CAPITULO 2

1357 Words
La villa de los Florens era un paraíso. Flores, cultivos, árboles y sobre todo un aire limpio, cosa de la cual no puedes presumir en las grandes ciudades. El arrepentimiento llegó cuando el aburrimiento lo asolo, bebieron té y conversaron sobre las últimas novedades en la moda. ¿Qué paso con lo impropio? ¿Acaso le mintieron? Llegada la noche bajo por la cena y lo que encontró fue el aire pesado, feromonas inundaban el salón, sus piernas temblaron con la ráfaga de feromonas. —Querido llegaste. El vizconde Florens entra en acción lo toma por las manos llevándolo con él. Entran a una habitación dónde observa a su contraparte. Los omegas nobles estaban desnudos, algunos solo con ropa interior y otros sin nada. Su agujero se empezó a lubricar con anticipación. La consorte del conde Holaregth estaba en la mesa siendo penetrada por un alfa viril, sujetaba su cabello con fuerza mientras estrellaba su periné contra su intimidad. Del otro lado, el Omega consorte del marqués Sotkler tenía su m*****o en la boca de un beta mientras, el otro Omega lamía sus pezones. —Aquí todas tus fantasías se hacen realidad —murmura el consorte Florens. Manosea el trasero de Noa desabotonando su camisa. —Observa —le dice haciéndolo mirar hacia un lado —Al joven Dilan le gustan los omegas. —Pero… Él también es un Omega. —Exacto, por otro lado, al joven Margoth le gusta ser follado por betas. Eso tenía sentido. —¿Y usted? —pregunta Noa —Que le gusta joven Florens. —Me gusta observar —afirmar —Me parece adictivo ver cómo disfrutan de los placeres de la vida. El gemido nada discreto del joven Juliar hace que ambos omegas lo observen, Juliar grita con la v***a que entra y sale de él. Justo como dijeron aquí no existe la palabra impropio y nobleza. Solo son personas disfrutando de los placeres. —Te lo encargo —Florens lo tira a los brazos de un alfa —Disfrútalo. El alfa soba sus manos impregnándolo de feromonas y aunque desearía dejarse llevar ese acto lo hace discernir. —No me marques con olor. El alfa no responde, solo libera feromonas que hace que la mente de Noa se nuble, su cabeza gira hacia un lado siendo retenida por el alfa que lo toma en brazos. Mete su lengua en su boca jugando con la suya mientras muerde sus labios y aprieta su m*****o en sus caderas. —Te gusta duro o suave. ¿Quién demonios pregunta eso? Se supone que el sexo depende de la conexión entre ambos, solo debe dejar que las cosas sucedan. Por ejemplo: con Logan fue rudo y suave al mismo tiempo, sabía cuando detenerse y cuando empujar su m*****o profundo en él, mordía su cuello y apretaba su cadera con fuerza cada vez que embestía y … Santo Dios, ¿En qué estaba pensado? Está por ser follado por otro hombre, no es momento de pensar en como folla su esposo. El alfa baja sus pantalones tocando su humedad, Noa se arquea de placer, más todo pierde sentido cuando mete sus dedos en su agujero, era diferente, no tenían el largo, ni lo grueso. Él quería que fueran como los dedos de … Noa empuja al alfa, nada contento con sus pensamientos. —Pasa algo Marfort. No le gustaba ser llamado Marfort mucho menos estando rodeado de alfas. ¿Cómo demonios, los alfas pueden acostarse con todo tipo de omegas? Hubiera Sido más sencillo si estuviera en celo. —Nada, solo creo tener náuseas. —¿Náuseas? No estará usted embarazado ¿Verdad? —Por supuesto que no. —Ya veo, tampoco tienen un vínculo con el duque Marfort ¿O sí? —No. —Qué extraño, si no es ninguna de las dos, es raro que un cuerpo rechace a un alfa. Noa pasa saliva reteniendo el impulso de salir corriendo. Florens tenía razón, no es normal, pero en el fondo Noa sabía las razones de su rechazo. —Estoy bien, puede que sea un poco sensible a las feromonas. —Si es así, puede descansar en el lobby. Noa camina a pasos lentos hasta salir de la habitación, cuando siente que nadie más lo sigue corre por los pasillos subiendo las escaleras hasta llegar a su alcoba, cierra con seguro y se hunde en la sensación de culpa y engaño. No quería sentirse de esta manera, era molesto y fastidioso. ¿Por qué debería sentirse culpable? Logan fue quien lo orillo a vivir esta vida de mierda y ahora se atreve a invadir su mente con culpa. Su móvil suena y Noa responde con rapidez, las manos le tiemblan y debe respirar con calma para no delatar su nerviosismo. ~¿Noa? —¿Por qué me llamas a esta hora? ~Llame a tu mansión, Pero me dijeron que no estabas. —Estoy en una villa. ~Tú solo. Dios mío, si Juno no hubiera dicho eso, talvez no se hubiera sentido tan asustado, la verdad estaba solo en una villa rodeado de personas que no conoce. —Sí, Pero regresaré mañana. ~¿Estás bien? No te escuchas bien. —No es nada… No duda en preguntar, Pero al final su curiosidad le gana. —Juno ¿Tú podrías estar con otro alfa? La línea se escucha silenciosa. ~¿Por qué preguntas eso? —Solo responde. ~Nunca lo he intentado, pero estoy seguro de que no. —Porque no. ~Por qué todas mis fantasías son Aixhad, no quiero que nadie más juegue con mi cuerpo ¿Noa seguro que estás bien? —Sí, nos vemos mañana. Noa cuelga la llamada sin darle la oportunidad de que Juno sospeche de él. Por la mañana siguiente, ya tenía sus maletas preparadas para irse. —Es una lástima, Pero que se puede hacer. —Es la boda de mi hermanito, debo estar presente. Noa les mintió diciendo que Juno lo necesitaba con urgencia. Sube al helicóptero tan rápido que no le da tiempo de despedirse bien. No pudo dormir la noche anterior, tampoco se duchó, solo quería irse de este lugar tan rápido como pudiera. No le importaba las reuniones con los nobles casados, pero supongo que esto iba más allá de su aguante. Toca tierra al medio día y no espera a llegar, pasa por los pasillos con rapidez entrando a su alcoba. Cierra la puerta con seguro y casi grita cuando ve al hombre sentado en su cama. —¿Qué haces? —se enoja Noa —¿Me quieres matar de un susto? La verdad, ni el mismo sabía por qué estaba en esta habitación y también le tomo por sorpresa que Noa llegara hoy. Tenía tantas cosas atoradas en su garganta, pero, no podía dejar salir todo, no cuando el Omega delante de él apestaba a alfa. Tira de Noa llevando a la tina de baño, enciende la regadera y Noa se queja con agua helada que toca su piel. No entiende por qué Logan está tan furioso. ¿Está celoso? No, es imposible. —No vuelvas a venir a esta casa apestando a otro alfa. ¿Disculpa, acaso su audición estaba fallando? Con que descaro este hombre le reprocha sobre esto. El hombre que llega todos los días con un nuevo aroma. —¿Por qué no? —Porque no quiero. —¿Qué paso con él: Es tu vida, alzo que desees? Noa sale de la ducha y la ropa mojada se pega a su cuerpo. —No discutiré esto contigo. —Sueles hacer lo que quieras y ahora me exiges discreción —Noa lo retiene antes de que se marche. —¡Noa! —advierte Logan. —¿Qué pasa? ¿Te molesta que folle con otro hombre? —No podría importarme menos a quien metas en tu cama, solo hazlo fuera de aquí. —Pues lo hice y no fue aquí, así que deja de comportarte como un crío. La mente de Logan se le nubla con ideas nada sutiles y una ráfaga de odio lo retiene, no se mueve incluso después de unos segundos. CONTINUARÁ…
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