¿Qué esperaba Noa de ese alfa?

Sus piernas empiezan a temblar y su cuerpo se caliente con la idea. Lo único que esperaba de aquel alfa era justo lo que estaba sintiendo ahora mismo.

Sus manos tiemblan, Pero de igual manera se gira hacia Logan, posa sus manos en su hombro. Logan alza la mirada notando ese dulzor en sus orbes.

El aroma dulce era adictivo, tan dulce que la pretina del pantalón se ajustó con el m*****o que se alzó con el simple toque.

—Podrías… Podrías darme lo que deseo.

Las manos se ajustan en sus caderas y Logan termina llevándolo hacia su regazo.

—¿Quieres que te dé lo que ese alfa no te dio?

Noa se molesta con las feromonas que exuda el mismo, tan desesperado ¿Por qué no pudo sentir esto con otro alfa? ¿Por qué solo con él?

Noa tira del cabello de Logan encajando su mirada con la suya, el alfa era tan hermoso, perfecto, olía tan jodidamente bien, su cuerpo encajaba perfecto en sus brazos y no había algo que lo satisficiera más que eso.

CONTINUARÁ…